A partir del lunes 22 penetrará una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) por el norte peninsular, procedente de latitudes altas, y evolucionará durante los días siguientes a una borrasca fría, aislada de la circulación general, o lo que es lo mismo, que habrá que abrigarse bien.
En niveles bajos se producirá la entrada de una masa de aire muy frío de origen polar que permanecerá varios días en el entorno de la Península y Baleares. Como consecuencia, a partir del lunes 22, se prevé un cambio drástico del tiempo, consistente en precipitaciones de nieve en cotas relativamente bajas en amplias zonas de la Península y en un descenso brusco de las temperaturas, sobre todo de las máximas, de forma generalizada.
Cota de nieve
La cota de nieve descenderá a unos 900-1000 m (ocasionalmente 800 m) por lo que las nevadas afectarán principalmente a los sistemas montañosos de la mitad norte y zonas altas del este peninsular. Las temperaturas diurnas estarán en el entorno de los 5ºC en amplias zonas del área peninsular, valores claramente inferiores a los habituales en estas fechas.
Aunque la predecibilidad es alta en cuanto a la formación de la borrasca aislada y al descenso térmico no lo es tanto en lo referente a la posición de la misma y, por consiguiente, a las zonas de precipitación. Con la información actual, la posición más probable de la borrasca se encuentra entre el este peninsular y Baleares, de forma que las precipitaciones en forma de lluvia más abundantes tendrían lugar en Cataluña, mitad norte de la Comunidad Valenciana y Baleares.
A partir del jueves 25, aunque aumenta bastante la incertidumbre, es probable que la borrasca se aleje hacia el este y que sea reemplazada por otra procedente también del norte, de forma que se mantendrá el tiempo invernal al menos hasta el final de la semana.