El viceconsejero de Desarrollo Rural y director general del Instituto Tecnológico Agrario, Jorge Llorente, ha presentado los últimos datos de la XVIII edición nacional y la X internacional de los Premios Zarcillo que se van a celebrar del 14 al 17 de octubre en la Feria de Muestras de Valladolid.
Esta nueva convocatoria contribuirá a impulsar la promoción y la competitividad de las industrias del sector vitivinícola de Castilla y León y apoyará su introducción y consolidación en determinados circuitos de comercialización nacional e internacional.
Como ha expuesto el viceconsejero, “los objetivos del concurso son incentivar la producción de vinos de calidad superior, elevar el nivel técnico y científico de las bodegas y los técnicos participantes, convertirse en un punto de encuentro para los mejores vinos del mundo así como contribuir a la expansión y promoción de la cultura del vino”.
“Estos galardones”, ha continuado Llorente, “tienen también como referencia dar a conocer al público los tipos de vinos característicos de las diversas zonas vitivinícolas de Castilla y León y poner de manifiesto la excelencia de los vinos de la Comunidad, confiriendo un mayor valor añadido a los vinos premiados, en particular, y al conjunto de los vinos de calidad de Castilla y León, en general, favoreciendo así su comercialización nacional e internacional”.
Premio ‘Trayectoria Alejandro Fernández’
Esta edición de los Premios Zarcillo estrenará la categoría Premio Zarcillo ‘Trayectoria Alejandro Fernández', en honor al bodeguero y emblemático embajador de la DO Ribera del Duero, fallecido recientemente.
Alejandro Fernández es un icono universal en el sector. Desde Pesquera de Duero, su pueblo, se convirtió en uno de los grandes protagonistas del vino español, referente y fundador de la Ribera del Duero y uno de los artífices de la revolución vitivinícola española que abrió las puertas de todo el mundo a sus elaboraciones.
Pionero y emprendedor nato, este bodeguero logró abrir, en épocas difíciles y complicadas, el camino al sector vitivinícola de Castilla y León y le dio las alas y el impulso necesario para constituir el pujante sector que representa hoy, con el mismo espíritu con el que el genial bodeguero empezó: desde el terruño a lo universal.
Edición 2021
En esta ocasión se ha puesto el foco en las referencias internacionales, se busca conseguir un 20% más de muestras de fuera de España y al menos ochenta o noventa procedentes de Portugal ya que se quiere convertir a este evento en el gran concurso de vinos ibérico por lo que Portugal es el país invitado de honor en esta ocasión. También se quiere conseguir que participen vinos de, al menos, treinta países lo que supone ampliar un 20% las naciones respecto a la anterior edición.
El trabajo se centrará en la participación de bodegas tanto nacionales como internacionales, estas últimas pertenecientes a DOP e IGP procedentes de Portugal; DOP e IGP de otros países europeos productores de vino como Alemania, Austria, Francia, Grecia, Italia, etc.; y otros países productores de vino, preferiblemente Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, China, Líbano, Japón, Israel o Canadá.
El periodo de recepción de muestras ya se ha abierto y se prolongará hasta el 8 de octubre. El Reglamento y la inscripción pueden consultarse en www.premioszarcillo.com
Categorías
La norma establece que puedan participar en los Premios Zarcillo los vinos pertenecientes a todos los países productores cuyas muestras se agruparán en siete categorías: blancos, rosados, tintos, de aguja, espumosos, de licor y de variedades aromáticas, estableciéndose los siguientes reconocimientos:
- Gran Zarcillo de Oro.
- Zarcillo de Oro.
- Zarcillo de Plata.
Catadores
Los Premios Zarcillo, organizados por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), contarán con doce jurados compuestos cada uno de ellos por cuatro catadores y un presidente de jurado o jefe de mesa, que llevarán a cabo la cata de las muestras presentadas durante cuatro jornadas. Para poder constituir este jurado, teniendo en cuenta que no todos los catadores pueden participar los cuatro días, se necesitarán entre 90 y 100 catadores.
Las sesiones de cata, que se realizarán preferentemente cada día de 9 a 14 horas, serán tres o cuatro diarias por jurado, con un máximo de quince vinos por sesión. El número de muestras diarias sometidas a un jurado no será superior a 45.
Además, como novedad de esta edición, se prevé desarrollar una segunda sesión de cata especial, realizada por un jurado seleccionado por la Dirección del Concurso, para aquellos vinos que hayan obtenido una puntuación entre 96 y 100 puntos, y que pudieran ser merecedores de un Gran Zarcillo de Oro, para ratificar dichas puntuaciones. Es decir, se constituirá un jurado de excepción para catar los mejores vinos y así los Grandes Oros contarán con este aval.
Duero Wine
Los días 18 y 19 de octubre también se celebrará, en Valladolid, el congreso Duero Wine con el objetivo de mirar al futuro del sector y sentar las bases para modernizarlo y garantizar su crecimiento. Se desarrollará un completo programa de clases magistrales, mesas redondas y catas alrededor de los vinos del Duero.
El Congreso se dividirá en tres áreas principales: sala de ponencias y mesas redondas, Ágora Enológica, donde se celebrarán catas y talleres, y zona expositiva y de degustación, denominada Duero Wine Bar donde habrá presencia de todas las denominaciones de origen vínicas de la Comunidad y habrá un espacio para los vinos del Duero portugués. El acceso a las zonas del Congreso estará restringido a los congresistas acreditados previamente, salvo la zona expositiva, que será de libre acceso para el público general.
Uno de los actos estelares de Duero Wine es que el congreso vitivinícola será el escenario para presentar los resultados de un proyecto que inició la Junta de Castilla y León en el año 2002 para la recuperación y caracterización de variedades minoritarias en peligro de extinción de Castilla y León y que ha permitido la localización de un importantísimo número de variedades minoritarias hasta determinar la importancia de unas 25 nuevas, ni registradas ni reconocidas oficialmente. De estas, catorce presentan notorias aptitudes para la elaboración de vinos de calidad.