“No es porque fuera mi padre, pero era la mejor persona que he conocido. Los pacientes tenían su teléfono y le llamaban a la una de la madrugada y les atendía”. Así resume Pilar Mateos cómo era su padre, el especialista en Medicina Familia y Comunitaria, Luis Fernando Mateos Arroyo, fallecido en abril de 2020 a los 64 años por culpa del coronavirus. Él es uno de los 15 sanitarios y dos sociosanitarios que han perdido la vida en Castilla y León durante esta maldita pandemia. Unos profesionales que hoy reciben en las Cortes regionales un homenaje recibiendo la Medalla de Oro, la más alta distinción del Parlamento de la Comunidad Autónoma, en un acto institucional que tiene lugar hoy en el Hemiciclo de la Cámara.
De forma simbólica, el presidente de las Cortes hará entrega de la insignia a una representación de los familiares de los sanitarios y sociosanitarios que han fallecido víctimas de la covid-19 en el desarrollo de sus funciones. La ceremonia institucional consistirá en la lectura del Acuerdo de la Mesa de las Cortes, el propio acto de entrega de la Medalla de Oro, y la intervención de uno de los familiares de los profesionales fallecidos, en representación de todos los homenajeados. Y esta persona es Pilar Mateos, que destacará en su discurso su “agradecimiento” a este reconocimiento. “Más de 20.000 personas trabajan en este ámbito en la Comunidad, los que estuvieron y los que están se enfrentaron a una enfermedad desconocida sin otras herramientas que su atención al servicio público, su espíritu de sacrificio y su cumplimiento del deber. Cada una de las embestidas confirman que detrás no hay ni hubo héroes, sino trabajadores de carne y hueso. Sus vidas cambiaron y otros las perdieron”, explica a este periódico.
Enfermera y técnica de radio, asegura que “perder la vida mientras se presta ayuda a los demás, es el acto más solidario y generoso que puede realizar una persona. Ante este tsunami atroz, el miedo y la incomprensión se intentaron apoderar de nosotros, nuestro trabajo se cimiente en la solidaridad”. En su discurso hará mención a que la pandemia ha puesto “en jaque” al sistema sanitario y ha sacado “lo peor y lo mejor”, pero también ha sido una “ventana de oportunidades, abriendo nuevas líneas de colaboración, solidaridad entre los compañeros, avances científicos y en la telemedicina”.
Su padre fue coordinador del Centro de Salud de Linares de Riofrío (Salamanca) donde ha dejado una huella imborrable. Ya le han hecho varios homenajes, por ejemplo en su pueblo Carrascal del Obispo ya tiene una plaza con su nombre, y ahora está esperando a que la promesa de poner su nombre al centro médico se cumpla. Además que el centro de Salud de La Fuente de San Esteban, también en Salamanca, pase a denominarse 'Isabel Esther Muñoz Martín' en recuerdo de los médicos fallecidos a causa de la COVID-19.
Homenaje que perdurará en el tiempo
Esta Medalla de Oro de las Cortes de Castilla y León que reciben estos profesionales en reconocimiento a su trabajo durante la pandemia perdurará para siempre en la propia sede de la institución, ya que está previsto que se ubique una réplica de la insignia en un lugar destacado de la sede del Parlamento.
Por último, la portavoz del discurso en las Cortes lanza un mensaje para los vacunados: “Por favor que lo hagan, que no vamos a salir de esto si no lo hacen”.