La secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, ha destacado que las ONG de acción social han "sacado pulmón" durante la pandemia sirviendo de apoyo "donde no llegaba la administración pública" y ha lamentado que, a pesar de ello, siguen "sujetos a subvenciones".
"En esta pandemia, el Tercer Sector ha sido muy necesario, ha sacado pulmón y ha cubierto muchas veces las funciones de los servicios sociales: nos han derivado a personas, nos han pedido repartir mascarillas, habilitar plazas para personas sin hogar con inmediatez, aunque se ha apoyado con los fondos. La capacidad de complementariedad donde no llega la administración pública se ha demostrado; sin embargo, seguimos sujetos a convocatorias de subvenciones anuales", ha explicado Peiro en una entrevista con Europa Press.
La secretaria general de Cáritas Española considera que esto no se corresponde con la "madurez" de un sector "importante". Por ello, quieren que la administración pública "se lo tome en serio" y "explore nuevas formas" de financiación. Así se lo plantearon recientemente desde la Plataforma del Tercer Sector a la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
"Al igual que en otros sectores, existen posibilidades de conveniar o de hacer contrataciones públicas con la administración como hacen las empresas, conciertos que sean plurianuales, que den estabilidad de varios años para acometer procesos de trabajo importantes", propone.
Asimismo, han sugerido al Gobierno la posibilidad de que las ONG de acción social puedan acogerse a "un fondo carente de personalidad jurídica". "Que sea un fondo de apoyo, como los fondos que hay para la agricultura o para el desarrollo territorial, también para el desarrollo social", detalla la secretaria general de Cáritas.
LOS EFECTOS DEL "TSUNAMI" DEL COVID
Para Peiro, la pandemia ha supuesto "un tsunami" y "ahora se está observando lo que ha quedado en ese mar de fondo". En concreto, para las personas a las que acompaña Cáritas, ha provocado un deterioro en diferentes planos, uno de ellos, el laboral.
"Ha afectado a muchísimas personas que atiende Cáritas y más de la mitad (53%) están en desempleo, un porcentaje que llegó a ser del 79% en los meses más duros. Ahora estamos viendo esos efectos del tsunami, vemos que a las personas en exclusión social les ha afectado tres veces más que al conjunto de la población", ha explicado.
Cáritas Española ayudó a casi 1,8 millones de personas en España en 2020, un 26,1% más que el año anterior; y del total de personas acompañadas, unas 500.000 acudieron por primera vez o después de mucho tiempo. De las personas atendidas, Peiro destaca que 315.000 vivían por debajo del umbral de pobreza, y unas 26.000 no estaban en esa situación vulnerable antes de la crisis del Covid.
Además, Peiro advierte de que mientras ya hay un grupo de población para el que el empleo ya ha vuelto a "niveles prepandemia", esto no ocurre para "las personas que están más a la cola, que trabajaban en la economía informal o que ya eran perceptores de rentas mínimas".
TENÍAN CONFIANZA EN EL IMV
A muchas de estas personas no les han llegado las ayudas puestas en marcha por el Gobierno, según avisa la secretaria general de Cáritas. En concreto, se refiere al Ingreso Mínimo Vital (IMV) para advertir de que aún muchas personas en situación vulnerable "se quedan fuera" como personas sin hogar, migrantes irregulares o jóvenes.
"Teníamos confianza en el IMV y seguimos pensando que esa ampliación del alcance y de la cobertura en tema de garantía de ingresos, que antes solo era el autonómico, ha mejorado y va ser un colchón o un primer paso para lograr sacar a España de esos niveles de pobreza extrema, pero de momento la burocracia y adecuación del tema del IMV con los sistemas de rentas mínimas no alcanzado un encaje perfecto", concreta Peiro.
También están "preocupados" por las personas que están acogidas a ERTEs, por si en otoño serán absorbidas por las empresas o si, por el contrario, serán despedidas.
Ante estas necesidades, Peiro señala que la actividad de Cáritas sigue siendo "enorme" y, por el momento, no tienen ningún dato de las parroquias y Cáritas que les indique que estén bajando a niveles anteriores a la pandemia.
FALTA DE LIBERTAD DE CUIDADORAS Y EMPLEADAS DEL HOGAR
Sobre el aviso que hizo recientemente Cáritas Madrid, que dijo haber detectado casos de "esclavitud" a raíz de la crisis por la pandemia, Peiro ha indicado que aunque ninguna otra Cáritas ha dado estos datos abiertamente, sí han observado una "agudización" de las situaciones de explotación sexual, en el caso de las mujeres que quedaron "encerradas" en clubs y de "falta de libertad" en trabajos como el de las empleadas del hogar o las cuidadoras de personas mayores.
"Desde el programa de Mujer hemos registrado esa dificultad o falta de libertad de muchas mujeres en situación de exclusión porque necesitaban seguir agarradas a ese trabajo sin contrato y sin derechos, pero acrecentado por ese riesgo de contagio y esa falta de descansos obligatorios", ha explicado.
Otro problema que ha detectado Cáritas durante la pandemia y que se puede agravar en verano es la soledad de las personas mayores, que en esta época pueden encontrarse con menos posibilidades de visitas.
Por otro lado, Cáritas también mantiene su preocupación por el cuidado del medio ambiente y por el consumo responsable. Por ello, puso en marcha el proyecto Moda re-, destinado a la recogida, reutilización y preparación para el reciclaje textil. En 2020 llevó a cabo la recogida de unas 40.000 toneladas de ropa y calzado de segunda mano en contenedores, y ya cuentan con 102 tiendas en toda España.
"Cualquier iniciativa de reciclaje nos parece compatible porque lo que queremos es generar conciencia, dar una segunda vida a la ropa", ha comentado Peiro, añadiendo que también se dignifica la entrega de ropa a las personas que lo necesitan y se genera empleo de inserción.
ACCESO A UNA DIETA SALUDABLE
Preguntada por la polémica en torno a la recomendación del ministro de Consumo, Alberto Garzón, de reducir el consumo de carne, Peiro ha dicho que en Cáritas no tienen ninguna posición al respecto aunque aprovecha para reivindicar el derecho de todas las personas a una dieta saludable y para hacer un llamamiento a no desperdiciar alimentos.
"El sector agroalimentario es un sector que merece una reflexión muy profunda en términos de la producción, de los excedentes, desperdicios, precios y todo lo que tiene que ver con el derecho a la alimentación adecuada y sana", zanja.