La Universidad de Valladolid ha apostado por desarrollar el curso 2020-2021 con el mayor grado de presencialidad posible, compatible con la seguridad y salud de toda la comunidad universitaria. Esta situación ha exigido "por parte de todos nosotros un esfuerzo adicional muy considerable, que hemos desarrollado de manera comprometida pensando en nuestro estudiantado", manifiestan desde la comunidad universitaria de Valladold. "El mayor grado de presencialidad asegura la mayor calidad posible en la docencia, así como la equidad e igualdad de oportunidades para nuestros estudiantes".
Próximamente dará comienzo el proceso de evaluación del curso 2020-2021, así como las pruebas de la EBAU, que son cruciales para los estudiantes de Bachillerato que afrontan su acceso a la Universidad. Ambos procesos se realizarán de manera presencial.
Esta situación ha llevado a que el Rector de la Universidad de Valladolid, junto con los Rectores de las universidades públicas de Castilla y León, así como la propia Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, hayan elevado a las autoridades competentes diversas peticiones para que los profesionales sean tenidos en cuenta, dentro de los grupos prioritarios, en el proceso de vacunación frente a la COVID-19.
La vacunación de la plantilla de la Universidad de Valladolid, tanto personal docente como de administración y servicios, "incrementaría aún más la seguridad de nuestros Campus y no supondría una alteración significativa en el proceso de vacunación", aseguran. Además, las plantillas de los otros niveles educativos, con similar riesgo de exposición que los profesionales universitarios, han sido programados en el grupo 6 de vacunación. Ello implica un "agravio comparativo que es muy difícil de asimilar por la comunidad universitaria y que desmotiva a nuestro personal y genera un riesgo fácilmente evitable".
Adicionalmente, aunque los estudiantes de las ramas sociosanitarias que realizan prácticas han sido programados para su vacunación, no sucede lo mismo con los estudiantes de Educación que realizan prácticas en centros educativos de Infantil, Primaria y Secundaria, y que se están formando para ser educadores en el futuro inmediato. Todo ello, a pesar de que los docentes de dichos ámbitos sí han sido incluidos en los grupos preferentes de vacunación. Por estos motivos, tampoco "entendemos que se excluya de la vacunación programada a los estudiantes de los Grados de Educación que desarrollan su formación práctica en diferentes centros educativos".
En consecuencia, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Valladolid solicita que "se reconsidere la estrategia de vacunación frente a la COVID-19, incluyendo a su plantilla y a los estudiantes de Educación entre los colectivos con función esencial para la sociedad que están recibiendo la vacuna en este momento", concluyen.