Seis personas han muerto por un accidente laboral en Castilla y León durante el mes de septiembre. Eso significa que desde que comenzara el año, han fallecido 44 trabajadores, quince más que durante el mismo periodo en 2021, con un aumento del 52% en la mortalidad laboral.

Pero, además, durante el mes de septiembre de 2022 se han producido 2.242 accidentes con baja laboral, de los cuales 2.214 han sido leves, 21 graves y seis resultados mortales. Eso significa que cada hora se han producido tres accidentes en puestos de trabajo a lo largo de este mes de septiembre. Ante esto, Comisiones Obreras exige "una vez más" a la Junta de Castilla y León que se cumpla "rigurosamente" el VI Acuerdo de Prevención de Riesgos Laborales de Castilla y León 2021-2024.

CCOO señala que estas cifras resultan "alarmantes" y ponen de manifiesto "la escasa cultura preventiva y las deficiencias" del actual modelo de prevención laboral, del que creen que huye de "la integración efectiva de las leyes de prevención en las empresas" de la Comunidad.

Un accidente cada 20 minutos

Según los datos facilitados por este sindicato, la siniestralidad laboral ha aumentado en este último año en Castilla y León en un 3,68%. Y es que, en lo que va de 2022, se han producido 19.543 accidentes de trabajo con baja laboral y otras 362 enfermedades profesionales. Esto significa que se ha producido un accidente laboral cada 20 minutos en los primeros nueve meses del año.

Además, las enfermedades profesionales han aumentado un 23% respecto al año anterior, donde solo en septiembre se han registrado 55. Desde CCOO apuntan que es necesario "poner fin a esta lacra", especialmente desde la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, a través de su Dirección General de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales. De la cual creen que, en los últimos meses, "no ha ejercido sus labores y funciones habituales".

CCOO exige también medidas urgentes para integrar la actividad preventiva de forma eficaz, con formación específica y adecuada, y apuntan a que el trabajo "en ningún caso debe poner en riesgo la salud de los trabajadores y trabajadoras". Finalmente, el sindicato reclama que es necesario "un control más estricto, más inspecciones y más sanciones para que los empresarios negligentes no tengan la sensación de que su irresponsabilidad pueda quedar impune".