Intermitentes, señal de alerta de cinturones de seguridad sin abrochar, pitidos del sensor de marcha atrás, etc.: estos sonidos animan los trayectos de todos los conductores, forman parte de nuestro día a día. Sin embargo, aunque puedan parecer anodinos, son fruto de un trabajo riguroso. William Rodríguez, Responsable de Experiencias del Usuario en la dirección de Diseño de Renault, nos explica los retos y el proceso creativo que acompañan al desarrollo de los sonidos interiores de los vehículos Renault del presente y el futuro.

¿Por qué trabajar sobre los sonidos que se escuchan en el interior de un vehículo? ¿De qué sonidos hablamos exactamente? ¿Cómo se crean estos sonidos? Estas son dudas que uno no se plantea todos los días. Sin embargo, son cuestiones esenciales para crear la experiencia global en el interior de un vehículo. Para la dirección de Diseño de Renault, son fundamentales. En primer lugar, para que el conductor entienda correctamente los mensajes que transmiten los sonidos. Pero también para la marca, que puede reforzar su identidad a través de los elementos sonoros.

«El vehículo es un instrumento que debe afinarse. Emite sonidos abstractos que deben comprenderse correctamente. Nosotros no hacemos música, transmitimos mensajes con una intención estética, respetando y reforzando el ADN de la marca.», asegura William Rodríguez, Responsable de Experiencias del Usuario, dirección de Diseño de Renault

La intención de los sonidos



El trabajo sobre el diseño sonoro del interior del habitáculo se basa en tres grandes familias de sonidos: los sonidos llamados «reglamentarios», que informan o advierten, como los intermitentes o el aviso de que los cinturones de seguridad no se han abrochado; los sonidos de ayuda a la conducción, como el sensor de marcha atrás o la alerta de salida de carril; y por último, los sonidos denominados «multimedia», que responden a las acciones efectuadas en la pantalla central.

Es importante formular una estrategia de diseño sonoro por distintos motivos:

En primer lugar, para ofrecer una experiencia única al usuario, con un buen equilibrio entre el sonido y los demás estímulos visuales o táctiles. Naturalmente, estos sonidos deben resultar agradables para el usuario, pero también transmitir los mensajes correctos: informar, confirmar, avisar, alertar. Cuando se interpretan de forma instintiva, permiten al conductor adaptar su comportamiento adecuadamente.

En segundo lugar, para crear un universo sonoro como identidad exclusiva de la marca Renault. Todos los elementos sonoros que animan el habitáculo y las pantallas de los vehículos permiten reforzar la identidad de la marca, a semejanza de una firma luminosa o un eslogan publicitario.

El objetivo es despertar emociones mediante una experiencia de conducción positiva y agradable, a la vanguardia del sonido.



«Prestamos una atención especial a la singularidad de los sonidos, para crear una auténtica identidad sonora Renault. En cuanto a la dirección artística, quisimos que los sonidos Renault fueran coherentes con la identidad de la marca: prácticos a la par que acogedores, positivos y hedonistas», explica William Rodríguez.



Los sonidos del futuro



El departamento de Experiencia del Usuario de la dirección de Diseño de Renault trabaja en la actualidad en una innovadora generación de sonidos interiores para vehículos de serie que se lanzará en los próximos años, comenzando por Mégane E-TECH Eléctrico. Al igual que en un proceso de diseño industrial clásico, el trabajo de diseño sonoro se basa en «sketches sonoros» para cada sonido en función de una dirección artística global o del tipo de mensaje que se desea transmitir.

Este trabajo se realiza a partir de una biblioteca sonora, compuesta por efectos sonoros grabados. Para representar la calidez y componer sonidos agradables, la naturaleza aparece rápidamente como principal fuente de inspiración. «Trabajamos a partir de una gama de sonidos inspirados en la naturaleza: sonidos de piezas de madera frotadas entre sí, percusiones, semillas cayendo, gotas de agua...».



A continuación, estos materiales sonoros se estilizan y se mezclan con programas informáticos de tratamiento del sonido, y, después,  un grupo de usuarios seleccionados los prueban y manifiestan las emociones experimentadas. De este modo, un sonido puede considerarse demasiado «lúgubre», demasiado «seco»; otro, demasiado «plástico» o demasiado «melódico».

Según las observaciones de los usuarios, los sonidos se reformulan, se esculpen, se tallan, se cortan… a fin de que respondan a la estrategia previamente establecida, basada en la calidez, y de acuerdo con las especificaciones iniciales. Todo ello en estrecha colaboración con otros departamentos, como Producto, Ingeniería y Marketing.

La revisión completa del diseño sonoro de los futuros vehículos Renault está a punto de finalizar. El resultado se escuchará a bordo de los nuevos modelos de la gama a partir del año que viene.