El vallisoletano Daniel Medina gana el Circuito de Novilladas de Castilla y León en Fuentesaúco
El ganador, junto a Mario Navas e Ismael Martín, también heroicos frente al fango del coso… y ante los encastados y bravos novillos de Valrubio y Santiago López Chaves, ofrecieron una tarde torera de las de verdad. El jurado consideró que el ganado de Valrubio fue el ganador de la tarde.
Hubo que esperar a que los operarios del coso saucano arreglaran el piso, para que arrancara la gran novillada celebrada en la tarde de ayer en Fuentesaúco. Era la gran final del Circuito de novilladas, programada por la Junta de Castilla y León, bajo la organización de la Fundación del Toro de Lidia. Todo salió a pedir de boca menos la desapacible y lluviosa tarde que impidió más asistencia de público, quienes por cierto también fueron heroicos.
Mario Navas
Complicado el novillo de Valrubio que abrió plaza…y el piso. Faena de escaso contenido del vallisoletano que lo intentó por todos lados. El eral solo permitió pases sueltos que tuvieron calidad. Mató de casi entera saliendo volteado y con un varetazo en el muslo. Oreja a la entrega y al tesón.
El curto fue un eral de Santiago López Chaves que Mario lo recibe con el percal, genuflexo y con mucha torería. Novillo encastado. El trasteo inicial lo hizo doblándose y llevándolo lejos. Muy torero. El eral exigía mando y el de Valladolid se lo dio bajando la zurda y haciéndolo humillar, a pesar de que su embestida no era fácil. La faena no llegó a coger vuelo. Pero Navas estuvo valeroso y artista. Mató de delantera que resultó de gran eficacia. Oreja con petición.
Ismael Martín
De Santiago L. Chaves fue el segundo de la tarde para Ismael Martin. Noble, bravo y repetidor el novillo. Variado y muy valiente el novillero de Cantalpino en una faena larga por ambos pitones, donde predominó el temple y la quietud. Puso rehiletes con alguna dificultad ante el encastado eral. Estocada arriba tras pinchar. Oreja.
El quinto fue un eral cuajado de Valrubio, berrendo y precioso de hechuras, al que Isma le hizo un variado y elegante recibo capotero. Con mucho riesgo, por el piso, pareó de forma meritoria. Brindó a la organización del Circuito. Con la franela se fue al embarrado platillo y allí, entregado el salmantino, le endosó tandas de mucha enjundia al Valrubio que fue muy noble y con calidad, pero su flojedad -perdió las manos en varias ocasiones, o quizás el mal estado del piso- le impidió una mayor entrega. Quietud y valentía en el tramo final donde hubo toreo de cercanías. Sonó un recado presidencial. Un pinchazo hondo y un golpe de verduguillo acabaron con la vida del precioso berrendo. Oreja. Ovación para el Valrubio en el arrastre.
Daniel Medina
Eral colorado de S.L.Chaves que no permitió lucimiento en el recibo capotero. Brindó a todos aquellos que confían en él, dijo a los micrófonos de la televisión regional. Con la franela, el novillero pucelano mostró su personalísima forma de torear ante un novillo bravo y noble que metió la cara por ambos pitones. Destacar dos tandas con la zurda llenas de torería y empaque. Epilogó con ayudados por alto muy ceñidos. Estocada desprendida que bastó. Dos orejas. Ovación al novillo.
Cerró festejo un precioso eral de Valrubio, ensabanado y capirote, que propinó una fea voltereta a Daniel en el recibo capotero. Quedó algo dolorido. Pero no fue óbice para que el vallisoletano iniciara el trasteo de hinojo para seguir con series de derechazos con mucho sabor ante el buen novillo de origen Vega-Villar, que tuvo clase y continuidad en un auténtico barrizal. Sensacionales los naturales que le endosó Daniel en los tramos finales. Se encontró muy a gusto el alumno de la escuela charra con el extraordinario Valrubio. Remató con unos ayudados y trincherazos sublimes. Estocada contraria tras pinchar y varios golpes de cruceta que no enfriaron al escaso público que le pidieron la oreja con fuerza y el presidente concedió. Faena importante. Sonó un aviso. Y palmas al gran novillo. Daniel paseó con gusto el trofeo bajo la pertinaz lluvia.
Luego llegó el posado para la entrega de trofeos por parte del consejero y secretario general de la consejería de Cultura y Turismo, (Javier Ortega y Gregorio Muñoz) y la designación por parte del jurado del ganador del Circuito que, como se ha dicho, fue Daniel Medina.
En el aspecto ganadero, el centenario hierro de Valrubio se llevó el premio simbólico. Los tres novilleros -todos de la escuela charra- triunfaron en una tarde de gran y heroico toreo y buen ganado, aunque todos pasados por agua.
El jurado estuvo compuesto por el aficionado e historiador Domingo Delgado, el matador de toros vallisoletano David Luguillano, el ganadero salmantino Alipio Pérez- Tabernero y el veterano empresario vallisoletano Carlos Zúñiga.
La novillada fue retransmitida por La 7 de Cyltv. Enhorabuena el equipo de periodistas y técnicos que ha dirigido Carlos Martín Santoyo. Los comentarios fueron por cuenta del periodista Víctor Soria, acompañado en esta ocasión por el matador de toros salmantino Álvaro de la Calle. Y las entrevistas a cargo del periodista palentino Mario González, quien por cierto ha pedido excedencia y se marcha a la capital del reino en busca de nuevas aventuras. Suerte, Mario
Por cierto, qué bien se ven los toros (desde casa) por La 7.