Javier de la Viuda Españas, estudiante del Grado de marketing e Investigación de Mercados en la Universidad de León (ULE), es uno de los jóvenes que fue seleccionado para poner en marcha su proyecto, titulado ‘La bicicleta eléctrica mueve la montaña leonesa’, en el marco del programa de Becas RALBAR, que fue impulsado por la ULE y la Fundación Banco de Sabadell, para la ejecución de proyectos de dinamización territorial que pudieran contribuir a activar estos espacios social, económica o culturalmente, en colaboración con empresas, entidades o instituciones locales.

En el caso de Javier, su proyecto precisó de la colaboración de la empresa ‘Dirty Moustaches Bikes’ (El Robledal) y del Ayuntamiento de La Robla, y también que amoldase sus conocimientos adquiridos en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales a proyectos del día a día sobre la bicicleta y la montaña. Lo primero que apunta el joven es que la gente de la zona se sorprendió al conocer el proyecto, por el hecho de ver “que un banco y la universidad se preocupasen por ayudar a un pueblo y una zona abandonada”.

En segundo lugar, Javier de la Viuda explica que la relación con los integrantes de la empresa ‘Dirty Moustaches Bikes’ ha sido excelente. “Me facilitaron en todo momento el trabajo, -apunta-, y me lo han agradecido. La verdad que es gente súper cercana y que no se cierra a propuesta de jóvenes de formación universitaria”.

Marketing y deporte sobre dos ruedas



El desarrollo del proyecto ha permitido a Javier llevar a cabo múltiples acciones, como la realización de salidas en bicicleta para preparar contenido audiovisual de rutas de montaña, la creación de cartelería, trabajo en difusión en redes sociales, diseño de camisetas, etcétera. La labor ha sido “una mezcla de pasiones, aficiones y conocimientos, -explica-, ya que en esta prometedora pero pequeña empresa es necesario ser polivalente”. Quizá por ello, entre sus conclusiones destaca que “no muchos responsables de marketing tienen la oportunidad ni la necesidad de realizar largas jornadas de deporte mientras hacen su trabajo, por eso esta beca RALBAR ha sido un incentivo muy grande para la zona, que ha visto con buenos ojos todas las acciones realizadas”

Javier de la Viuda destaca la buena aceptación y buenos gestos de la gente de la zona, y también el crecimiento profesional obtenido en este corto, pero intenso periodo, y el hecho de “poder trabajar con la historia de vida de mi padre, de mi abuelo y de mi cultura”. Además, aún resta el punto final a la experiencia, que consistirá en una salida en bicicleta que se organizará conjuntamente, a finales de septiembre, con el Servicio de Deportes de la ULE.