A partir de este sábado 26 de junio, España comenzará a relajar el uso obligatorio de las mascarillas en espacios al aire libre en una nueva etapa de lucha contra la pandemia y ahora que parece que la vacunación va dando sus resultados y avanza para inmunizar a toda la población de nuestro país.

El Consejo de Ministros ha aprobado este jueves la nueva norma que permite, a partir del 26 de junio, circular por exteriores y espacios abiertos sin este objeto que nos ha acompañado durante el último año y tres meses, eso sí, siempre que se respete la distancia interpersonal de 1,5 metros. 401 días después de que entrara en vigor la primera norma que impuso su obligatoriedad en las calles españolas.

¿Cómo ha influido el hecho de portar durante todo este tiempo la mascarilla en nuestra piel? ¿Cómo lo va a notar ahora, cuándo nos la quitemos? ¿Qué debemos hacer para tener una piel sana? Charlamos con Jara Valtueña Santamaría, médico del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, para resolver estas cuestiones.

Problemas causados por la mascarilla



Durante todo este tiempo de pandemia se ha notado un aumento de irritaciones y erupciones acneiformes, el denominado mascacné. El tener la mascarilla puesta durante muchas horas genera un aumento de temperatura y humedad centrado principalmente en el área perioral, que incluye parte de la zona T, una zona más grasa. Esta falta de transpiración da lugar a la obstrucción de nuestros poros y una alteración de las glándulas sebáceas con la aparición de granitos, irritaciones y otras afecciones cutáneas. Además, se nos ha olvidado más durante este año el darnos protección solar en la zona de la cara que queda libre de mascarilla”, ha asegurado Jara Valtueña Santamaria, médico del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, en declaraciones a El Español Noticias de Castilla y León.

Han sido meses duros en los que la mascarilla nos ha acompañado para evitar más contagios por coronavirus. Sin embargo, su uso nos ha ocasionado una serie de problemas que han sufrido, en mayor manera, los sanitarios y otros grupos que han tenido que trabajar con ella puesta durante largas jornadas laborales.

“La erupción, el mascacné, ha provocado que se haya exacerbado el acné y la rosácea. Además, ha habido más eccemas por el roce de la mascarilla y el tejido también ha contribuido a esa irritación”, señala la especialista, como las tres causas que han provocado problemas en nuestra piel facial al portar la mascarilla.

Hacer caso a los especialistas



Aunque ya no será obligatoria desde el sábado siempre que guardemos el metro y medio de distancia de seguridad en exteriores, cuando existan aglomeraciones en estos exteriores y en los interiores tendremos que seguir cubriéndonos la boca para evitar contagios, por eso resulta práctico prevenir para evitar sustos con nuestra piel.

Las mascarillas desechables hay que cambiárselas cada cuatro horas aproximadamente. Parece obvio pero no lo hacemos. Las de tela debemos lavarlas cada día”, añade Jara Valtueña. Además, hay mascarillas (como las FFP2) que “ocluyen más que otras” por lo que “conviene hacer periodos de descanso cada dos o tres horas para airear la zona”.

La especialista asegura que a lo largo de estos meses de pandemia “no se han encontrado problemas dermatológicos extremadamente graves” por el uso de este objeto, pero que además de alterarse la salud de la piel, a los pacientes también les afecta el hecho de mirarse al espejo y apreciar estas irritaciones y problemas faciales, por eso hace un llamamiento a seguir las recomendaciones de los profesionales.

Trucos para una piel de diez



“La limpieza de la piel es muy importante. Se nos está olvidando porque como la gente va tapada se da menos cremas, se cuida y se limpia menos la piel. Cuando hay humedad y altas temperaturas por culpa de la mascarilla debemos limpiar nuestra cara por la mañana y también por la noche con productos específicos”, señala la profesional del Hospital Clínico de la ciudad del Pisuerga.

Ante el acné apuesta por utilizar un gel limpiador antiacneico tanto por la mañana, como por la noche. También podemos incluir una exfoliación de la piel una vez a la semana. Con pieles más sensibles, con eccemas, irritaciones… recomienda el agua micelar para pieles sensibles, siendo aplicada esta con un disco de maquillar. Tras la limpieza aplicar una crema específica.

“Para pieles con acné recomiendo hidratar y proteger la piel con un gel libre de grasa (oil free). Por la noche se pueden incluir serums con ácido glicólico, salicílico o retinol” con efecto peeling, añade la doctora Valtueña.

Además, asegura que para pieles sensibles “no se puede utilizar nada que irrite” porque “lo que se debe hacer es restaurar la barrera. Las cremas regenerantes, con activos calmantes como la niacinamida son perfectas para este tipo de pieles”.

No podemos olvidarnos de la protección solar diariamente, adecuada a nuestro tipo y condición de piel.

La relajación del uso de la mascarilla, un alivio para nuestra piel



“Con la relajación del uso de la mascarilla se va a sentir una mejoría en la transpiración de la piel. Menos humedad, los poros no sufrirán tanto ese taponamiento con exceso de grasa, y, además, como nos la vamos a ver nos la cuidaremos más”, añade la experta.

La sanitaria recomienda, ahora que estamos en verano, “mantener la piel hidratada y evitar la exposición solar a las horas puntas del día” y apuesta por aprovecharnos del “efecto antiinflamatorio del sol sobre la piel” pero siempre con una buena protección solar y cabeza.

La relajación del uso de la mascarilla dará un alivio a nuestro rostro, durante meses sufriendo los efectos de una mascarilla que, eso sí, nos ha protegido ante los contagios por coronavirus. 

Jara Valtueña ha creado un perfil de Instagram con trucos para cuidar nuestra piel. Es el siguiente: @miniclaves_saludables