Atasco monumental. La falta de examinadores ha provocado un retraso de grandes dimensiones en las pruebas para el examen de conducir en diferentes provincias de Castilla y León. Muchos alumnos se han quedado sin posibilidad de hacer la prueba práctica al no haber suficientes plazas disponibles. En algunos casos la espera es de más de dos meses lo que provoca que muchas personas estén perdiendo una oportunidad de empleo o estudiantes que quieren aprovechar el verano para motorizarse.
El asunto es bien claro: “en la inmensa mayoría de provincias hay una mayor demanda de pruebas, es decir, mayor número de alumnos que desean presentarse a examen, que la capacidad que tiene la propia jefatura para absorber esa demanda”, explican desde las autoescuelas regionales. Por lo tanto, se produce un atasco.
Necesario para tener un trabajo
Alrededor de 13.000 personas están en espera para poder examinarse para obtener el carné de conducir en Castilla y León. Son los cálculos que hacen las asociaciones de autoescuelas castellanos y leonesas, que atribuyen esta situación a la escasez de examinadores. Esta situación destaca que este colapso en las pruebas de conducir está provocando incluso que muchas personas pierdan la oportunidad de conseguir un empleo.
El presidente de la Federación de Autoescuelas de Castilla y León (Facale), Arcadio González, reconoce que esto “va por tiempos”. Por ejemplo en Valladolid, en el último año y medio, había “colas tremendas”, sin embargo, “después de muchas reivindicaciones y de apoyos políticos” ahora en Valladolid la papeleta está resuelta pero toca en otras provincias. Por ejemplo, la situación está peor en Zamora, Palancia, Salamanca o Segovia, “ahora les toca a ellos”. Para González lo que se está haciendo desde la Dirección General de Tráfico es “mover de un lado a otro a los examinadores. Mueven de un lado a otro y dejan desnudos a otras provincias”.
Y tiene claro que Valladolid “está ahora respirando”, pero supongo que en “unos meses estaremos igual”. El presidente advierte de que esta situación “no es por la pandemia, viene arrastrado de muchos años. Ha aumentado la demanda y no hemos tenido capacidad para sacarlo adelante”. Ahora mismo hay más de 2.500 aspirantes a conductores esperando. 2.283 en la capital y 343 en Medina del Campo. "Para hacer las cosas bien necesitaríamos tener varios profesores más", advierte de que con los que son en su plantilla, no es suficiente. La falta de docentes lleva a muchos alumnos con el examen teórico aprobado a retrasar las prácticas del carné”, insiste.
Arcadio González ofrece datos a El Español de Castilla y León. En Soria esperan cola 568 aspirantes, una cifra que podría ser pequeña pero como indica el presidente regional “es una barbaridad”. Tienen solo dos examinadores y es un problema “ que a corto plazo no se arregla”. En León, las cifras son dramáticas con más de 3.000 en espera (2.198 y 826 en Ponferrada); en Segovia, 1.800, “este verano ha sido un desastre”, apunta. En Zamora más de 1.100 esperan su turno y en Salamanca casi 2,200. Por su parte en Burgos, 574
con 69 en Miranda de Ebro y 66 en Aranda de Duero con el plazo de teórico finales de octubre.
Ávila, "situación muy mala"
En Ávila la situación es peor. Hay 1.039 pruebas pendientes, a lo que se suma un examinador de vacaciones y otro de baja de larga duración, “así que está la situación muy mal”. Estima que atender lo que ya tiene conllevaría 6 meses al menos, sin contar los nuevos aspirantes que vayan incorporándose a la bolsa. Más de 700 alumnos esperan su turno en Palencia para ser examinados de su permiso de conducir.
“Desde que un alumno está preparado menos de dos meses no pasan hasta que se presenta. Incluso el alumno deja de dar clase. Esto es como un entrenamiento y cuando estás en el momento más alto haces la prueba. Nosotros no teníamos la capacidad suficiente, y el alumno al ver que no había examen pues corta”, explica, con lo que el riesgo de suspender es mayor.
«La gente se jubila y esas plazas no se reponen, a esto en verano se suman las vacaciones», y el resultado es la falta de examinadores, que «forma una bola que es imposible». A eso se une que cada uno de ellos tiene un tope máximo de exámenes diarios.
El teórico, siete semanas después
Igual ocurre con el examen teórico, donde se está citando con siete semanas. “Algo que se puede hacer en diez días”, apunta González. Esto ha provocado un efecto de ‘desllamada’, ya que muchas personas rechazan sacarse el carné al saber que tendrán que esperar tanto tiempo. Para Arcadio González, a esta situación que están viviendo las autoescuelas “hay que darlo una vuelta de tuerca”.