La Ley de Bienestar Animal ha entrado en vigor en España hace tan solo unos días -29 de septiembre- y ya ha supuesto un gran revuelo en la sociedad. Las nuevas normas implantadas no han hecho especial gracia a quienes tienen una mascota en casa, que miran con incertidumbre hacia el futuro sin saber qué va a pasar.
Las medidas son más estrictas que antes y no ha quedado más que adaptarse a ellas. Lo primordial es establecer un seguro obligatorio para poder viajar con las mascotas en los transportes públicos. También un seguro de responsabilidad civil para los perros y cuidado con el tiempo que pasan solos en casa, porque no puede ser más de 24 horas. Tampoco se puede dejar al animal en un vehículo ni atados en la puerta de un comercio sin supervisión.
Estas son algunas de las normativas planteadas. Y ante ello, no solo los ciudadanos, sino que las protectoras también alzan la voz. Esta normativa está provocando que muchas personas se planteen abandonar a sus animales por no poder mantenerlos. Y eso está ocasionando un problema en la sociedad.
Desde la protectora Huellas, ubicada en Ávila, Cristina Sánchez afirma que existe “mucha incertidumbre”. Hay “miedo a las multas” ya que “no todo el mundo tenía a los animales identificados, castrados y como deben estar”. Asegura que están empezando a notar un aumento de los abandonos y ven algunas lagunas en esta nueva ley.
“Los perros de caza son los que peor están y la ley los excluye”, reprocha. Por otro lado, pide a la ciudadanía que no caigan en el error de abandonar a sus animales puesto que no hay motivo para ello. “El que tiene un animal en casa debe ser consciente de la responsabilidad que conlleva. Si no se puede asumir, hay que pensarlo antes”, apostilla.
Por otro lado, esta Ley del Bienestar Animal, a su juicio, solo sirve para “poner muchas trabas a quien los tiene bien”.
En el caso de la protectora Zamora, Ismael Filali mantiene la misma opinión que la expuesta anteriormente. Las llamas “han aumentado” considerablemente. Y es que reciben una media de 40 al día y “decenas” de correos electrónicos. Todos ellos con el mismo fin: “Abandonar a sus mascotas”.
“Perjudica más que mejora”, sostiene. Y es que desde esta protectora zamorana lamentan que el Gobierno de España “ha sido negligente y no ha consensuado nada”. Creen que lo licito sería salir y pedir a los ciudadanos que “no abandonen” a sus animales, pero lamentan que sea demasiado tarde: “La gente ya tiene miedo”.
Para ellos es una “situación desesperante” el hecho de recibir tantísimas llamadas diarias con el mismo objetivo. Filali recuerda que tienen una capacidad limite y que no pueden acoger a todos los animales que les gustaría y eso, en ocasiones, no sienta bien: “Hay personas que nos faltan al respeto porque no nos podemos ocupar de su mascota. Lo tienen que entender”.
En definitiva, habla de una Ley de Bienestar Animal que solo ha provocado una “alarma social” que no sabe cómo van a abordar y que les “preocupa demasiado”. Motivo por el cual manda un mensaje de concienciación y anima a que llamen a las protectoras para informarse sobre la normativa y no abandonar.
Este sentimiento común lo comparten en la protectora Scooby, ubicada en Medina del Campo, Valladolid. “Dicen que han tenido en cuenta a todo el mundo y todo el mundo está descontento”, critica Nieves.
Asegura que las protectoras de animales se van a ver “muy perjudicadas” con la entrada de esta nueva ley: “Los verdaderos defensores del bienestar animal vamos a ser los más perjudicados”.
Nieves habla de los costes y del miedo que estas medidas suponen en la sociedad. Y se une a la misma reivindicación que las anteriores: “Los perros con más problemas de abandono son los de caza y están excluidos”.
Una ley que tilda de “basura” porque “no todos los animales tienen la misma consideración” y, reprocha, “los más incumplidores están fuera”. Asimismo, avanza que muchas protectoras “tendrán que echar el cierre” ante esta situación.
“Es una ley hecha para castigar a la gente que cumple”, lamenta.
En definitiva, un sentimiento generalizado con esta nueva normativa que no ha sentado nada bien ni a ciudadanos ni a protectoras de animales. Cabe recordar que, más allá de las medidas citadas anteriormente, los animales no pueden orinar ni depositar excrementos en zonas de paso habitual como fachadas, puertas o entradas de establecimientos. Y, en caso de que suceda, “se deben retirar o limpiar con productos biodegradables”.
Las multas varían dependiendo de la infracción que se cometa. Van desde los 500 hasta los 10.000 en caso de ser leve. Pero si son muy graves irán desde los 50.001 hasta los 200.000 euros. Nuevas normas que, como las protectoras dicen, “solo provoca que a los ciudadanos se les quiten las ganas de tener un animal en casa”.