Ni ese pulpo gallego, ni el típico arroz a la zamorana, ni las papas con mojo picón canario… otro año más las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, que arrancarán en escasas dos semanas, se quedan sin la Feria de Folklore y Gastronomía por segundo año consecutivo por culpa del coronavirus.

Y no será porque José Luis Bellido, presidente de la Federación de Casas Regionales y Provinciales de Castilla y León, no lo haya intentado todo, eso sí con cabeza y hasta el último minuto, para su celebración, pero las restricciones por culpa de la maldita pandemia lo han impedido.

Pregunta. Hace apenas una semana se decidió que tampoco habrá Feria de Folklore y Gastronomía en las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid de este año. ¿Fue complicada la decisión?



Respuesta. Muy complicada para nosotros. Venimos de no hacer una en 2020. En 2021 teníamos una cierta esperanza porque la Feria del Folklore y la Gastronomía es un evento con mucha tradición. Llevamos 36 ediciones y estábamos ilusionados con hacer la feria este año pero no ha podido ser.

P. ¿Es un palo para la Federación de Casas Regionales y Provinciales de Castilla y León por segundo año consecutivo?



R. Sí, es un palo considerable. No tanto en lo económico, que también, sino en lo social porque es una feria única. Venimos trabajando con márgenes muy estrechos pero sí que tenemos que decir que los beneficios que se obtenían en la feria nos daban para el pago de los alquileres de los domicilios sociales que muchos están en alquiler y también para el desarrollo de las actividades anuales.

P. Se tomó la decisión, por unanimidad, por motivos sanitarios y económicos. En cuanto a los sanitarios, se ha esperado hasta el final para ver si la situación mejoraba…



Sanidad nunca nos prohibió que montáramos esta feria



R. Hemos hecho todas las reuniones posibles. Con el Ayuntamiento hemos mantenido cuatro y una con la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León. Yo, como presidente, había prometido que hasta el 31 de julio aguantaría, aunque, sí la decisión era positiva, sabíamos que íbamos a ir corriendo para preparar todo. El día 30 tuvimos la reunión con Sanidad que nunca nos prohibió que montáramos esta feria, pero sí nos dijeron que en caso de celebrarla actuarían de oficio en aplicar sanciones por comportamientos que pudieran afectar a la salud pública.

P. ¿Cuál habría sido una situación óptima para montar esas casetas en el recinto ferial?



R. Lo primero que pedíamos era contar con unas garantías de seguridad del 120%, que ninguna autoridad nos la aseguraba. Segundo, tener un aforo necesario para que las casetas no perdieran dinero. Después se vio que cualquier acción que lleváramos a cabo, por la restricción del aforo, iba a ser negativa en lo económico. Teníamos mucho miedo también a que hubiera algún brote en la feria y a que la ciudadanía perdiera la confianza en las casas regionales.

P. La componente económica también ha sido importante para tomar la decisión.



R. Totalmente. No se iba con la intención de ganar dinero, lo justo para el desarrollo de las actividades como he señalado antes, pero no estábamos dispuestos a tener que poner además dinero para celebrar la feria.

P. ¿Cuánto dinero habrían perdido las casas regionales de haber apostado por su celebración este año?



R. Es algo muy difícil de calcular. Cada caseta se negocia su propio espacio, los productos… La Federación de Casas Regionales lo único que hace es coordinar y hacer los montajes generales, de lo demás se ocupa cada caseta. Unas ganan más, otras menos, pero lo cierto es que perder, hasta el año 2019, no había perdido ninguna caseta.

P. Con las limitaciones de aforo, prohibición de consumo en barra y demás, ¿qué habrían tenido que hacer las casetas para dar servicio en el recinto ferial?



R. La cuestión no era imposible pero sí bastante difícil. Estando en nivel 1, como ahora, se nos exigía que a la feria se accediera por una entrada y hubiera una salida, independientes y separadas. Segundo, mantener el aforo que es difícil en un espacio de 10.000 metros cuadrados como el que tenemos en el recinto ferial, el hecho de tener que controlar esto. Por último, el miedo a que surgiera algún brote. 

P. ¿Están muy debilitadas las casas regionales tras dos años sin Feria?



El mantener a estas casas que peor lo están pasando es algo que me tiene muy preocupado



R. Bastante. En la actualidad tenemos 20 casas en Valladolid y de ellas cuatro o cinco pueden aguantar porque reciben subvenciones de sus Comunidades Autónomas pero, sobre todo, las provinciales que no reciben ni un solo euro de sus Diputaciones y provincias y alguna otra están pasándolo mal. El mantener a estas casas que peor lo están pasando es algo que me tiene muy preocupado.

P. ¿Tendremos el año próximo, en 2022, Feria de Folklore y Gastronomía en las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo?



R. Digo lo que manifesté y vuelvo a manifestar este año. Tenemos unas ilusiones tremendas y esperanza en que, a través del ritmo que llevan las vacunaciones, del control de la pandemia y demás esperamos poder celebrar feria en 2022. Somos conscientes de que esta pandemia no la vamos a erradicar al 100% pero al menos que nos deje un margen para poder montar sin ninguna clase de peligro para los visitantes que vengan ni para los que atienden en las casetas.