La última reclamación de la Fundación Franz Weber está relacionada con las escuelas taurinas de Castilla y León, pero esta vez la entidad se ha dirigido expresamente al Procurador del Común, a quien ha pedido abrir una investigación independiente sobre el funcionamiento, enseñanza e implicación de personas menores de edad en las escuelas taurinas. 

Mientras tanto, la Fundación ha registrado una queja a través de la cual ha tratado del evaluar el grado en el que participan con animales. En este sentido, denuncian el hecho de que los niños participen en clases prácticas y tentaderos privados donde se maltrata y se mata a bóvidos de dos años. 

Para ellos, lo más grave de todo es que estas escuelas aceptan a niños desde los ocho años y que estas estén sufragadas con dinero público, pues consideran que esta enseñanza práctica "pone en riesgo la integridad físical y moral de las personas menores de edad". 

Recuerdan, además, que sobre estas circunstancias ya adivirtió en 2018 en España el Comité de los Derechos del Niño, instando al Gobierno a lejar a toda persona menor de edad de la tauromaquia. 

Por todo ello, desde la Fundación Franz Weber consideran que el Alto Comisionado debería tomar nota de todo, incluidos "los peligros a los que se exponen los chavales, pudiendo resultar heridos o lesionados de gravedad". 

Consideran también que se tratra de una actividad extraescolar sin interés real para las familias, poniendo como prueba el reciente cierre de la escuela taurina de Valladolid, lo que les hace pensar que tiene todavía menos sentido que estas estructuras estén siendo mantenidas por las ayudas públicas.