El yoga (del sánscrito yoga ‘unión’) es una disciplina tradicional espiritual, física y mental que se originó en la India, y que enfatiza la meditación y la liberación. En los últimos años, la práctica del yoga se ha extendido en el mundo occidental como enseñanza para vivir con salud, paz y felicidad, y son muchas las celebridades del mundo de la música y el espectáculo que lo han popularizado, como Madonna, Beyoncé, Sting o Penélope Cruz...
Desde hace unos años, Zamora cuenta con el privilegio de tener a una maestra internacional del yoga: Liliia (1979, Nikoláyev, Ucrania), quien desde 2012 reside en Almaraz. Al municipio de la comarca de Tierra del Pan, donde arrancan Los Arribes del Duero, llegó por amor, y desde entonces imparte clases, tanto online como de forma presencial en la capital zamorana.
Liliia acumula una formación de 13 años, y desde 2011 en Kundalini Yoga, la disciplina en la que se ha especializado de la mano de grandes maestros como Tomasz Winski (Polonia), Harsarang Singh (Ucrania), MahanKirn (EE.UU), Guru Jagat (EE.UU), Ambrosio Espinosa (España), Sarabjit Kaur y Devta Singh (España). Se formó como profesora en Madrid, donde obtuvo el prestigioso certificado internacional de KRI (Instituto de Investigación Kundalini), fundado en Estados Unidos, a través de Asociación Española de Kundalini Yoga, que habilita para impartir clases en todo el mundo con más de 400 horas de formación.
“Vivimos un tiempo de muchos cambios, y para ser más efectivos necesitamos no sólo mantener el cuerpo, sino también el tono, el equilibrio del sistema energético y, sobre todo el espíritu”, explica Liliia, quien subraya los desafíos a los que nos enfrentamos, especialmente en los últimos dos años, para los que necesitamos “no solo el cuerpo y la mente, sino también fortaleza espiritual”. No en vano, grandes empresarios de la era digital como Bill Gates y Mark Zuckerberg se apoyan, precisamente, en la meditación como fórmula de éxito en sus vidas.
Las clases de Kundalini Yoga que imparte tienen una duración de hora y media, y consisten en calentamiento, ejercicios especiales, relajación y meditación. A diferencia del popular Hatha Yoga, más enfocado a las posturas corporales, el Kundalini Yoga es más completo y trabaja además la meditación y la canalización de la energía. Para practicar yoga no hacen falta grandes medios: “esterilla, ropa cómoda de fibras naturales, agua y un espacio solo para ti durante esa hora y media”.
En la mayoría de los casos, el yoga conduce, además, a la adopción de un estilo de vida más sano y racional. “Quien hace yoga regularmente durante años empieza a adoptar un estilo de vida más sano, y el cuerpo elimina toxinas; aumenta la conciencia, y las costumbres se tornan más armónicas”, asegura la maestra yogi, “la mente se estabiliza”. Y es que en un mundo frenético en el que utilizamos las pantallas de forma incontrolable, cada vez nos cuesta más mantener la concentración en algo concreto, “lo que nos provoca estrés, falta de tiempo, y ese desenfoque lleva a una pérdida de energía: terminamos el día agotados sin mucho resultado”.
El yoga contribuye a aumentar la claridad mental, la capacidad de concentración y la acumulación de energía. Y es que el Kundalini Yoga trabaja todos los sistemas del cuerpo: digestivo, linfatico, nervioso y endocrino, equilibra el trabajo de la mente y aumenta la resistencia al estrés. El resultado, personas más estables y relajadas y, en definitiva más felices. La profesora zamorana deja muy claro que, aunque el yoga procede de la India no es hinduista. “No es una religión, lo pueden practicar personas de cualquier creencia o credo, o no creyentes”. Con la vuelta del verano, abre el plazo de reserva de plaza para el nuevo curso, con clases online o presenciales, a través del teléfono 633 481 567, su web de reservas. Los precios son muy asequibles, y ofrecen la posibilidad de clases grupales por 7 euros ó 15 si es individual, o bien abonos mensuales de uno o dos días por semana, por 28 ó 50 euros, respectivamente. Yoga al alcance de todos en un mundo que pide calma.