La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha visitado esta mañana en Soria la residencia de mayores Los Royales, donde la Junta va a poner en marcha un proyecto piloto de innovación con robots sociales para avanzar en la implantación del sistema de atención a la Dependencia 5.0 en Castilla y León.
La consejera ha presentado los principales detalles de esta iniciativa acompañada por el vicerrector de Investigación, Innovación y Transferencia de la Universidad de Valladolid, Óscar Martínez Sacristán, y el director general del Centro Tecnológico Cartif, José Ramón Perán González, como representantes de las entidades colaboradoras en su desarrollo.
El proyecto encarna los tres principios que inspiran la acción política del Ejecutivo presidido por Alfonso Fernández Mañueco. El primero es la protección de los más vulnerables, puesto que el proyecto tiene como objetivo último mejorar la atención y el bienestar de las personas mayores, con discapacidad o dependencia.
El segundo es la modernización, en tanto implica aprovechar las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías para reforzar la posición de vanguardia que ya ocupa Castilla y León en los cuidados a los más necesitados. El tercer eje es el de las oportunidades de futuro, en la medida en que los Servicios Sociales de esta Comunidad pretenden garantizar calidad de vida y son una fuente importante de empleo, particularmente en el medio rural.
Los Royales, referente en calidad e innovación
Los Royales es un referente en calidad e innovación en la atención residencial de los mayores en Castilla y León. En 2012, se convirtió en el primer centro dependiente de la Gerencia de Servicios Sociales en acoger de forma experimental el proyecto ‘En mi casa’, germen del nuevo modelo de atención centrado en las personas, que la Junta ha venido ampliando al resto de la Comunidad y que tendrá su máxima expresión en una futura ley autonómica.
Este sistema se basa en las unidades de convivencia, que son módulos asimilados a pequeños hogares en el interior de las residencias, con espacios más amplios y zonas comunes, diseñados para un máximo de 16 personas. Permiten una atención personalizada y favorecen que los usuarios con necesidades de apoyo puedan disfrutar de una vida independiente.
Las instalaciones de los Royales albergan seis unidades de convivencia de las 200 existentes en Castilla y León, una cuarta parte de ellas ubicadas en centros propios de la Gerencia de Servicios Sociales.
Ahora, la residencia soriana será de nuevo el escenario de otro proyecto experimental, denominado ‘Ecosistema de inteligencia ambiental para el apoyo a los cuidados de larga duración en el hogar mediante uso de robots sociales’, consistente en la creación de espacios en viviendas y entornos residenciales, en los que sensores, robots y sistemas computacionales ofrecen asistencia a las personas mayores y dependientes.
Se trata de un ejemplo de robótica de servicios, es decir, del desarrollo de alta tecnología en torno a un campo explorado en países como Japón, pero aún emergente y con amplias posibilidades de crecimiento en Europa.
La iniciativa que va a impulsar la Junta plantea la investigación y el desarrollo de prototipos experimentales de robots especializados en cuidados, a través de una colaboración efectiva con diferentes agentes de la I+D+i –como la Universidad de Valladolid y el centro tecnológico Cartif–, con el reto de que estos productos puedan generalizarse en el mercado e incorporarse en un futuro al catálogo de recursos públicos y privados en el ámbito de los Servicios Sociales.
Robots que interactúan con otros dispositivos y con los usuarios
En el ecosistema de inteligencia ambiental diseñado para Los Royales va a intervenir un grupo de al menos 15 robots inteligentes, que interactuarán con otros sistemas de computación. Así, se explorarán funciones de apoyo físico en coordinación con dispositivos técnicos para ayudar a las personas con dependencia y a sus cuidadores a sentarse y levantarse de la cama o el sillón, desplazarse en silla de ruedas, manipular objetos pesados o demasiado pequeños, asearse o cocinar.
En segundo lugar, estas máquinas interactuarán con los dispositivos de la teleasistencia avanzada para la monitorización y seguimiento de tareas cotidianas del usuario –por ejemplo, recordarle las pautas de su medicación– o para la emisión de alertas ante casos de emergencia.
Finalmente, los robots sociales ejercerán como compañeros de ocio y entretenimiento de los mayores. Les motivarán a la lectura, al ejercicio físico o a su participación en actividades comunitarias, y les ayudarán en el uso de las tecnologías para comunicarse con sus familiares y profesionales y acceder a la información o a la cultura.
Mejora de la autonomía de los más vulnerables
La aplicación de estos robots inteligentes a los cuidados de larga duración supone, por lo tanto, dar un paso cualitativo esencial en el desarrollo del sistema de atención a la Dependencia 5.0, ya que su uso contribuye a mejorar la autonomía y la calidad de vida de las personas más vulnerables.
El pilotaje de esta iniciativa para la creación de estos ecosistemas de inteligencia ambiental mediante el uso de robots sociales también se va a llevar a cabo en la residencia Puente de Hierro de Palencia. La previsión es que, una vez concluya esta primera fase, se efectúe, una experimentación intensiva en 100 viviendas con diferentes perfiles de necesidad y en 20 centros residenciales.
El proyecto presentado por la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades esta mañana cuenta con un presupuesto de cuatro millones de euros para los dos próximos años y se financiará con cargo a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Comisión Europea.
Experiencia acreditada en la apuesta por la innovación social
Tal y como ha recordado Isabel Blanco, la Junta va a aprovechar estos recursos europeos para acelerar la modernización de los Servicios Sociales y consolidar el sistema de atención a la Dependencia 5.0, con el reto de poner las nuevas tecnologías al servicio de las necesidades de las personas para proporcionarles una atención más individualizada, cercana, de calidad y eficaz.
Castilla y León ya tiene experiencia previa en la apuesta de la innovación social como motor de desarrollo y avance en la atención social. Prueba de ello es la multitud de proyectos europeos en los que participa, alguno de los cuales lidera a nivel europeo, como Wellco –para el desarrollo de un asistente virtual–, Procura –que impulsa las políticas de compra pública innovadora–, Rural Care –en el ámbito rural– o la Teleasistencia Avanzada.
Foto: Concha Ortega / ICAL
Foto: Concha Ortega / ICAL