Periodista, presentadora, escritora y, sobre todo, una mujer empoderada capaz de crecerse ante las adversidades, que, en este momento de su vida, tiene una única prioridad: "disfrutar de las pequeñas cosas". Carme Chaparro celebra este domingo 5 de febrero su día más especial, su 50 cumpleaños.
La salmantina se adentra, por tanto, en una nueva década que, tal y como ella ha asegurado en una sincera entrevista concedida a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, en la que se ha abierto en canal mostrando su lado más humano y natural, ha iniciado en su mejor momento.
La vida le sonríe en todos los sentidos y, aunque detrás de todos sus éxitos se encuentra una buena dosis de esfuerzo, ella cree que la suerte también ha tenido mucho que ver. Orgullosa de ser quien es, de la familia que ha formado junto a su marido, Bernabé Domínguez, y sus dos hijas, Laia y Emma; y de su trabajo, una profesión que justo ahora le ha brindado la posibilidad de poder escoger proyectos que realmente la llenan, Carme sería la primera que firmaría por tener una vida como la suya: "Soy muy feliz, creo que es una de las mejores épocas de mi vida. Ya siento que no tengo nada que demostrar", ha afirmado.
El balance que hace de estos 50 años vividos es "positivísimo", y eso tiene un por qué: "El haber hecho todo lo que hecho, me da la calma de poder escoger", ha asegurado. Además, afronta esta nueva década de la mejor de las maneras: "Yo me veo sana, feliz, contenta, serena, muy segura de mí misma, diciendo que no a cosas que no me apetecen y con ganas también de hacer muchísimas cosas. Pero ahora prefiero escoger cosas que me llenen, aunque gane menos dinero, porque lo bueno es que tengo la suerte de poder hacerlo. Por eso, me siento feliz, cómoda y, sobre todo, agradecida a la vida", ha añadido.
Pese a ello, en su día a día le acompaña el miedo de ver a sus hijas sufrir, y el pensamiento permanente de que el peor momento de su vida aún está por llegar: "El peor momento de mi vida va a ser cuando mueran mis padres. Tengo 50, mis padres me tuvieron ya mayores y llegará un momento en el que ya no estarán, me lo estoy temiendo", ha espetado.
Carme también cree que nunca va a poder cumplir el que parece ser el único sueño que le queda por cumplir, viajar al espacio: "Yo quiero ser astronauta, me encantaría ir al espacio, ese es mi sueño. Soy una apasionada del espacio, de los libros de astrofísica y de los documentales, pero sé que ya tengo 50, que ya soy mayor y que los viajes espaciales no van a evolucionar tan rápido como para permitirme a mí salir al espacio. Por eso, si volviera a nacer, estudiaría para ser atronauta", ha desvelado entre risas.
No obstante, aún le queda la esperanza de que alguna de sus hijas consiga hacerlo, así como el seguir disfrutando del resto de sus aficiones, entre las que se encuentran leer, pintar muebles, y también viajar a Salamanca, su tierra natal.
La mayoría de la gente piensa que la periodista nació en Barcelona, pero lo cierto es que sus primeras horas de vida acontecieron en Salamanca, donde su madre se puso de parto de forma totalmente inesperada y mientras acompañaba a su padre a una de sus citas médicas, pues él era visitador médico. "Fue una casualidad de estas que suceden. A los dos días de vida, yo ya estaba de vuelta en Barcelona", ha expresado.
Y es que, aunque con la ciudad charra Carme siempre ha tenido "una especie de conexión emocional complicada de explicar", ella no volvió a visitarla hasta los 28 años: "Ha sido una ciudad que he descubierto ya de mayor, pero siempre me he sentido como si me hubiera llevado una parte de las piedras de las calles de la ciudad, de esos edificios fantásticos. Destacaría su historia, sus lugares más emblemáticos y su tranquilidad, aparte de lo que es Salamanca para pasearla y para sentirla. Es una ciudad que parece que está en medio de la nada, pero está en el centro de todo, es camino de muchas cosas”, ha declarado.
"Barcelona es la ciudad en la que han ocurrido todas mis primeras cosas y en la que están la mayoría de los recuerdos de mi vida", pero no podría elegir entre esta y Salamanca, porque esta última es la ciudad que la vio nacer. Aunque allí no tiene familia, sí conserva a grandes amigos a los que le gusta visitar, siempre que su agenda se lo permite, ya que siempre está inmersa en numerosos proyectos que agotan la mayor parte de su tiempo.
Actualmente, dedica sus días a preparar varios proyectos de televisión de los que muy pronto podrá dar noticias, a impartir cursos a altos directivos de empresas a los que enseña "a hablar en público, a hacer presentaciones y a capear crisis empresariales"; a ultimar los detalles de 'Delito', una novela de intriga escrita por ella "que va a dejar a los lectores con la boca abierta desde la primera página" y que verá la luz el próximo 12 de abril; y, como no podía ser de otra manera, a sus hijas, el principal motor de su vida y a las que está muy unida: "Yo nunca había querido ser madre, me daba igual, y de repente, a los 38, cuando nació Laia y vi cómo esa criatura reptaba de manera instintiva hacia mi pecho, mi vida cambió. Ese fue, de hecho, el momento de mi vida que más me ha marcado", ha confesado.
Carme Chaparro no tiene tiempo para mucho más. Sin embargo, en su vida tiene todo lo que necesita para ser feliz, "un trabajo fantástico, una familia fantástica y unos amigos fantásticos que me ayudan a ser feliz". Factores muy importantes que, además, le han hecho darse cuenta de que "las cosas están para disfrutarlas y de que en la vida hay que dejar de hacer cosas para también aprender a valorar otros momentos".