Ania Iglesias es, sin duda, uno de los rostros vallisoletanos más destacados de la televisión, aunque si bien es cierto han pasado muchos años desde que se le empezó a perder la pista.
A pesar de tener una trayectoria televisiva previa, Ania es conocida por su paso por la primera edición de Gran Hermano, el reality show que le lanzó al estrellato, gracias al cual pudo saborear las mieles de la fama y en el que logró llegar hasta la final quedando en segunda posición, pese los múltiples intentos de sus compañeros para que fuese expulsada, y gracias a la expectación que logró generar durante todo el concurso.
Fueron varios los problemas a los que tuvo que hacer frente durante y después del programa. Sin embargo, con el paso del tiempo ha sabido reinventarse, luchar contra las adversidades y convertirse en una respetada y exitosa empresaria que hoy regenta dos empresas relacionadas con la sanidad, la peluquería y la estética, y a través de las cuales trata de formar a futuros profesionales.
Cuando salió del reality y volvió a aterrizar en el mundo real, la vallisoletana vio cómo su imagen se había convertido en una de las más mediáticas del programa. Entonces creyó que todo había merecido la pena, ya que, si algo le brindó su participación en Gran Hermano, eso fue la posibilidad de cumplir su sueño abriéndose varias puertas en sectores que ella jamás pensó que exploraría alguna vez en su vida.
Tanto es así, que, una vez finalizado el programa, Ania probó suerte en el mundo de la interpretación, llegando a participar en la película 'El gran marciano' o en la obra 'Hamlet'; y también en el de la moda. Y es que, aunque fueron pocos los proyectos en los que logró participar, muchos menos de los que ella misma hubiese deseado, lejos de querer darse por vencida, hace relativamente poco se decidió a seguir apostando por su verdadera vocación de ser actriz, sacando adelante una obra de teatro bautizada como 'Reciclando a un famoso'.
Cuando se dio cuenta de que ni su carrera como actriz, ni como modelo terminaban de consolidarse, optó por explorar el sector de la comunicación colaborando con Radio televisión Castilla y León en varios programas como Somos así, En casa de Cristina, La tarde con Cristina y Vamos a ver.
Pasados tres años, Iglesias encontró la oportunidad perfecta para volver a la televisión, donde sus apariciones públicas volvieron a ir creciendo de manera progresiva, a raíz de ser invitada a participar de manera fugaz en el programa Campamento de verano.
Desde entonces, nunca ha llegado a desvincularse definitivamente de la pequeña pantalla, pero en la actualidad son contadas las veces en las que se deja ver en algún plató. Ahora, Ania está completamente centrada en sus negocios y en su vida más personal, la cual comparte, desde hace años, con su pareja, Javier Fandiño, el director comercial de un portal de salud con el que se comprometió en junio de 2019. No obstante, sigue soñando con convertirse en una actriz de gran éxito.
No cabe duda de que hoy la vida le sonríe, pero también es cierto que el camino para llegar hasta donde está ha sido de todo menos fácil. Desde que salió de Gran Hermano, Ania ha tenido que lidiar con varias enfermedades, entre ellas, la anorexia, la cual logró superar tras una larga batalla en la que recibió ayuda médica, y un cáncer de útero del que, afortunadamente, también ha logrado recuperarse.
Actualmente, se muestra en sus redes sociales como una mujer renovada con ganas de comerse el mundo y de seguir disfrutando de los pequeños placeres de la vida. En su perfil de Instagram, donde acumula más de 10.000 seguidores, presume cada día de sus rutinas de vida saludable, así como de lo espectacular que sigue luciendo a sus más de 50 años.