Es duro morirse. Y además, no es nada barato. La OCU ha recabado los precios de los servicios funerarios en 113 funerarias de 29 ciudades españolas, y desvela que el precio medio es de 3.739 euros para una inhumación y de 3.617 euros para una cremación, pero puede variar mucho según el municipio.
En Castilla y León se han analizado los precios de León, Valladolid y Salamanca. Las dos primeras se sitúan por encima de la media, con un precio de 3.706 y 4.586 euros respectivamente. Salamanca, por su parte, es la ciudad analizada de la comunidad más barata para morirse, donde un entierro costaría 3.271 euros.
Un entierro en Vigo, la ciudad más cara de España, asciende a 6.165 euros, mientras que en Zaragoza, la más barata, cuesta 2.539 euros.
La premisa común de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) para solicitar el presupuesto a las funerarias era un entierro sin lujos ni extras, pero digno y similar a lo que suela gastarse en la ciudad e incluyendo el alquiler de un nicho durante un periodo mínimo de cinco años. Al mismo tiempo se solicitó presupuesto para una cremación.
Del estudio se deduce que el precio de una inhumación y una cremación son muy similares. El féretro es el concepto que más pesa en la factura, seguido del cementerio y el tanatorio, entre más de una docena de conceptos diferentes: coche fúnebre, esquelas, flores, responso, etc. que también varían según la funeraria.
Del mismo modo, OCU ha encontrado grandes diferencias de precio dentro de una misma ciudad según la funeraria contratada: para un entierro el ahorro posible puede alcanzar los 2.426 euros en Valladolid; 1.127 euros en León; y 1.352 euros en Salamanca. El ahorro medio posible en Castilla y León es del 38%, similar para una cremación, de ahí que, aunque no sea una práctica extendida, es recomendable pedir al menos un par de presupuestos diferentes.
Falta de transparencia por parte de las funerarias
OCU critica la falta de transparencia de muchas funerarias: una de cada tres no entrega un desglose detallado de los distintos conceptos, lo que dificulta las comparaciones entre presupuestos. Por cierto, en algunos presupuestos se incluyeron descuentos y conceptos gratuitos, aunque no siempre implican que el precio final sea más barato que el de otra empresa de la misma ciudad.
En cuanto a la evolución de los precios, OCU ha comprobado que el incremento de los últimos ocho años ha sido moderado y permanecen relativamente estables. La inhumación ha subido un 5,5% y la incineración un 6,8%, mientras que el incremento acumulado del IPC en ese periodo ha sido similar, del 5,8%.