Una vida entera a cara o lises: baratero, el oficio que gana 1.200 euros en una noche
Carlos Pérez, 'Carlines', ejerce este trabajo desde hace 46 años, analiza cómo ha cambiado el tradicional juego de las chapas de Semana Santa
9 abril, 2022 07:00Noticias relacionadas
Una Semana Santa no se entiende sin el juego de las chapas en Castilla y León. Una tradición muy arraigada en esta tierra que se ha convertido en un distintivo. El famoso ‘a cara o lises’ regresa a la Comunidad después de dos años de prohibición por culpa de la pandemia. Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo, es decir, este año son los días 14, 15 y 16 de abril las chapas vuelven a los bares y con ello los barateros, un oficio esporádico pero esencial.
En todo juego de chapas tiene que haber varios personajes intervinientes. Un organizador, que en el caso de que sea en un local cerrado deberá ser el titular del establecimiento público. Un baratero, el que dirige el juego en cada corro y que tirará las monedas al aire. Y un ayudante, del baratero, quien le auxilia en sus labores de control y dirección del juego. Y es aquí donde comienza la historia de Carlos Pérez, o como todo el mundo le conoce, ‘Carlines’. Para muchos, “el rey de los barateros de Castilla y León”, que ha ejercido de ello durante 46 años.
Fue a los 18 cuando lo heredó de su padre, por una recomendación muy sincera: “Aprende esto hijo porque aquí se gana dinero”. Desde entonces ha ejercido en varios pueblos de la provincia de Valladolid como Valdestillas (su localidad natal), Matapozuelos, Olmedo…y en la propia capital pucelana. Antes de la pandemia paró porque ya estaba “cansado” y aunque le han pedido volver, “de momento nada”.
Nunca ha tenido un problema con los jugadores y eso que este oficio no es fácil. “Hay que tener muy buena cabeza y espalda”, bromea. Lo primero porque son muchos los jugadores que pasan por las chapas y tiene que controlar las apuestas que realizan para saber cuánto dinero y a quién darlos el premio. Y lo segundo porque son muchas horas agachado para recoger las monedas y el dinero.
Carlines recuerda “tiempos mejores” y es que ahora “todo ha cambiado al 100%”. Se juega menos dinero y los jugadores no son tan generosos con este oficio. “Yo he llegado a ganar en una noche 200.000 pesetas (1.200 euros), ahora he visto que no llegas a 100 euros y estas toda la noche, y esto no puede ser”. Y es que al baratero le duele que una tradición tan arraigada como las chapas se esté perdiendo, “en esencia y en forma”. “He visto tiradas que ganaban 1.000 euros y daban de propina 5 euros. Vamos venga, a mí eso no me ha ocurrido, se lo hace a los nuevos que están aprendiendo”, critica.
Una tradición que se pierde
El baratero puede percibir un porcentaje de cada tirada o trabajar por una cantidad fija a la que llega con el dueño del establecimiento. Para Carlines este oficio es una “responsabilidad” porque si falta dinero “te toca ponerlo a ti”. Eso sí, matiza que a él no le ha pasado nunca. Cuatro décadas de baratero dan para mucho, aunque lo más curioso es que comenzó a jugar en la calle, ya que hace muchos años se cerraban los bares y por eso se jugaba en la vía. Lamentablemente nadie puede seguir su legado, “hay que estar con dos ojos, uno atrás y otro adelante, y eso no es fácil”. Por eso cree que el tradicional juego en Castilla y León, “se puede perder”.
Así se juega
El tradicional juego de las chapas en Castilla y León se viene celebrando desde tiempo inmemorial y tiene su origen en rememorar el sorteo que hicieron los soldados romanos de la túnica de Jesucristo antes de su crucifixión. Se juega con monedas antiguas de dos 'perras gordas', que era la moneda de 10 céntimos del reinado de Alfonso XIII. En el reverso se pinta una cruz o aspa para que los que están presentes puedan ver con más claridad si ha caído cara o cruz (también conocida como lis)
El juego consiste en lanzar dos monedas al aire con la posibilidad de que salgan dos caras o dos cruces, que es lo que genera las apuestas ya que si salen cara y cruz no gana nadie, se deberá repetir la jugada. El lugar en el que se desarrolla el juego es el corro alrededor del baratero. Las chapas, estando cruz con cruz, se lanzan al aire lo más vertical. Cuando es en un local cerrado y ha dado en el techo hay que repetir el lanzamiento. Si al caer al suelo salen caras ganan los que hayan apostado a caras y si salen cruces los que hayan apostado a esta posibilidad