Lo de verde pasar, rojo parar, es una cantinela que se saben hasta los más pequeños de casa cuando tienen que cruzar por un paso de peatones. Lo mismo ocurre cuando vas en un automóvil. Ahora bien, hay un tercer color que siempre nos traslada un mar de dudas. El famoso ámbar o amarillo, un tono que avisa de la transición entre el verde y el rojo, es decir, entre poder pasar y tener que parar. Pero que muchas veces se convierte en toda una incertidumbre.
Pues bien, para ponerle más salsa al plato, desde hace unos años algunos semáforos españoles han incorporado una cuarta luz, que también es ámbar y que se dirige a los conductores de vehículos en ciertos cruces e intersecciones. Se denomina Pelican. Cuando el semáforo pasa de verde a rojo para los conductores, existe un momento de paso al ámbar que dura unos pocos segundos. Esta señal indica a los conductores que deben empezar a frenar. Años después, y con muchos estudios de por medio, la fundación Safer Roads ha determinado que esta cuarta luz es más peligrosa que efectiva.
Salamanca y Burgos son dos ciudades que cuentan con estos dispositivos, según los datos ofrecidos por Safer Roads. Sin embargo, en el caso de la capital burgalesa se han ido eliminado con el paso del tiempo. En tierras charras, el Ayuntamiento de momento se niega y lo argumenta con la disminución de los accidentes. Algo que desde Safer no creen así. “El peligro es especialmente grave cuando hay un vehículo de gran altura en uno de los carriles, durante el cual no hay intervisibilidad entre conductores y peatones”, advierten desde la fundación. Sin ir más lejos, el accidente que acabó con la vida de la maestra Elena Rodríguez tuvo como protagonista a un semáforo de este tipo. Por eso, protestan y exigen que se retire porque es peligroso y está costando vidas.
Lo preocupante es que los peatones que usan un paso controlado por este tipo de señales se incorporan instintivamente a la calzada cuando ven al "hombre verde" y no miran normalmente si se aproxima algún vehículo. Durante la secuencia de "filtrado" en ámbar intermitente, al menos el peatón que cruza tiene la oportunidad de apartarse rápidamente del camino de un vehículo que se aproxima. Esto es muy peligroso, pero lo que es aún más alarmante es que los ciclistas, y en particular los conductores de patinetes eléctricos, cuyo número ha aumentado drásticamente en los últimos años, pueden atravesar el cruce a 15 km/h o más y no tendrían absolutamente ninguna oportunidad de evitar una colisión con un vehículo que pasa por el cruce.
Son muchas las imágenes aportadas donde los conductores atraviesan repetidamente a gran velocidad el semáforo en ámbar intermitente y no conceden prioridad a los peatones que cruzan y reciben un semáforo en verde que les indica que pueden cruzar sin peligro. La continua confusión existente hace inevitable que se produzcan fallecimientos como consecuencia directa de este tipo de secuenciación de las señales. Para Safer Roads, el peligro se solucionaría simplemente reprogramando el controlador de la señal para eliminar el confuso parpadeo ámbar para los conductores, con la secuencia convencional rojo/ámbar/verde funcionando 24 horas al día/7 días a la semana.