Considerada como uno de los grandes iconos de la música en España durante la década de los 60 y 70, la vallisoletana Helena Bianco es dueña y señora de una intachable trayectoria profesional llena de luces, pero también de sombras.
Fue capaz de revolucionar el panorama musical de la mano de Los Mismos, el grupo del que se separó hace casi dos décadas después de una vuelta motivada por la demanda del público, pero que sigue formando parte de ella, para iniciar una carrera en solitario en la que ha pasado por diferentes etapas que le han llevado a estar tantas veces en el cielo como en el suelo, de ahí el título de la biografía que publicó hace apenas unos meses, 'Entre el cielo y el suelo'.
Ahora bien, si algo ha tenido claro desde bien pequeña ha sido su pasión por la música, lo que realmente le ha ayudado a levantarse en más de una ocasión, a superar varios baches que hoy parecen haber quedado eclipsados por la alegría, el orgullo y la satisfacción de haber conseguido casi todo lo propuesto, y a seguir adelante con las mismas ganas e ilusión que el primer día.
La vida de Helena Bianco no es ningún secreto para nadie, pues desde bien joven le ha caracterizado su sinceridad. Pero, ¿qué ha sido de ella en todo este tiempo?
Esto es algo que la artista vallisoletana ha querido aclarar en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León en la que ella misma ha confesado que actualmente la vida le sonríe en casi todos los aspectos de su vida profesional, y también personal, pues a sus 75 años continúa felizmente casada con el célebre cantante y actor Guillermo Antón, y muy unida a su hija Sandra, a la que las cosas también le van de maravilla y que le regaló dos de sus tesoros más preciados, a sus nietos Alonso y Jacobo.
"Tengo la suerte de que sigo con Guillermo, formando una pareja indestructible, queriéndonos, amándonos y respetándonos muchísimo. Llena mis días, me acompaña en cada momento y profesionalmente sigue estando ahí, con lo cual es un apoyo muy grande para mí. Luego tengo a mis dos nietos maravillosos y a mi hija, que también le va genial", ha reconocido.
El único pero que destacaría de su vida más personal sería la reciente pérdida de su hermano mayor, la cual define como "la noticia más triste" de este año.
Pero la familia no es lo único a lo que Helena dedica su tiempo. La cantante compagina cada día y desde Madrid, ciudad en la que reside desde hace años pese a que sus visitas a su tierra natal son constantes por conservar varios familiares en la ciudad, su faceta de esposa, madre y abuela con sus proyectos musicales, entre los que hoy destacan sus conciertos en directo por todo el país, la preparación de "una gira de conciertos con orquestas sinfónicas de varios lugares de España" que ella misma define como "mi ilusión", la grabación de un videoclip sobre "el segundo tema que dedico a las personas mayores" que está a punto de arrancar, y cómo no, los preparativos de su actuación estelar en Valladolid el próximo 10 de septiembre con motivo del cierre de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo, un evento que justifica gran parte de su emoción.
"No me está yendo nada mal, aunque sí es cierto que a nivel conciertos hemos bajado bastante este año. Las elecciones municipales nos han hecho polvo porque no todos los Gobiernos dejan las fiestas cerradas, entonces los que no las tienen preparadas normalmente suelen tirar por orquestas y djs para no complicarse mucho", ha destacado Bianco sin llegar a perder la positividad que la caracteriza: "Aun así, siempre hay actuaciones y conciertos para llenar nuestras necesidades artísticas", ha añadido.
Por todo ello, Helena Bianco todavía tiene ganas de seguir trabajando. Es más, ni siquiera ronda por su cabeza la idea de retirada. "De momento no quiero dejar de trabajar, pero como me doy cuenta de que a muchas personas la ilusión les puede más que todo y como tengo mucho respeto a mi carrera y a mi forma de estar en el escenario, y no quiero que llegue un momento en el que pueda empezar a hacer el ridículo, le tengo dicho a mi entorno que cuando vean que ya no tengo cabeza para decidir, que me encierren en casa y no me dejen seguir", ha reconocido al respecto.
Un sueño por cumplir
Música, televisión, producción... Pocas cosas le quedan por hacer a Helena Bianco a estas alturas de la vida. Una mujer que ha llegado a lo más alto en la industria musical española de la mano de una de las bandas más populares de nuestro país en la época de los años 60-70, que ha participado en infinidad de concursos musicales y reconocidos programas de televisión como Pasaporte a Dublín y Qué tiempo tan feliz, que ha intentado representar a España en Eurovisión, que ha publicado sus memorias, que sido la artífice de proyectos pioneros como "el primer espectáculo de boleros que se hizo en España", que ha tenido ocasión cantar para Rafael Alberti, o que ha llegado a trabajar con figuras de la talla de Augusto Algueró, Fernando Guillén, Juan Carlos Naya y Alberto Vázquez, su propio hermano, entre otros logros.
Sin embargo, su energía, su vitalidad y sobre todo su capacidad de crecerse ante las adversidades le hacen tener una ristra de proyectos concebidos como sueños por cumplir entre los que destaca "formar parte de una gira con compañeros de los 80-90 o de una producción musical con personas potentes de ahora, porque me siento una mujer capaz de defender una música de ahora y un directo de diez".
Momentos trágicos salvados por la música
Su trayectoria le avala, una carrera de fondo que inició con solo ocho años y que ella misma se atreve a definir como "impecable", y en la cual ha "conseguido hacer casi todo lo que he deseado", aunque esto le haya supuesto "una lucha titánica y un esfuerzo tremendo": "Ha sido cada mañana comenzar a luchar como si fuera el primer día y tener que demostrar quién es Helena Bianco en cada gestión y cada paso que he dado. Porque las puertas no las he tenido muy abiertas, pero a base de tesón, de confianza en mí y de no permitirme desfallecer ni un solo día de mi vida, he logrado muchas cosas", ha señalado.
Ha habido muchas trabas, pero para ella nunca ha existido la palabra rendirse, pues la música siempre ha sido su "motor" y se lo ha dado "absolutamente todo": "Yo he pasado por momentos muy difíciles, pero la música me ha ayudado a salir de ellos y del inicio de una depresión. Porque cuando realmente me meto dentro de ella, me saca todos los males que pueda tener a la vez. Aun en momento muy bajos, salgo a un escenario y ya con el primer acorde soy otra persona", ha confesado.
Su "agridulce" paso por La Voz y una reivindicación
Todo esto compensa incluso las decepciones que se ha llevado en la industria, siendo la última y más reseñable la que vivió tras proclamarse ganadora de la primera edición de La Voz Senior.
El programa le hizo vivir "una experiencia agridulce", pues, aunque este le permitió cumplir su principal objetivo de llegar a un público joven al que antes no había tenido acceso, disfrutar de un "entorno, producción y organización perfecta", fraguar una relación "sobresaliente" con el equipo, los coaches, los vocales y el público, y cumplir un sueño al formar parte del equipo de Pablo López; cuando se proclamó ganadora debería haber entrado a formar parte del proyecto una discográfica y esto no ocurrió, al menos como ella esperaba.
"La Voz es un programa de diez, me hicieron sentirme enriquecida, cuidada y una primera figura, pero después de ganar empezó la otra verdad. Me di cuenta de que el mercado no cuenta con gente mayor para nada y me decepcionó bastante porque realmente no me hicieron ni caso. No hicieron nada. El premio era grabar un single, lo grabé, pero cayó en mí con 71 años y comenzando la pandemia. Cuando vi que estaba todo remontando pregunté a la productora que qué iba a hacer conmigo, y como me dijeron que no lo tenían claro, les dije que, por favor, anulasen mi contrato porque no me pareció ético. Entonces tuve que conseguir llenar ese vacío con mi fuerza, mi voz, mi cariño, mi cuerpo, mi forma de interpretar y con la banda de músicos que me acompaña", ha reivindicado.
"El único que se está salvando es Raphael, pero el resto no existimos. Nadie apuesta por proyectos serios con personas de nuestra edad", ha espetado.
Pero pese a todo ello, lo cierto es que Helena considera que La Voz ha sido uno de sus proyectos más importantes de su carrera "por lo que ha ido acompañando", es decir, "por los 71 años de vida, los 60 años de historia musical y la ilusión que llegué a sentir en ese programa".