Según los datos sobre reciclaje de envases domésticos en la Comunidad, facilitado por Ecoembes a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, este crecimiento ha sido posible gracias al mayor compromiso ciudadano y al mantenimiento durante la pandemia de la recogida selectiva municipal como actividad esencial. Durante el año pasado, el contenedor azul recogió 19,6 kg de papel y cartón por habitante, un 0,2 % más que en 2019. En 2020 se entregaron a instalaciones recicladoras 65.061 toneladas de envases domésticos procedentes de los contenedores amarillos y azules de la calle, de recogidas selectivas en lugares de gran afluencia y de plantas de residuos municipales. La Junta valora que en Castilla y León la educación ambiental y otras acciones de información y sensibilización ciudadana están permitiendo mejorar los datos del reciclaje en la Comunidad.
A pesar de la excepcionalidad vivida durante gran parte del año 2020 y que continúa en la actualidad como consecuencia de la COVID-19, el reciclaje de envases volvió a consolidarse un año más como una práctica medioambiental muy extendida en la sociedad castellana y leonesa. Así se desprende de los datos de participación ciudadana proporcionados por las 2.248 entidades locales que prestan el servicio de recogida de estos residuos en Castilla y León a Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro encargada de la gestión de los envases domésticos ligeros. Estas cifras confirman el crecimiento, un año más, en la cantidad de estos residuos que los ciudadanos depositaron en el contenedor amarillo (destinado a envases de plástico, latas y briks) y en el contenedor azul (papel y cartón).
Así, cada ciudadano castellano y leonés depositó 15,5 kg de residuos -un 11,3 % más respecto al año anterior- en los 14.772 contenedores amarillos destinados a los envases domésticos de plástico, metal y brik. Una cantidad que, durante los últimos cinco años, se ha incrementado un 41% y refleja el creciente compromiso ciudadano con el reciclaje de estos envases. Pero hay que seguir reforzando y sensibilizando para afinar la separación que los ciudadanos hacen en sus hogares, ya que de los kilos que cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo, 4,1 kg fueron de residuos que no son envases.
Por su parte, la colaboración ciudadana con el reciclaje a través del contenedor azul creció un 0,2 % gracias a que cada castellano y leonés depositó 19,6 kg de papel y cartón en los 15.754 contenedores azules que hay situados en la vía pública para reciclar sus envases. Una cifra que, durante los últimos cinco años, ha aumentado un 10 %. Cabe destacar que, en los contenedores azules, además de envases domésticos, se depositan otros residuos, como el papel y el cartón comerciales y las revistas.
Además de a través de los contenedores azules y amarillos, los envases domésticos ligeros de plástico, metal, brik, papel y cartón se recogieron en otros puntos de reciclaje, como los más de 1.800 contenedores de recogida selectiva situados en lugares de gran concurrencia (oficinas, estadios, hostelería y festivales, entre otros). También se recogieron envases domésticos ligeros en las plantas de residuos urbanos a las que se trasladan los contenedores de resto (un lugar en el que no deberían depositarse estos residuos, pero al que, gracias a la colaboración ciudadana, llegan cada vez menos envases).
En total, gracias al esfuerzo y compromiso de la sociedad castellana y leonesa, en 2020 se entregaron a instalaciones recicladoras homologadas un total de 65.061 toneladas de envases domésticos para su posterior reciclaje, un 0,2% más que el año anterior.
Crecimiento constante del reciclaje de envases en Castilla y León
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente valora muy positivamente los buenos resultados que dejan las campañas de sensibilización y quiere destacar que en Castilla y León la educación ambiental está permitiendo mejorar los datos del reciclaje y, lo que es más importante, que se ha convertido en un hábito que ya forma parte de la cotidianidad de los ciudadanos.
“No podemos negar que, cada vez más, los ciudadanos son conscientes de los retos ambientales a los que nos enfrentamos como sociedad y de cómo cada uno de nosotros, con pequeños gestos, podemos contribuir a mejorar esta situación. Los resultados de reciclaje de envases en Castilla y León han experimentado en los últimos años un crecimiento constante”, ha expresado el consejero, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
“Sin duda y, a pesar del contexto de pandemia, el compromiso de la sociedad castellanoleonesa con el reciclaje de envases domésticos se ha reforzado, convirtiéndose en el hábito ambiental más extendido entre los hogares castellanoleoneses”, indicó Alberto Fernández, gerente de Ecoembes en Castilla y León, quien añadió que “gracias al esfuerzo realizado por la Junta, los municipios y Ecoembes, el sistema de reciclaje se ha optimizado de manera constante. Con este objetivo, durante el pasado año se entregaron 50 contenedores ligeros al ayuntamiento de Burgos y 16 al Consorcio de Segovia para hacer posible la recogida selectiva en diversos actos. Seguiremos colaborando para convertir a Castilla y León en una sociedad 100 % recicladora”.
Gestión de los envases domésticos ligeros
La misión de Ecoembes, tal y como establece la Ley de Envases 11/97, es coordinar y financiar el ciclo del reciclaje de los envases domésticos de plástico, metal, brik, papel y cartón en España, con el objetivo de que estos residuos se recuperen y reciclen de manera eficiente y sostenible para garantizar su circularidad. Los envases domésticos adheridos a Ecoembes suponen un 8% en peso del total de residuos municipales generados.
Tal como marca esta ley, Ecoembes cubre el coste eficiente de lo que supone para las 8.131 administraciones locales españolas prestar el servicio esencial de recogida selectiva y tratamiento de envases domésticos ligeros. Esta cantidad que reciben las administraciones locales procede tanto del pago del Punto Verde por parte de las empresas que ponen envases domésticos en el mercado español como de los ingresos obtenidos por la venta de materiales a instalaciones recicladoras.
Tanto la actividad de estos ayuntamientos como la de Ecoembes está permanentemente auditada por las autoridades públicas -y reforzada por controles internos de Ecoembes- que mantienen un control estricto sobre las cantidades recogidas de los contenedores y posteriormente recicladas, a través de auditorías, análisis de composición de los residuos y controles de calidad de los mismos, inspecciones en plantas y auditorías de homologación de recicladores. En el último año se han realizado en nuestro país más de 14.000 auditorías y controles de calidad a lo largo de toda esta cadena.