Aunque la normativa vigente exige unas condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso a los edificios, la realidad es que el 39% de los mayores de 75 años de Castilla y León tiene dificultades para acceder desde la calle a su vivienda, bien porque no hay ascensor, bien porque ha de subir de forma obligatoria escaleras, o por ambos factores. En Castilla y León, 333.918 personas tienen 75 años o más (un 14,05% de la población) y, de ellas, un 31% vive sola.
Por este motivo, los castellanos y leoneses conceden una nota de 5,7 a la accesibilidad de su edificio, de acuerdo con el informe realizado por la Fundación Mutua de Propietarios y la Cátedra de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili con motivo del Día Internacional de los Mayores.
Rl ocho por ciento de los edificios de viviendas castellano y leoneses necesita un ascensor; uno de cada cuatro requiere una rampa para salvar el escalón de acceso al portal; el 52 por ciento tiene porteros automáticos no accesibles desde una silla de ruedas, al igual que dos de cada tres edificios tienen sus buzones elevados y, por tanto, también inalcanzables. Finalmente, aunque el 93 por ciento de los portales de acceso al edificio tienen el tamaño adecuado para pasar con silla de ruedas, el 41 por ciento necesita instalar un abrepuertas motorizado porque pesa demasiado.
La falta de acuerdo entre vecinos (64 por ciento) y los motivos económicos (55 por ciento) son las principales razones expuestas por los castellano y leoneses para no realizar las mejoras de accesibilidad que se necesitan en su edificio, especialmente cuando la inversión supone un montante superior a los 2.000 euros.
“Las importantes carencias en accesibilidad suponen una discriminación de los derechos fundamentales de las personas mayores como la libertad de residencia y circulación, el libre desarrollo de la personalidad o la igualdad”, afirmó la vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios, Laura López Demarbre.