Las restricciones a la movilidad impuestas por el estado de alarma para frenar el avance del Covid, provocaron el pasado año una menor afluencia de senderistas y alpinistas a las montañas de Castilla León y, como consecuencia, un descenso del número de accidentes. Así, los grupos de montaña de la Guardia Civil realizaron en 2020 en la Comunidad 86 intervenciones en las que rescataron a siete personas fallecidas, además de atender a 44 heridos y a otras 98 personas que, aunque ilesas, requirieron auxilio
Este número de intervenciones, en el caso de la Guardia Civil supone un descenso del 32,8 por ciento con respecto a 2019, cuando se contabilizaron 128, la cifra más alta de los últimos cinco años. Entonces, se recuperaron los cuerpos de diez personas fallecidas, además de auxiliar a 87 heridos y 99 ilesos.
El Sistema Central concentró 52 de las 86 operaciones y de estas, la mitad tuvieron lugar en la Sierra de Gredos. Por su parte, la Cordillera Cantábrica sumó 33 rescates -24 en los Picos de Europa-, y en el Macizo Galaico se registró otra, informa Ical.
La Guardia Civil tiene en la Comunidad desplegadas cuatro unidades de montaña. Una con base en Sabero (León), que tiene como principales zonas de actuación la Cordillera Cantábrica, los Picos de Europa y la Montaña Palentina, dos en Ávila, en las localidades de El Barco de Ávila y Arenas de San Pedro, que tienen ámbito de actuación las sierras de Gredos, Francia y Béjar, y otra en Riaza (Segovia), que tiene como principal zona de actuación el Sistema Central. Además, las provincias de Burgos y Soria también son apoyadas por el Greim de Ezcaray (La Rioja), la de Segovia por el grupo con base en Navacerrada, mientras que las unidades de Cangas de Onis y Mieres (Asturias) y Potes (Cantabria) apoyan al grupo de Sabero.
El segundo de abordo del Greim con base en El Barco de Ávila, el cabo primero Alejandro Vicario, destaca que la responsabilidad a la hora de planificar una ruta por la montaña se mantiene, y “mientras hay personas muy preparadas y con experiencia, incluso grupo que contratan servicios profesionales cualificados, en el otro lado de la balanza nos podemos encontrar con turistas sin ninguna preparación ni planificación”.
Además, este experto guardia civil, con una carrera de 32 años en grupos de montaña, los últimos veinte en El Barco de Ávila, alerta de que aunque son minoritarios, cada vez son más los accidentes en los que están involucrados los corredores de ‘trail running’, deportistas que suelen salir a correr en solitario por la montaña sin una mínima equipación.
En este sentido, Vicario recuerda que en cualquier actividad de montañismo es vital comunicar cuál es el destino, la ruta que se piensa seguir y una previsión horario, algo que resulta “vital” si la actividad se realiza en solitario. Además, apunta que el número de accidentes y desorientaciones crece de forma exponencial los fines de semana que arrancan con buen tiempo pero en los que se produce un cambio drástico de las condiciones atmosférica. “En este caso, la falta de previsión puede resultar letal”, sentenció.
Laguna Grande
Esta situación se produjo el pasado año en el rescate de cuatro montañeros en la Sierra de Béjar, que se desorientaron por culpa de la niebla a la caída de la noche y que después de una búsqueda nocturna a pie de varias horas fueron localizados con síntomas de hipotermia. No obstante, aunque esta fue una de las operaciones más difíciles, el punto que más rescates concentra en el campo de acción de Greim de El Barco de Ávila es el sendero entre la plataforma de Gredos y el refugio de la Laguna Grande, dado que también es la zona que registra una mayor afluencia de personas.
Como ya viene siendo habitual, a nivel nacional el senderismo fue la actividad que más intervenciones ha provocado, suponiendo más de la mitad. La segunda actividad en la que los servicios de rescate de la Guardia Civil tuvieron más actuaciones ha sido la progresión por terreno abrupto, entendiéndose por esta la realizada fuera de los senderos señalizados o marcados. En esta actividad se realizaron un total de 88 intervenciones, un 11,14 por ciento. Le siguen en cantidad de rescates el barranquismo (9,1 por ciento), la escalada en alta montaña y la bicicleta de montaña, ambas con un 3,2 por ciento.
Aragón volvió a ser la comunidad en la que la Guardia Civil realizó más intervenciones con 361, seguida de Andalucía con 127, Baleares con 90 y Castilla y León con 86. En uno de cada cuatro de los accidentes en los que se ha intervenido, el auxiliado estaba realizando la actividad en solitario y en nueve de cada diez casos sin guía profesional.
En cuanto a las edades de los auxiliados, solo se rescató a un 5,6 por ciento de menores de edad, siendo la franja más frecuente entre los 19 y los 30 años con un 24,25 por ciento, con un porcentaje similar entre los 31 y los 40 años (21,49 por ciento), y algo inferior entre los 41 y los 50 años (18,92 por ciento) y entre los 51 y los 60 años (14,39 por ciento).