Un nuevo cambio de tiempo se avecina en Castilla y León. Este miércoles, 6 de marzo, está previsto que atrás quede el paso de sucesivos frentes atlánticos que dejarán paso a dos borrascas que barrerán la Península y la Comunidad de oeste a este en los próximos días, dejando precipitaciones generalizadas y abundantes en los próximos días.
Así lo ha notificado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha adelantado que mañana el cielo se irá cubriendo con nubosidad de oeste a este, aunque no está previsto que las precipitaciones lleguen todavía hasta la jornada del jueves.
Será entonces cuando el primer frente barra la Península y dejará las lluvias más abundantes en la parte del tercio oeste peninsular. La cota de nieve se situará entre los 1.200 y los 1.600 metros, por lo que se darán acumulaciones únicamente en los principales sistemas montañosos, donde hay previstas rachas muy fuertes de vientos.
A última hora del jueves comenzará a entrar por el oeste una masa de aire de origen marítimo polar, que se extenderá por toda Castilla y León a partir del viernes y que provocará un descenso brusco de las temperaturas y bajará la cota de nieve hasta los 800-1.100 metros.
Las previsiones apuntan al sábado 9 de marzo como el día más adverso de este episodio meteorológico. Una nueva borrasca, más profunda, reemplazará a la anterior ubicándose igualmente en el noroeste, con un frente que recorrerá de oeste a este.
Aunque la Aemet reconoce que para este episodio hay más incertidumbre, se espera que el escenario sea más acusado y activo que el del jueves, dejando precipitaciones más intensas. Las nevadas se esperan en los principales sistemas montañosos, pero no se descarta que puedan producirse también en zonas de la meseta, especialmente en Castilla y León.
Para el domingo 10 de marzo se espera que la borrasca se vaya rellenando y comience a desplazarse hacia el norte, estabilizándose el tiempo. No obstante, todavía podrían producirse precipitaciones generalizadas este día aunque de forma menos intensa.