Hay edificios que llaman la atención nada más verlos. Lugares singulares que poco a poco se van convirtiendo en seña de identidad. Y si detrás está la mano de la administración, mucho más. En ocasiones, el dicho de “valga o no valga, dámelo grande” se cumple a la hora de poner en marcha proyectos que dejen poso entre los ciudadanos. En Castilla y León contamos con varios de esos edificios públicos majestuosos que no pasan desapercibidos. De esos que te paras a verlos y que cuando te enteras de lo que han valido también te llevas las manos a la cabeza.
Está claro que a grandes obras, enormes presupuestos. En algunos casos se tratan de obras faraónicas que han tardado varios años en ponerse en pie y que han costado varios millones a las arcas públicas y que se convirtieron en un pozo sin fondo para las arcas públicas. Algunos también llegaron con polémica. En el recuerdo la fallida Ciudad del Medio Ambiente de Soria, que tras 130 millones, se quedó en nada. Hacemos un repaso por las más destacadas.