'La sociedad de la nieve' se ha convertido en un auténtico éxito mundial. La nueva película de Juan Antonio Bayona, basada en el libro homónimo de Pablo Vierci y, con ello, en el accidente que sufrió el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes en 1972, está en boca de todo el mundo.
Ha arrasado en cines, lleva semanas en el top 10 de Netflix y, tal y como apuntaban las quinielas tras ser elegida por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas como uno de los filmes candidatos para representar a España en los premios Oscar 2024, esta ha sido nominada al Oscar a Mejor película internacional y al Oscar a Mejor maquillaje y peluquería en la 96 edición de los icónicos galardones de la Academia de Hollywood.
Y es que, la espectacular crítica y acogida que ha tenido esta obra cinematográfica, no solo se debe a su director y su elenco, sino también a un gran equipo que, detrás de las cámaras, ha puesto su granito de arena para hacer realidad este ambicioso y complicado proyecto.
De él, precisamente, han formado parte nueve bomberos de Castilla y León, que se han convertido en algo así como "ángeles de la guarda", para todos aquellos que han participado en la película.
Uno de ellos, Juan Carlos Chicote, que desarrolla su actividad en el parque de bomberos de Burgos, ha sido quien ha desvelado todos los detalles de esta "impresionante" e "impagable" experiencia a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.
Así, más allá de confesar que de los nueve profesionales que han tenido ocasión de vivir esta aventura, uno trabaja en Valladolid, otro en Segovia, dos en Palencia, cuatro en Burgos capital y el último en Miranda de Ebro; el bombero especializado en rescate en montaña ha revelado que su participación en la cinta de Bayona surgió a través de Álex López. Este no es otro que el operador de grúa que dirigió las maniobras de todos ellos, cuando juntos formaron parte del grupo de rescate y salvamento de la Junta de Castilla y León, del 2010 al 2014.
Hace tiempo, este creó una empresa de dobles de acción llamada The Stunt Club y, dada la buena relación que siempre ha mantenido con los que en su día fueron sus compañeros, cuando la productora de 'La sociedad de la nieve' decidió contratar sus servicios, este no dudó en contactar con "sus amigos del grupo de rescate". "En el momento en el que nos dice que tiene un proyecto y que necesita formar un equipo de seguridad en montaña, entramos de cabeza, porque para nosotros era una aventura increíble. En ningún momento nos lo pensamos", ha explicado Juan Carlos.
Además, tampoco tenían mucho tiempo para premeditar su decisión, ya que les avisaron en el último momento: "Tuvimos que cuadrar calendarios de trabajo, compromisos familiares y otro tipo de obligaciones porque teníamos que estar un mes y pico fuera de casa y fue de la noche a la mañana. Pero como estamos acostumbrados a acciones inmediatas, tampoco nos importó", ha admitido el bombero burgalés.
Así, pusieron rumbo a Sierra Nevada, "como elefantes en la cacharrería y sin saber muy bien dónde nos metíamos", para embarcarse en la que tal vez sea una de las experiencias más locas, bonitas e inolvidables de sus vidas.
Tal y como ha explicado Chicote, aunque la mayoría de las películas suelen tener una unidad de rodaje donde está el director y el set de grabación, 'La sociedad de la nieve' contaba con tres para rodar de manera simultánea en localizaciones diferentes y así agilizar las grabaciones. Ellos, cuando empezaron, les asignaron la tercera unidad, la destinada a alta montaña, para dar seguridad al equipo de grabación y a los actores. Sin embargo, a pesar de que en esta fue en la que más tiempo pasaron, durante el mes aproximado que estuvieron trabajando en la película terminaron pasando por las tres.
"Al principio estuvimos en la tercera unidad porque unas 150 personas, que no estaban acostumbradas a este medio, tenían que subir a 3.000 metros de altura para grabar un montón de escenas que tenían mucho riesgo porque se hacían en lugares muy complicados. Fue tremendo y muy duro para ellos porque estuvieron sometidos a situaciones muy difíciles, llegamos a estar a -17ºC. Pero como poco a poco nos fuimos haciendo más necesarios en todas las unidades, al final estuvimos distribuyéndonos por todas para dar seguridad a todos los equipos y hacer las labores un poquito más duras", ha espetado.
Asimismo, dado que todos los bomberos eran especialistas en rescate en helicóptero, Álex eligió a dos de ellos para que actuaran como rescatadores de los supervivientes. "En Sierra Nevada se rodaron las escenas de nieve, pero la película tiene muchas más localizaciones. En Madrid se rodó el accidente del avión y hubo otra parte muy importante de la grabación que se desarrolló en Los Andes y en Uruguay, que fueron las grabaciones de los paisajes de Los Andes y del valle de Las Lágrimas donde se produjo el accidente", ha añadido el bombero.
Sobre la experiencia, Juan Carlos ha asegurado que "ha sido algo tremendo" porque no sabían a dónde iban ni a qué, ni tampoco habían hecho cine anteriormente. Además, ha presumido orgulloso de haber hecho "un trabajo excepcional" y de haberse convertido en "imprescindibles", tal y como les han trasladado varias personas del equipo.
Hoy, los bomberos están realmente "perplejos" por el impacto que finalmente ha tenido la película, pues ellos para nada se esperaban que se tratara de un proyecto de tal envergadura, a pesar de que en su día se lo advirtieran: "La gente nos decía que estábamos en el mayor proyecto del cine español hasta el momento, pero no hemos sido conscientes de lo que hicimos en su día hasta ahora, que estamos viendo realmente el pedazo de proyecto que es 'La sociedad de la nieve'. No era broma, es verdad, la película es brutal".
Además, se sienten verdaderamente agradecidos con Álex López y con todo el equipo que ha formado parte de la producción cinematográfica "por haber contado con nosotros y habernos permitido estar". "Nos tenían mucho aprecio porque éramos sus ángeles de la guarda en la montaña y forjamos una relación estupenda con todos. Con Bayona tampoco coincidimos mucho, pero cuando vino a la unidad de alta montaña, muy bien, y con Pablo Vierci, el autor del libro y coproductor de la película, también. Ya saben que nos tienen aquí para lo que haga falta y a Álex le damos nuestra vida si hace falta", ha confesado.
Finalmente, Juan Carlos ha admitido que, aunque todos ellos están abiertos "a lo que sea" y dispuestos a seguir realizando colaboraciones puntuales "cuando nos llame Álex", por ser "un amigo entrañable", ellos ni son actores ni forman parte del mundo del cine, sino que son "bomberos profesionales especialistas en montaña" a los que les encanta su profesión. Puestos a elegir, nunca la cambiarían.