La Universidad de León (ULE) ha suscrito esta mañana un convenio de colaboración con Tresca Ingeniería que permitirá al RTULE Racing Team de la ULE desarrollar un coche de Fórmula SAE que funcione con una pila de hidrógeno. El acuerdo ha tenido lugar esta mañana en la Sala Martín Sarmiento con la asistencia del rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, del director general de Tresca Ingeniería, Francisco Carro, Pedro Salvadores, profesor de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial de la ULE y director del equipo RTULE, Ramón Ángel Fernández, vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad, y Alejandro Ávarez, director financiero de Tresca Ingeniería.

El equipo ha proyectado y fabricado, hasta el momento, seis modelos de vehículos de inercia y pretende dar el salto, ahora, al motor eléctrico alimentado mediante una célula de combustible a base de hidrógeno verde, lo que supondrá un paso más en su camino hacia su auténtico objetivo: el desarrollo de vehículos autónomos libres de emisiones contaminante, así como la difusión del conocimiento acerca del hidrógeno como vector energético. Según afirma la dirección de innovación de Tresca Ingeniería, el vehículo propulsado por hidrógeno verde constituye un paso hacia delante en lo que ya conocemos como vehículo eléctrico, pues supone sustituir las baterías actuales por células de hidrógeno que producen energía eléctrica.

Según el responsable del RTULE Racing Team, Pedro Salvadores, con la partida presupuestaria aportada por Tresca Ingeniería se podrá avanzar en el desarrollo de sus vehículos, así como en la difusión del conocimiento sobre automoción entre los jóvenes. Su idea es retomar el diseño y producción de este vehículo después del verano, con la vista puesta en la participación en las carreras internacionales de coches Fórmula SAE y en el Proyecto Galileo Energía Gravitatoria, financiado por el FECYT, que finalizará con una carrera en Puebla de Sanabria que pretenden celebrar en mayo de 2022 y que servirá para testar la buena marcha de los prototipos del equipo.

Esta carrera, en la que competirán los coches RTULE GALILEO V1 (propulsados por energía gravitatoria), supondrá la colaboración de alumnos de diferentes institutos de Educación Secundaria, algo que ya está ocurriendo con el propio diseño y fabricación de los vehículos construidos hasta ahora. De hecho, estudiantes de la Universidad del León y de Ciclos Formativos de Formación Profesional del Instituto de Educación Secundaria Giner de los Ríos de León trabajan codo con codo para sacar adelante estos prototipos que permiten acceder a una formación diferente y de calidad.



De hecho, esta es una de las características más destacadas del proyecto: el aprendizaje que combina conocimientos, habilidades técnicas, práctica y, lo que es más importante, la implicación activa de los alumnos en la construcción de la realidad y en el servicio a la comunidad local. Tanto es así, que el desarrollo de este proyecto de vehículo de Fórmula SAE propulsado por hidrógeno verde repercutirá de manera muy positiva en el sector de la movilidad y en el de la ingeniería y la investigación (y, por tanto, en el conjunto de la sociedad), tanto en la aportación de tecnología (el equipo trabaja en investigación y desarrollo de patentes) como en el estudio de materiales inteligentes, “que sientan, que detecten el aire, la presión, etc.”, explicaba Pedro Salvadores.

Además, la construcción de este prototipo impulsado por hidrógeno verde permitirá investigar cómo almacenar el combustible en pilas de forma segura, lo que repercutirá en el cambio del paradigma de la movilidad que ya se está llevando a cabo y que supone una apuesta clara y decidida por combustibles verdes.

Este convenio abre un puente de colaboración entre el equipo y Tresca Ingeniería que, a buen seguro, beneficiará a ambas partes. Para el director general de la compañía, Francisco Carro, “es un honor poder participar en un proyecto como este, que tanto valor tendrá para el futuro de los usos del hidrógeno como vector energético y que, además, permite fomentar una educación de calidad, basada en aprendizaje de contenidos, pero también prácticos”.

Esta acción está alineada con el plan estratégico de Tresca Ingeniería, en cuanto al desarrollo de técnicas energéticas limpias y la descarbonización de la industria y de la sociedad en general. La descarbonización y la reducción de la huella de carbono y, por tanto, la búsqueda de fórmulas, herramientas y tecnología para alcanzar estas metas son objetivos estratégicos para la industria en general y la movilidad en particular. Tresca, como consultora de ingeniería líder en estos ámbitos, apuesta por la investigación, la educación y la difusión del conocimiento asociado a estos objetivos. “Estar más cerca de eso que está por venir es una de nuestras señas de identidad”, ha añadido Carro en este sentido, “y contribuir a formar a los ingenieros del futuro nos ayuda a cumplir nuestros propios objetivos”.