Hace ya casi ocho años que la vallisoletana Nuria Carrera hizo el equipaje para labrarse un futuro fuera de España como fisioterapeuta. En su maleta llevaba una brillante formación académica gracias a sus estudios universitarios cursados en Soria, su máster de Neurociencias en Salamanca y varios meses de experiencia profesional, pero decidió cambiar de país y cruzar la frontera porque trabajadores como ella no se sienten valorados ni optan a las mismas oportunidades laborales en España.

El Español de Castilla y León habla con Nuria Carrera para analizar la situación de miles de profesionales en el Día Mundial de la Fisioterapia, que se marca rojo en el calendario el 8 de septiembre.

Pregunta- ¿Cómo fueron los comienzos en Lyon y vivir una pandemia desde allí?



Respuesta- Empecé en la Unidad de Reanimación en un hospital y pronto me trasladé al Édouard Herriot trabajando con los pacientes que salían de la REA, después llegó la pandemia y estuvimos en primera línea desde el comienzo.  Empezamos a intervenir cuando los pacientes (algunos muy graves) estaban menos sedados e iban saliendo de ese periodo tan crítico de la enfermedad. Los extubábamos y trabajábamos con ellos a nivel respiratorio a través de ejercicios específicos era empezar de cero en muchos sentidos. Fue complicado pero se demostró la importancia de nuestro papel cuando los sistemas sanitarios estuvieron al borde del colapso.

P- Se demostró la importancia de vuestra labor con los pacientes...



R- Totalmente. Ya no solo en la pandemia, cuando nuestro trabajo acortaba notablemente la estancia de los pacientes en el hospital, sino a todos los niveles. Los fisioterapeutas trabajamos con pacientes que tienen enfermedades a nivel digestivo, respiratorio, neurológico, del retraso psicomotor... La gente no conoce realmente el alcance de lo que hacemos.

P- ¿Con qué tipo de pacientes trabaja ahora?

R- Terminé muy cansada a nivel físico y psicológico de la reanimación tras la pandemia y ahora estoy en el servicio de urgencias del Hôpital Femme Mère Enfant en pediatría tratando a bebés recién nacidos y niños hasta el año a través de fisioterapia respiratoria. Tiene aspectos positivos, porque ves la rápida evolución de los niños que necesitan tus cuidados y desde abril he aprendido mucho, aunque también tiene su lado complicado y de presión, los padres están presentes en la sesiones y depositan mucha confianza en ti. 

P-¿Qué diferencia a otros países a la hora de valorar la profesión?



R-Practicamente en todo, en España solo se tiene en cuenta a nivel muscular o cuando a al gente le duele algo, pero en otros países de la Unión Europea se tratan enfermedades con la fisioterapia a todos los niveles, la mayoría de los médicos derivan sistemáticamente al fisioterapeuta y lo hacen con una receta que cubre la seguridad social o abonas la consulta a un precio simbólico.

P- De hecho, la Federación Española de Enfermedades Neuromusculares pide que sus terapias se incluyan en el Sistema Nacional de Salud para que los pacientes con este tipo de patologías puedan acceder de manera gratuita...

R- Es que es algo que ya se debería de haber hecho hace tiempo, no es normal que un Hospital de primera como es, por ejemplo, el Río Hortega no llegue a una plantilla de diez fisioterapeutas cuando en muchos países de Europa y de forma gratuita hay uno por planta. Mejoramos la calidad de vida de los pacientes no solo a nivel físico también neurológico y hay casos que si no se tratan de forma inmediata y hay lista de espera no tienen solución.

P-¿La labor del fisioterapeuta a nivel sanitario está poco reconocida en España?



R-Totalmente. Podríamos hacer mucho más de lo que hacemos en España el problema es la escasa contratación, la casi nula presencia en hospitales, la poca estabilidad laboral y el intrusismo existente. Es una pena en todos los sentidos y queda mucho camino por recorrer para que se nos valore, porque realmente hay muchos profesionales con mucha formación y muy válidos que sienten que deben irse para sentirse valorados. 

P-¿Cómo podría cambiar la situación es España?



R- Contratando a muchos mas fisioterapeutas, sobre todo a nivel hospitalario, porque muchas veces no hay suficientes disponibles, no se garantiza la calidad de vida a esos pacientes y con nuestro trabajo la Seguridad Social podría acortar las listas de espera. Claramente se necesita un cambio en el sistema.

P-¿Cree que debido a esa situación hay 'fuga de cerebros' en ese sentido?



R-Sí. Conozco a muchos compañeros y, cada vez a más españoles, que trabajan en los hospitales públicos de otros países. Los franceses suelen tirar por la clínica privada y Francia está deseando contratar a todos los fisioterapeutas españoles que llegan. 

P- ¿Qué situación en el sector tenemos aquí?



R-Se acaban de resolver unas oposiciones de Fisioterapia de 2017, eso es bastante representativo de la situación que tiene el sector y el tema Covid no es una excusa, porque en España trabajar en la función pública es impensable e irrisorio.

P- ¿Volverás en algún momento a Valladolid?



R- Parece contradictorio pero llega una edad en la que te planteas el futuro y siento que mi etapa en Lyon está cerca de terminar. Volveré a Valladolid y con ocho años de experiencia a mis espaldas, pero mi duda sigue siendo la misma, dónde voy a trabajar. Volver a la temporalidad, a las bolsas de trabajo y a las sustituciones... Ojalá el sistema cambie en este sentido para el bien de todos fisioterapeutas y pacientes.