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Natalia Paredes, la empresaria vallisoletana arruinada por Amazon, sigue su lucha contra la multinacional

La firma denunció en el 2019 a la multinacional por comercializar test de embarazo bajo en nombre “Libertytest”, propiedad de la fundadora

15 agosto, 2021 09:00

Después de años de pesadilla, de sufrimiento y de muy malos ratos, la empresaria vallisoletana, Natalia Paredes, ha tenido un momento de alegría. Y es que el Juzgado de Instrucción número 22 de Madrid, ha admitido a trámite un aplazamiento de la querella presentada el 26 de septiembre de 2019 por la empresaria vallisoletana Natalia Paredes contra Amazon.

La directora general de la compañía ‘LibertyTestFarma’ denunció a la multinacional por un delito contra la propiedad intelectual al detectar que el gigante de las compras por Internet había “plagiado” su marca especializada en la venta de pruebas de embarazo y ovulación.

La querella tenía que haber sido admitida a trámite a principios de 2020, pero debido al cese de la actividad en los juzgados, motivado por la pandemia el caso quedó aplazado hasta julio. La defensa jurídica que representa a la compañía española ha solicitado una moratoria de seis meses, para evitar que la Justicia archivara este asunto.

Ante esta situación y debido a su delicada situación económica y de salud, Paredes ha promovido un crowfunding solidario con el objetivo de recaudar fondos que le permitan presentar un informe pericial médico que confirme las consecuencias de salud que le ocasiona este procedimiento judicial.

- ¿Cómo valora la admisión a trámite de la querella que ha presentado contra Amazon?

- Muy positivo porque he visto que la Justicia responde.

- ¿Cuándo empezó esta lucha contra Amazon?

- La lucha judicial empezó a mediados de 2019 pero los problemas vienen desde principios de 2017.

- ¿Qué es lo que sucedió exactamente?

- Se aprovecharon del nombre de mi empresa para vender sus productos. Mi empresa se dedicaba a vender test de embarazo y ovulación. En los buscadores de internet éramos la empresa más buscada y Amazon lo detectó. A partir de ese momento, al detectar que era la que más tráfico movía, hicieron unas campañas publicitarias usando el nombre de mi empresa, ‘Libertytest’. Pero no es que lo usaran como palabra clave dentro de la codificación de la página, sino que la incluyeron en su web.

- ¿Qué consecuencias tuvo esa acción?

- Desviaron todo el tráfico de mi web a la suya con lo que ello conllevó.


- ¿Cuándo fue usted consciente de esta situación?

- Durante 2016 la empresa funcionaba muy bien e incluso estábamos en un proceso de expansión. Pero a finales de 2016 detectamos un parón de facturación que se extendió hasta abril de 2017 cuando nos dimos cuenta de lo que estaba pasando.

- Pero es verdad que durante esos meses ustedes buscarían alguna causa…

- Sí, pero es que tanto los técnicos, como yo, a nivel de SEO, hicimos búsquedas más técnicas. Y fue cuando hicimos una búsqueda normal cuando vimos sus campañas.

- ¿Trataron de contactar con Amazon?

- Fue imposible por ninguna vía. No había teléfono, ni correo electrónico, por lo que opté por ponerme en contacto con los buscadores (Google, Bing, Yahoo…)  y una vez que comprobaron que ‘Libertytest’ era una marca registrada, retiraron toda la campaña. Y quienes hemos hecho este tipo de campañas y se retiran por parte de los buscadores, ellos siempre contactan para decir porque lo hacen. Es decir, Amazon supo perfectamente lo que había pasado que en este caso era la vulneración de una marca registrada.

- ¿Y qué hizo la multinacional?

- Retiró la campaña, pero meses después lo hicieron otra vez de una manera mucho más agresiva.

- Lo cual, imagino, le hizo aún más daño empresarialmente…

- Ya estábamos tocados de muerte y la segunda campaña fue devastadora.

- ¿Qué hizo entonces?

- Acudir al notario y levantar acta de lo que estaba pasando porque en internet desaparece todo y no hay forma de demostrarlo. Después mandamos varios burofaxes a Amazon y se pusieron en contacto mis abogados con los suyos. Una reunión en la que sus abogados quedaron en hablar con nosotros unos meses después, pero nunca se produjo el encuentro. Por eso, en septiembre de 2019 pusimos una querella y hasta más de un año después no retiraron el nombre de mi empresa.  Y ahí seguimos, en fase de instrucción todavía.

- Supongo que toda esta situación en lo personal tiene que haberla afectado mucho…

-  A raíz de todo esto sufro de estrés y ansiedad. Llegó un momento en que mi cerebro hizo ‘crac’ y físicamente mis hormonas no funcionan bien. He pasado fases depresivas, padezco de colon irritable desde 2018 y necesito tomar una pastilla para dormir y otra al levantarme. Vivo con una sensación de angustia permanente las 24 horas del día y durante años. Es una pesadilla que sigue creciendo.

- ¿Cuándo fundó su empresa?

- En 2010. Los dos primeros años fueron difíciles, como le pasa a cualquiera que empieza con su empresa, pero después, con trabajo y esfuerzo, iba muy bien. Mi marca era conocida y con buena reputación. Y cuando tenía el proyecto de expansión pasó todo esto.


- En el momento en que uno ya piensa en consolidarse…

-Efectivamente. Yo tengo 53 años y era esa fase de la vida en que ves que puedes tener tranquilidad y encauzar el futuro. Todo ello se rompió, no por otro emprendedor que está luchando, sino por una empresa como Amazon ante la que te preguntas ¿de verdad necesita sacarme el jugo para aprovecharse?

- ¿Ahora mismo en que situación está ‘LibertyTestFarma’?

-La dejé en cese de actividad en febrero de 2020 porque ya era imposible seguir. En enero de 2021 la activé de nuevo, sobre todo por mi salud mental, pero he tenido que volver a parar hace dos meses porque económicamente es imposible asumir todos los gastos.

- ¿En cuánto cifra sus pérdidas?

- Prefiero no entrar porque al estar en procedimiento judicial es preferible no hacerlo. No es una cantidad pequeña, aunque tampoco para hacerme millonaria.

-Imagino que cuando ve anuncios de Amazon o de empresas similares no lo verá con buenos ojos…

-Me pongo de muy mala leche cuando veo, por ejemplo, que Jeff Bezos sube a la luna o se va al espacio cuando le apetece. Yo le escribí una carta, pero estoy segura de que no sabe ni que existo ni que tiene una querella en España. Lo que más me molesta es que hagan campañas en las que dicen que ayudan a la gente, a los emprendedores y empresarios haciéndoles ganar dinero cuando sé que hay muchas empresas que se han arruinado por Amazon.