Menos de un año después de que la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, aprovechase una visita institucional a Segovia para comprobar el progreso de las obras de la primera Unidad de Convivencia en el recientemente renombrado CAPDI Los Juncos –antes CAMP El Sotillo-, la propia consejera ha acompañado esta mañana al presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, y a la directora del centro, Angustias Sernández, en la inauguración de dicha estancia, la primera Unidad de Convivencia de Castilla y León para personas con discapacidad intelectual y a la que se ha bautizado con el nombre de Ojalvilla en honor a un asentamiento poblacional que habitó el municipio de La Lastrilla en la Edad Media y desapareció con el paso del tiempo.
“Parece mentira que lo que hace sólo unos meses eran 265 metros cuadrados de ladrillos, columnas, yeso, planos sobre los que aún se realizaban algunos cambios y muros entre los que era difícil imaginar pasillos o paredes, hoy es un hogar para catorce personas --cuatro mujeres y diez hombres-, con sus siete habitaciones dobles, sus respectivos cuartos de baño, su cocina, sus adornos y su salón”, afirmaba.
De Vicente, quien en varias ocasiones ha reiterado el cariz familiar que pueden llegar a alcanzar estas Unidades de Convivencia, de las que, en los cuatro centros dependientes de la Diputación, ya hay construidas ocho. A su vez, Isabel Blanco recordaba que este pequeño hogar, en el que desde mediados de abril conviven diez hombres y cuatro mujeres de entre 32 y 86 años con una discapacidad intelectual de entre el 44% y el 99%, responde a un “modelo de atención residencial centrado en la persona, que trata de garantizar la calidad en la atención y la protección de los más vulnerables por medio de módulos íntimos y acogedores, que facilitan la convivencia y el desarrollo del proyecto vital de cada persona de acuerdo con sus deseos y preferencias”.
200.000 euros de inversión y una grúa portátil
Ubicado en un antiguo almacén del centro, este espacio, en cuyo acondicionamiento la institución provincial ha invertido 200.000 euros, cuenta, además de con una grúa portátil –a la que han sido destinados 8.762,57 euros-, con una zona común de 68 m2 con cocina y salida a una zona ajardinada a la que se accede desde el salón, desde el cual se da paso también a la zona de siete habitaciones dobles con baño propio. Según daba a conocer Miguel Ángel de Vicente, tres de estas habitaciones han sido adaptadas, debido a que los habitantes de Ojalvilla tienen capacidades diferentes y una serie de necesidades distintas de apoyo, que abarcan, desde cuestiones de movilidad y visión, hasta otras relacionadas con la asistencia conductual positiva.
Tal y como se encargaba de recalcar la directora, tras la reforma arquitectónica de esta parte del centro, los residentes pueden entrar y salir de la Unidad cuando así lo desean, gracias a la ubicación de ésta en la planta baja de la residencia, lo que ha supuesto una mejora en la accesibilidad y ha permitido garantizar la convivencia en “en un entorno terapéutico y seguro que facilita la interacción social con diferentes grupos, desde residentes y trabajadores, hasta sus familiares, amigos y allegados”.
Además, Sernández reconocía que “desde el primer momento de estancia en la Unidad se han visto cambios positivos en las personas”, y que, con la ayuda de las ocho auxiliares de atención a personas dependientes -cuatro de las cuales han sido designadas profesionales de referencia-, la educadora y la psicóloga que trabajan en la Unidad, se ha observado en todos ellos una mayor autonomía, una mayor conciencia de respeto y responsabilidad y una gran satisfacción por vivir “como en su propia casa; cumpliendo sus sueños y desarrollando sus proyectos de vida con la ayuda personalizada de los profesionales exclusivamente en lo que necesitan”.
El proceso de cambio del centro hacia un modelo de atención centrada en la persona comenzó en el año 2013 con el Plan de Actuación aprobado por el Pleno de la Diputación en mayo de ese año. Entre las modificaciones, previstas entonces están las transformaciones arquitectónicas del centro en Unidades de Convivencia y la propuesta de cambio de nombre a Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual Los Juncos, “por la capacidad de resistir los vientos de la vida, que arremeten con fuerza, pero vuelven a dejarnos en pie” -explicaban los presentes-.
Un cambio que seguirá experimentando el centro gracias, entre otras cosas, a inversiones como las que ha anunciado la consejera y que, con un presupuesto de 870.000 euros, permitirán continuar la adaptación y acondicionamiento de espacios, realizar mejoras de accesibilidad y de estructuración de estancias y adquirir un microbús accesible para el transporte colectivo de residentes.
Mientras llegan estas inversiones, que se pretenden acometer con fondos europeos, y termina de ser tramitada para su aprobación la Ley de Apoyo al Proyecto de Vida de las Personas con Discapacidad en Castilla y León, Miguel Ángel de Vicente deseaba a los residentes de la nueva estancia que el cumpleaños de Sergio, con el que el 12 de abril se celebró la entrada a la Unidad de Convivencia “fuese la primera celebración en familia de muchas y que la nueva población de Ojalvilla sea feliz aquí durante mucho, mucho tiempo”.
El acto concluía con la canción ‘Resistiré’ sonando en la voz de Jesús Parra, después de que los presentes guardasen un minuto de silencio en contra de la violencia de género y en memoria de Olivia, la menor cuyo cuerpo era encontrado hoy en el mar, después de que su padre la secuestrase junto a su hermana pequeña, y de Rocío Caíz, menor también y cuyo cadáver también era encontrado hoy después de que presuntamente haya sido asesinada por su expareja.