Unicaja Banco ha publicado el número 6 de su informe trimestral ‘Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León’, elaborado por Analistas Económicos de Andalucía. Según se recoge en el informe, las estimaciones realizadas apuntan a un crecimiento de la actividad económica de todas las provincias castellano-leonesas para 2021.
Según estas previsiones, en el conjunto de 2021 la economía de Castilla y León podría crecer un 5,4%, tasa similar a la estimada en marzo, en un contexto marcado por los avances en el proceso de vacunación y la mejora de la situación internacional. Este crecimiento podría ser del 3,8%, en un escenario menos favorable, dada la persistencia de elementos de incertidumbre, asociados principalmente a la evolución de la pandemia y las posibles variantes, el comportamiento del consumo y la demanda turística, tal y como se señala en el informe ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’ publicado recientemente.
Asimismo, se prevé un crecimiento del empleo entre el 0,1% y el 0,5%, continuando en 2022 la recuperación tanto del PIB como del empleo, con un crecimiento previsto de la producción que superaría el 4,5% y un aumento del empleo superior al 1,1%.
Atendiendo a dichas estimaciones realizadas por la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco, en el escenario base, todas las provincias registrarán un crecimiento de la actividad económica superior al 4,5%, con tasas comprendidas entre el 4,5%, en la provincia de Palencia y el 6,2%, en las de Soria y Zamora. En un escenario menos favorable, el crecimiento se situaría por debajo del 4,6% en todas las provincias.
Este documento se centra en el análisis de la evolución y las perspectivas económicas de cada una de las provincias de la región y complementa el informe de previsiones económicas que, con carácter regional, se publicó el pasado 16 de julio.
El informe se estructura en dos apartados: en el primero se describe el contexto económico internacional y nacional, y se recogen los principales rasgos del comportamiento reciente de la economía regional; y en el segundo se realiza una comparativa de los principales indicadores a escala provincial. Este apartado incorpora las estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía sobre la evolución de la actividad económica para 2021.
Análisis provincial: evolución reciente de los principales indicadores económicos
Según estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía, en el primer trimestre de 2021 la actividad económica habría registrado un descenso generalizado en las provincias de Castilla y León. El retroceso de la actividad habría sido superior al promedio regional (-1,1%) en las provincias de Palencia (-1,8%), Burgos (-1,5%), Valladolid (-1,5%) y Ávila (-1,3%), si bien estas tasas no serían estrictamente comparables, mientras que en el resto de provincias el descenso es inferior al 1%.
En lo que respecta al mercado de trabajo, según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2021 el número de ocupados en Castilla y León disminuyó en términos intertrimestrales un 2,2%. Descendiendo a escala provincial, la disminución del empleo ha sido generalizada, a excepción de Burgos (0,1%), registrándose las caídas más intensas en Segovia y Ávila (-6,0% y -5,6%, respectivamente). Hay que recordar que las cifras de empleo incluyen a los trabajadores afectados por ERTE.
En términos interanuales, la población ocupada ha disminuido en 29.200 personas en Castilla y León, lo que supone un descenso del 3,0% (-2,4% en España). Por provincias, solo en Palencia ha crecido el empleo (0,5%), registrándose los mayores descensos en términos absolutos en Valladolid (11.500 ocupados menos), Salamanca (-4.900) y León (-4.500).
Respecto a los datos de afiliación a la Seguridad Social, el número de trabajadores en Castilla y León se situó en mayo en 910.989 personas, aumentando en 7.536 afiliados con respecto al mes anterior (0,8%). Por provincias, el crecimiento con respecto al mes anterior ha sido generalizado. Con relación al mismo mes del ejercicio anterior (ya afectado por la pandemia), se ha registrado para el conjunto de la región un crecimiento del 3,0% (3,8% en España), aumentando la afiliación en todas las provincias, con incrementos superiores a la media regional en Zamora, Soria, Segovia y León.
Para el conjunto del ejercicio 2021, las estimaciones de la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco apuntan a un crecimiento de la actividad económica en todas las provincias. En el escenario base, el crecimiento provincial se situaría entre el 4,5%, de la provincia de Palencia, y el 6,2%, de las provincias de Soria y Zamora, siendo también superior al promedio regional (5,4%) en León (5,9%), Ávila (5,7%) y Burgos (5,5%), si bien estas tasas no son estrictamente comparables. En un escenario menos favorable, el crecimiento se situaría entre el 3,1%, de la provincia de Palencia, y el 4,6%, de la de Zamora.
Contexto internacional, nacional y regional
La primera parte del documento ‘Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León’ muestra el contexto económico internacional y nacional, y los principales rasgos de la trayectoria reciente de la economía regional, información recogida en el informe de ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’, publicado el pasado 16 de julio.
Según el último informe de la OCDE, las perspectivas de la economía mundial han mejorado, lo que se ha traducido en una revisión al alza de las previsiones de crecimiento para las principales economías. Para este año este organismo estima un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial del 5,8%, en tanto que, para 2022, prevé un crecimiento del 4,4%. No obstante, el ritmo de recuperación variará entre países. Las estrategias de salud pública, el ritmo en los procesos de vacunación, las medidas de política económica adoptadas y el peso de sectores especialmente perjudicados, como el turismo, explicarían los diferenciales entre países.
En lo que respecta a la economía española, las proyecciones de la Comisión Europea apuntan a que será una de las que más crezca en 2021 y 2022. En esta línea, el Banco de España prevé para este año un crecimiento del PIB del 6,2%, en su escenario central, 0,2 puntos porcentuales (p.p.) más respecto al estimado en marzo, justificado por los avances en el proceso de vacunación, la recuperación de los mercados de exportación y el continuado apoyo de las políticas económicas, incluido el programa de fondos europeos NextGeneration (NGEU, por sus siglas en inglés). En 2022 el PIB registraría un crecimiento del 5,8%, 0,5 p.p. más de lo previsto anteriormente, por el mayor impacto de los fondos NGEU, alcanzando en el último tramo de 2022 el nivel previo a la pandemia.
Estas perspectivas económicas siguen sujetas a un elevado grado de incertidumbre. Además de la evolución de la situación sanitaria, persisten otros elementos de riesgo relacionados con el ritmo y el alcance de la recuperación del consumo de los hogares, la reactivación del flujo de turistas extranjeros o la ejecución y el impacto sobre la actividad de los proyectos del NGEU.
En lo referente a la economía de Castilla y León, y como ya se recogía en el informe del pasado 16 de julio, la Contabilidad Regional Trimestral de Castilla y León, publicada por la Dirección General de Presupuestos y Estadística de la Junta de Castilla y León, señala que el PIB regional disminuyó un 1,3% en el primer trimestre de 2021,frente al crecimiento del 1,8% que se produjo en el trimestre anterior, debido al empeoramiento de la situación sanitaria (tercera ola). En términos interanuales, se registró un descenso del 1,1% (-4,5% en España, con datos brutos).
La aportación de la demanda interna ha sido de -1,3 p.p., frente a los -4,3 p.p. del trimestre anterior, debido al menor descenso del consumo y el crecimiento de la inversión. En términos interanuales, el gasto en consumo se ha reducido un 1,8%, por la caída del consumo de los hogares (-3,7%), mientras que el gasto en consumo de las administraciones públicas aumentó hasta el 3,1%. La contribución del saldo exterior es de 0,2 p.p., registrándose una disminución muy similar tanto de las exportaciones como de las importaciones totales (en torno al -8%).
Por el lado de la oferta, el descenso trimestral ha afectado a la mayor parte de las ramas productivas, exceptuando las energéticas y el sector agrario. En términos interanuales, el valor añadido ha disminuido en la agricultura (-4,7%), en la construcción (-6,5%) y en los servicios de mercado (-1,8%), mientras ha aumentado en la industria (4,1%), creciendo con mayor intensidad las ramas energéticas, y en los servicios no de mercado (1,8%).