Seguro que lo ha notado. Hace mucho tiempo que no llueve en Castila y León. Lo más reciente fueron algunas gotas en el ya pasado 13-F, coincidiendo con las elecciones autonómicos. Esta ausencia de agua comienza a notarse y por ello, hasta la Junta ha declarado riesgo medio de incendios, algo inusual para estas fechas. Los expertos revisan las causas que están detrás de esta prolongada ausencia de precipitaciones en Castilla y León y en toda España. La sequía ya es preocupante en varias regiones, veamos sus razones.
Los expertos de Meteored, Francisco Martín, José Miguel Viñas y José Antonio Maldonado, hablan de los verdaderos porqués de esta sequía que ya enciende las alarmas. La sequía que padecen algunas zonas se debe, en primera instancia, a la presencia de un anticiclón invernal de bloqueo, una zona de alta estabilidad atmosférica que impide la llegada de las borrascas y frentes con precipitaciones. Estos anticiclones actúan como verdaderas “murallas” ante la llegada de las precipitaciones generalizadas, desviándolas a latitudes más altas.
También se habla del efecto de La Niña (enfriamiento cíclico y anómalo de las aguas del Pacífico ecuatorial) ya en su segundo año consecutivo, de la presencia de un vórtice polar muy intenso y limitado a latitudes altas que impide la llegada de borrascas a nuestra zona, o a la subtropicalización del tiempo en nuestras latitudes.
Así, no es fácil culpabilizar esta sequía a un único factor y, como siempre, estas situaciones adversas son producidas por una combinación de varios ingredientes que aparecen de forma periódica y efectiva en nuestras latitudes como para alejar las precipitaciones.
Los expertos hablan
Por su parte, para José Antonio Maldonado, director de meteorología en Meteored, considera que “los meses de enero y febrero fueron llamativamente secos con escasísimas precipitaciones en toda España y veníamos de un otoño que, en conjunto, también había sido seco. Esto no es nuevo en lo que llevamos de siglo, incluso hay años en los que ha llovido menos. Sin ir más lejos, el 2021 fue el octavo más seco desde que comenzó el siglo XXI, es decir que ya habíamos padecido siete todavía peores en ese periodo de tiempo”.
Mientras que para José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored: “En los últimos años, el comportamiento pluviométrico –irregular por naturaleza– está viéndose alterado por el cambio climático. Se observa, por un lado, una intensificación de la lluvia, la nieve y el granizo en los episodios meteorológicos que generan precipitaciones intensas y, por otro, se está reduciendo el número de días de precipitación, por lo que hay más rachas secas y aumenta la probabilidad de que se inicien sequías, como la que tenemos ahora mismo en marcha”.
Falta de aguas
Los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) almacenan en las últimas semanas 1.802,3 hm3, lo que representa el 62,6% de su máxima capacidad. Un valor que se sitúa ligeramente por debajo de la media de los diez últimos años (1.817,4hm3 y 63,2%), y bastante alejado de la favorable situación de hace un año con casi 19 puntos más (81,5%) y unas reservas superiores en más de 500 hm3.
Respecto a la situación de escasez, también conocida como sequía hidrológica, y relacionada con los posibles problemas de atención de las demandas, las unidades territoriales Támega-Manzanas y Alto Tormes permanecen en alerta; las unidades Tera, Carrión, Pisuerga, Cega, Bajo Duero y Torío-Bernesga se encuentran en prealerta; estando las restantes unidades en normalidad.