Castilla y León cerró el pasado año con 43 menores en paradero desconocido, la cifra más alta de la última década, según se desprende de un estudio elaborado por el Centro Nacional de Desaparecidos (Cndes), organismo dependiente del Ministerio del Interior, en el que también se destaca que a nivel nacional las desapariciones activas de menores ascienden a 1.646.
No obstante, según confirmaron a Ical fuentes de la Policía Nacional, en la mayoría de estas denuncias están implicados adolescentes y jóvenes internados en centros de menores. Además, desde el CNP se resaltan que la inmensa mayoría de estas denuncias por desaparición de niños y menores se resuelven a las pocas horas, generalmente por reintegro voluntario.
En la actualidad, Castilla y León cuenta con ocho centros para menores infractores que suman un total de 131 plazas para llevar a cabo las medidas privativas de libertad y convivencia en grupo educativo: dos son centros propios (el Zambrana y Los Manzanos, que cuentan con 92 plazas y ambos están ubicados en Valladolid), mientras que seis son centros colaboradores, que cuentan con 39 plazas y se encuentran en Burgos, León, Salamanca, Zamora y Valladolid.
Además de 42 adolescentes, dado que a excepción de uno todos tienen entre 13 y 17 años, a 31 de diciembre de 2022 en la Comunidad había también quince adultos desaparecidos. En total, el pasado año las denuncias por desapariciones tramitadas en Castilla y León ascendieron a 1.438.
Respecto a los mayores de edad, desde la Policía Nacional también se apunta que las desapariciones de personas con deterioro cognitivo, debido a desorientaciones, también se suelen resolver pronto. Al mismo tiempo, explican que una vez que se pone la denuncia se activan mecanismos de búsqueda, ya que las primeras horas de la desaparición son determinantes para su localización. En todos los casos, además de grabarse en la base de datos desaparecidos, se aportan a los grupos de atención al ciudadano (radiopatrullas), así como a otros cuerpos policiales, los datos físicos del desaparecido y la zona por la que se suelen. Sin embargo, cuando se trata de desapariciones complejas o cuanto se sospecha que se trata de un caso grave, se inicia una investigación en la que se analizan posibles medios de transporte utilizados, medios de pago, comunicaciones y otros aspectos para poder localizar el paradero del desaparecido.
Desde la creación del sistema Personas Desaparecidas y Restos Humanos en junio de 2009 y hasta el 31 de diciembre de 2022, se han registrado en Castilla y León 13.310 denuncias sobre desapariciones, mientras que a nivel nacional fueron 270.093, de las cuales permanecen activas 6.192 casos.
Valladolid, a la cabeza
Por provincias, Valladolid se situó el pasado año a la cabeza con 16 desapariciones activas, de las que 14 corresponden a menores, por delante de Burgos con diez (nueve menores) y León, también con diez, aunque en este caso ocho corresponden a menores. En Salamanca se contabilizaron ocho, de las que la mitad son de menores. En el lado opuesto aparecen Ávila y Zamora, ambas con dos casos de menores; Segovia suma tres de menores y una de adultos y Soria dos de adultos y una de menores. Palencia es la única provincia sin desapariciones de menores, aunque acumula cuatro de adultos. En cuanto al total de denuncias registradas el pasado año, Valladolid y Segovia figuran en cabeza con 322, por delante de León (183), Burgos (133), Salamanca (128), Soria (81), Ávila (78), Zamora (74) y Palencia (59).
Los diferentes informes anuales vienen marcando una continuidad en cuanto al porcentaje de las personas desaparecidas sin causa aparente, siendo más elevado el número de desapariciones de hombres que el de mujeres. El año 2022 no ha sido una excepción, y el porcentaje de denuncias correspondientes a varones, se ha situado en el 58,5 por ciento y el de mujeres en el 41,5 por ciento a nivel nacional, mientras que en Castilla y León los hombres representaron el 59,1 por ciento.
Por comunidades autónomas, las que presentaron un mayor número de desaparecidos el pasado año fueron Canarias con 5.101, Comunidad de Madrid 3.668, Cataluña 3.391, Andalucía 3.357 y Comunidad Valenciana 2.806.
En el conjunto autonómico, España es la nacionalidad con más desapariciones, más del 47,1 por ciento sobre el total de denuncias activas (6.192), seguida por Marruecos con el 21,4 por ciento sobre el total, Argelia, Guinea y Costa de Marfil.
Casos
En Castilla y León, el archivo del Cndes, recoge datos de diez personas desaparecidas, entre las que se encuentran dos menores: Lucía Martín Sanz, de quince años, que desapareció el pasado 8 junio en Grijota (Palencia) y Abraham Augusto de los Ángeles, que fue visto por última vez en febrero de 2022 en Cabrerizos (Salamanca). En la actualidad tiene 16 años.
Entre las personas mayores, se encuentran Vicente Ferrando Fernández, desaparecido en julio de 2022 a los 76 años en Encinedo (León); Teodoro Sánchez Bravo, de 97 años, cuya desaparición se denunció en Tordesillas en agosto de 2021; Miguel Fernández García, de 85 años, que fue visto por última vez en septiembre de 2016 en Figueruela de Arriba (Zamora) y Abdón González Ruiz, que hoy tendría 91 años y que desapareció en marzo de 2011 en Medina de Pomar (Burgos).
A esta lista se une José Antonio Martínez López, de 46 años, desaparecido en diciembre de 2022 en Candelario (Salamanca); María Teresa Ariño Biel, de 59 años, cuya desaparición se denunció en agosto de ese mismo año en Soria. Además desde noviembre de 2018 no se localiza a Javier Jiménez Muñoz, de 59 años, que desapareció en Ávila. La denuncia más antigua de la Comunidad es la de María Dolores Sánchez Moya, que data de julio de 1990. Cuando desapareció de Medina del Campo tenía 21 años.
No obstante, en el caso de la página web de la Asociación Sosdesaparecidos, se denuncia la desaparición de 18 personas en Castilla y León.