De tomar ideas para vestir a las Barbies de las damas de fiestas de Coreses a ser uno de los responsables de los impresionantes trajes de 'Mask Singer' hay muchos años de trabajo, veranos sin vacaciones, un apoyo incondicional de la familia, y talento natural, mucho talento. Raúl Madrid Manso es el diseñador que está detrás, junto a la gran Cristina Rodríguez, de los diseños del 'talent show' de Antena 3. Los impresionantes disfraces de Medusa, Catrina, Cuervo o Cocodrilo han salido de la cabeza de este diseñador zamorano, que ha dejado boquiabiertos a millones de telespectadores durante ya dos temporadas.
A Raúl le cuesta recordar el momento en el que supo que su vida estaría dedicada a la moda. "Siempre me sentí diseñador". Esa es su verdad. Mientras sus compañeros de instituto estaban en esa encrucijada de qué estudiar, el coresano ya llevaba años "practicando" su diseños con trozos de tela, papeles y otros materiales, en sus muñecas. Raúl dibujaba sus diseños, a su manera claro, pero con un talento de esos que se nace, y luego los hacía realidad con "todo lo que pillaba por casa". Él mismo le sirvió de modelo y, criado en Coreses, no tenía otro remedio que "tomar ideas" de lo que tenía más cerca: las bodas y las damas de fiestas. "Iba a la puerta de la iglesia a ver los vestidos de las invitadas y también al desfile de las damas, me quedaba con los vestidos y luego los dibujaba", recuerda en una charla con El Español-Noticiascyl.
Más adelante, Raúl recuerda con mucho cariño cómo aprendió a coser en la tienda y taller de artesanía textil 'Zumaque', junto a varias amas de casa. Y cuando llegó el momento de estudiar, la decisión estaba clara. Raúl Madrid cursó el grado de Diseño de moda, en el Centro de Superior de Diseño de Moda de Madrid, un centro privado asociado a la Politécnica de la capital. Durante estos años, el zamorano tuvo claro que necesitaba tener un buen currículum para poder destacar en este implacable mundo de la moda. Por ello, a parte de las típicas prácticas que los estudiantes de Diseño de Moda suelen hacer "vistiendo a las modelos en los desfiles", en tercero de carrera conseguía unas prácticas en la revista de El País, SModa. Y si bien, el joven reconoce que "durante el verano no es la mejor época" para las colecciones, sí le sirvió para aprender "muchísimo".
Aunque el primer salto cualitativo en su carrera llegaba, sin duda, con el programa 'Cámbiame'. El joven coresano finalizaba sus prácticas en el programa de Telecinco, conducido por los estilistas Cristina Rodríguez, Pelayo Díaz y Natalia Ferviú. Raúl formaba parte del equipo de diseño y su trabajo pasaba por buscar las prendas en tiendas, almacenes y demás; y hacerle el cambio de vestuario, en directo, a los concursantes. Un trabajo "de soporte" de los tres famosos estilistas, que desempeño durante más de dos años, ya que una vez finalizaban sus prácticas, el programa quiso contar con él. Y si bien fue un trabajo que le dio una gran oportunidad, él mismo relata que "me cansa la televisión". Raúl sentía que "me estaba quedando vacío, todo es ir de aquí para allá, rápido, sin desarrollarme". Por lo que decidía abandonar el empleo en Telecinco "para drenar el cerebro, porque aunque es genial que la gente vea tu trabajo en televisión siento que se pierde la parte artística que yo quería hacer".
Por ello, durante la última temporada del programa, Raúl ya estaba preparando su primera colección propia, la cual era elegida por EGO Cibeles, para formar parte de la plataforma de jóvenes talentos de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. El zamorano tuvo la oportunidad de que sus diseños se vieran en todo el mundo, gracias a esta oportunidad en la que solo eligen a ocho jóvenes diseñadores cada año. Toda una ventana al mundo de la moda, que pronto dio sus frutos. Aunque no fueran los que Raúl tenía en mente. Y es que, a los cuatro días del desfile, Inditex se ponía en contacto con el diseñador para ofrecerle un contrato de exclusividad para que diseñara piezas para Zara, desde Alteixo. Un trabajo que, si bien apreció mucho, no era la esa parte creativa que el zamorano quería seguir, aún a riesgo de quedarse durante meses sin empleo, por lo que lo rechazó.
Pero su buena labor durante 'Cámbiame' no fue olvidada por la estilista Natalia Ferviú, que quiso contar con él en varios de sus proyectos, como reportajes para Vogue, un videoclip con 'Novedades Carminha', o la fiesta de 30 años de Vogue, donde diseñaron el vestuario para todo un ballet, con la inspiración de diseñadores españoles. Y tras casi un año con trabajos esporádicos en la editorial de moda Conde Nast, Raúl Madrid repetía, en 2018, en Cibeles, en la pasarela de jóvenes talentos. Un desfile que "tenía bastante más repercusión", y que llamaba la atención de artistas como Lourdes Hernández (Russian Red) o Luz Casal. El joven diseñador se muestra muy emocionado aún de que la cantante española "se enamorara" de uno de sus vestidos durante una sesión de fotos en Vogue. La gallega vio un diseño de Madrid Manso, gracias a una amiga que trabajaba de asistente en este reportaje y, si bien no pudo utilizarlo finalmente en la revista, la representante se quedaba con el contacto. Y dicho y hecho. Luz Casal lucía un abrigo/vestido del zamorano durante un programa de radio y el vestido del que se había quedado prendada en los X Premios Tendencias en Valencia.
La irrupción de Raúl Madrid en 'Mask Singer' y 'Élite'
Sin duda, Cristina Rodríguez es una de las grandes estilistas de cine y series de nuestro país. Una profesional "que tiene un altísimo nivel de exigencia" en su trabajo, y algo debió ver en el diseñador zamorano cuando quiso contar con él para "hacer los figurines" de la película 'Malnacidos'. Un primer paso a lo que luego sería una colaboración "codo con codo" en otros proyectos de gran calado como 'Élite' y 'Mask Singer'.
De hecho, desde la tercera temporada y hasta hoy mismo, Raúl Madrid es el primer ayudante de Cristina Rodríguez en el fenómeno adolescente de Netflix. En absoluta armonía, Cristina y Raúl reciben en guión de la serie y, de ahí, "montamos el look de cada personaje". Raúl reconoce que, "ha sido mucho más divertido a partir de la cuarta temporada, con la entrada de nuevos personajes", que le ha dado la posibilidad de desarrollar sus estilismos de cero. Y es que no se debe menospreciar la importancia del estilismo que lleve un personaje de una serie. El 'look' de este debe de "ir acorde con su personalidad e integrarse en las características del personaje. Y más en el caso de 'Élite'. La serie adolescente se ha convertido en todo un referente de moda entre los jóvenes de nuestro país. Su ropa y complementos se comparten masivamente en redes sociales y los jóvenes buscan cómo conseguir las prendas de sus ídolos. Es crear tendencia a través del audiovisual.
Y solapado en muchas ocasiones llegaba el bombazo de 'Mask Singer'. Aquí, el zamorano tiene "el 50% de la responsabilidad" de los diseños de los disfraces más famosos de la televisión. El proceso de fabricación es un reloj bien engrasado, que parte de los perfiles que reciben de la cadena (Caniche, Huevo o Camaleón) y, a partir de ahí, se diseña cada detalle de su traje. Una tarea más que complicada, no solo por el diseño en sí, sino por la dificultad que supone crear algo "donde va una persona dentro, que no debe pesar demasiado, que tienen que ver y que necesitan poder moverse". Además, con el añadido de que tienen que ser diseños originales que no recuerden a los ya fabricados en las ediciones internacionales del programa. Un buen ejemplo de ello es el de Gatita. Un personaje que también existe en la versión americana, como vedette, pero que Cristina y Raúl decidieron "convertir en una violetera a lo Sara Montiel", para darle un toque "nuestro", y en el que iba dentro la mismísima Isabel Preysler. Algo que, ni Raúl ni Cristina ni su equipo saben hasta el día de programa. "Yo juego en casa como los demás, a ver quién está dentro", explica el zamorano. Y es que solo el equipo interno del programa se encarga de vestir a los famosos con sus creaciones.
La ansiedad y saber parar
Sobre la repercusión que ha tenido el programa y sus diseños en toda España, Raúl Madrid reconoce que "todo me lo tomo como trabajo y relativizo mucho". Ayuda que, desde que él diseña los disfraces hasta la emisión del programa "pasa bastante tiempo, y cuando, por fin, lo ves en televisión, es una montaña rusa de emociones".
Un trabajo frenético, entre 'Mask Singer' y 'Élite' que ha terminado por "pasar factura" al joven zamorano. Él mismo relata que, actualmente, lleva meses sin trabajar, porque "después de Navidad peté en el trabajo y me rompí". Tras meses de insomnio cada vez más marcado, Raúl sentía como la ansiedad se iba haciendo cada vez mayor y comenzó a ir a terapia. Así que, una vez terminó la preparación del vestuario de la quinta temporada de 'Élite', el diseñador decidió pararlo todo y "tomar distancia".
Ahora, Raúl Madrid se da cuenta de que esos procesos de ansiedad "estaban ahí desde hacía tiempo y no me daba cuenta". Así que ahora, su objetivo cercano es pasar tiempo con su familia y amigas en Zamora, relajarse y luego volver a Madrid para "moverme un poquito".
Y es que, como todos aquellos que tuvieron que marcharse de su amada Zamora, la tierra les tranquiliza, aunque también les preocupa. Raúl confiesa que "siento que está naciendo en mi un germen de qué podríamos hacer porque los jóvenes no se vayan de Zamora". Según va pasando el tiempo, tanto él como sus amigas (que también se fueron) tienen una "sensación interna de responsabilidad" sobre lo que ocurre en la provincia y de pensar "si hubiera algún modo de publicitar Zamora para que no se quede despoblada".