Las altas temperaturas pueden tener una serie de efectos negativos sobre nuestra salud como calambres, deshidratación, insolación o golpes de calor, que son especialmente preocupantes en la población infantil y en las personas mayores. El calor no afecta a todas las personas por igual y entre las más vulnerables se encuentran las personas mayores, especialmente las que viven solas o son dependientes.
La población infantil (sobre todo niños y niñas menores de 4 años), las personas con enfermedades crónicas y en tratamiento con determinados fármacos, personas con obesidad o exceso de peso, las personas con discapacidad, las mujeres embarazadas y las personas sin hogar son especialmente vulnerables.
Aunque los efectos adversos para la salud de las olas de calor se pueden prevenir en gran medida siguiendo consejos muy sencillos y llenos de sentido común, que se añaden a los consejos para protegerse del COVID-19.
Con el fin de reducir los problemas derivados de las altas temperaturas, Cruz Roja recuerda una serie de pautas sencillas en el día a día para poder disfrutar del calor y del verano con más seguridad:
Mantenerse alejado del calor. Evite salir y realizar actividades extenuantes durante el momento más caluroso del día. Manténgase a la sombra, no deje a niños o animales en vehículos estacionados y, si es necesario y posible, pase 2–3 horas del día en un lugar fresco mientras respeta la distancia física de al menos 1,5 metros y use la mascarilla cuando corresponda.
Mantener el hogar fresco. Use el aire nocturno para enfriar su hogar. Reduzca la carga de calor dentro de casa durante el día usando persianas y apagando la mayor cantidad posible de dispositivos eléctricos.
Si tiene que permanecer en el exterior procure estar a la sombra, use ropa ligera y de color claro, protéjase del sol, use sombrero, protección solar y gafas de sol adecuadas. Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire.
Mientras se cuida, planifique ver a familiares, amistades y vecinos que pasan gran parte de su tiempo a solas. Las personas vulnerables pueden necesitar ayuda en los días calurosos, y si alguien que conoce está en riesgo, ayúdelo a obtener consejos y apoyo mientras respeta las recomendaciones de distanciamiento físico.
Si tiene problemas de salud, consulte con su médico acerca de las medidas suplementarias que debe adoptar si padece alguna enfermedad de riesgo. Siga tomando sus medicamentos. No se automedique.
Si se encuentra mal a consecuencia del calor, pare la actividad que esté desarrollando, intente situarse en un lugar fresco y pida ayuda. Si tiene síntomas relacionados con la COVID-19, recuerde permanecer en casa.