La Fundación Franz Weber ha denunciado que la Junta de Castilla y León ha incrementado un 33% el presupuesto, pasando de 24.000€ (2021) a 32.000 (2022) a escuelas taurinas “con la sospecha de que este año podría ser superior”. “La estrategia de la Junta de Castilla y León pasa por sostener artificialmente a las escuelas taurinas a través de ayudas directas y, si hace falta, incrementan el uso de fondos públicos”, lamenta la Fundación en un comunicado.
Los naturalistas han vuelto a ser muy críticos con el mantenimiento de estas infraestructuras en Castilla y León, denunciando que su modelo “pseudoeducativo” expone a menores de muy corta edad a la violencia sobre animales, reforzada por comentarios positivos de tutores, familiares y los presuntos profesores de las escuelas taurinas.
Sin embargo, para ellos, “el bipartito PP-VOX ha hecho de la tauromaquia una de sus banderas, a pesar de que no solo la inmensa mayoría de niñas, niños y adolescentes castellanos y leoneses da la espalda a esta práctica cruel, también los adultos prefieren otro tipo de actividades de ocio".
A ello se suma que incluso escuelas taurinas que anunciaron el cierre este mismo año habrían recibido subvenciones de la Junta durante los dos ejercicios anteriores, como el caso del centro de Rioseco (Valladolid), percibiendo un total de 7.500 euros en 2021 y 2022.
La ONG puso sobre la mesa las dos recomendaciones explícitas que el Comité de los Derechos del Niño realizó desde 2018 acerca de la exposición de personas menores de edad a la violencia sobre los animales, algo que cualquier chaval puede ver en una de estas escuelas taurinas.
Según ellos, desde los 14 años pueden ejercer, con los elementos cortopunzantes clásicos de la tauromaquia, la violencia en directo sobre bóvidos, lo que contribuye a insensibilizarlos por motivos políticos o culturales, lo que parece buscar la Junta de Comunidades para perpetuar la actividad taurina en la región.
Rubén Pérez, portavoz de la campaña Infancia Sin Violencia de FFW, ha señalado: "La Junta puede cumplir con lo dictado por Naciones Unidas. Primero retirando cualquier ayuda directa a las escuelas taurinas, suprimiendo cualquier promoción de las mismas, y después estableciendo un veto a la entrada y participación de personas menores de edad a eventos de este tipo."
"Existe abundante literatura científica que alerta sobre los efectos de la exposición a la violencia contra animales y el papel que ello juega sobre el desarrollo intelectual, moral y psicosocial de niños y niñas."