Han pasado muchos años desde que el actor Santi Rodríguez consiguió colar su humor en millones de hogares españoles de la mano de su papel en la mítica serie 7 vidas.
Hoy, el reconocido artista vuelve a valerse de su bis cómica para protagonizar una obra de teatro "para morirse de la risa", que llega este viernes al Teatro Carrión de Valladolid.
Se trata de Espíritu, "una comedia que gira en torno al tema del miedo a la muerte y a la historia de una persona que ha muerto y no lo sabe, y que tiene metafóricamente que preparar el equipaje porque ya le ha llegado la hora".
Así lo ha confesado el propio Santi a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, revelando, además, que tras la actuación, la cual acoge "con muchas ganas, ilusión y como si fuese la primera que hago", estará encantado de "atender y conocer al público vallisoletano y compartir con él un ratito".
Cabe destacar que este trabajo nace de la propia experiencia del actor al borde de la muerte. Y es que Santi ha estado varias veces "a puntito de cruzar al otro lado". Concretamente dos, cuando sufrió un infarto de bazo y cuando se quedó sin tensión arterial "durante unos cuantos minutos".
Una vez superados estos problemas de salud, el actor quiso sacar algo bueno y positivo de todo ello y conformar una obra de teatro con la que quiere trasladar un mensaje claro: "Que la vida pasa volando y que hay que aprovecharla".
"Todos sabemos que eso es así, pero nadie hace nada por ponerlo en práctica", ha expresado Rodríguez, al tiempo que ha explicado que Espíritu "es el resultado de un episodio que me ha hecho recapacitar y darme cuenta de que la vida se va y que, por tanto, hay que exprimirla al máximo". Y así lo hace desde entonces.
Pero ¿cómo ha llegado a convertir un momento tan doloroso y angustioso en una comedia teatral? Según Santi, todo parte del importante papel que desempeña en su día a día el humor, definido por él mismo como "una forma de ver la vida".
Él "no concibe la vida sin humor" y de hecho, fue esta emoción la que le ayudó a superar con mayor facilidad todo lo que le ocurrió.
Entonces, cuando pensó en crear una obra de teatro a partir de sus vivencias, vio que la mejor forma de contarlo era a través de una comedia, pues, a su juicio, "el humor, en cualquier aspecto de la vida, ayuda a sobrellevar las cosas de una manera mucho mejor".
"Cuando pasa algo de esto tienes dos opciones, o venirte abajo y compadecerte de ti mismo, o decir: 'tengo una segunda oportunidad, así que para adelante y a disfrutar'. Yo elegí la segunda", ha admitido.
Por todo ello, Santi reconoce que este es su trabajo más especial junto con Infarto, la otra comedia que impulsó cuando esta patología llegó a su vida y "en la que me río de todo lo que me pasó".
"Los dos están basados en mi experiencia de vida y además son los ejemplos más claros de mi forma de ver las cosas", ha añadido.
Cuestión de prioridades
De todo lo vivido, además de una parte "buena y más simpática", ha extraído un aprendizaje y este es, precisamente, el que le ha llevado a reordenar sus prioridades.
Ahora, su máxima prioridad es valorar y aprovechar el tiempo. "Ha pasado a tener cada vez más importancia en mi vida y ahora mismo es a lo que más valor le doy, a pasar tiempo con los míos y a disfrutar de mi gente y de mí", ha confesado.
Por ello, a nivel laboral centra su atención en el teatro, ya que es este el género que le permite estar "más tranquilo y más pendiente de otras cosas".
Ahora bien, Santi es totalmente consciente de que la televisión es un medio que le ha dado muchas cosas. La posibilidad de hacerse un hueco en un sector tan complicado como el de la interpretación y de permanecer durante años en un primer plano mediático son algunas de ellas.
Ahora, el actor considera que ya no ostenta la fama que manejó en su día, aunque sí se siente agradecido de ser uno de los pocos que puede presumir de seguir trabajando en la profesión "después de casi 40 años".
¿La clave de esto? "El amor por mi trabajo, la humildad y la consciencia que he tenido siempre de que los artistas somos gente normal que se dedica a un trabajo como otro cualquiera".
Y es que, para el malagueño "la fama es algo efímero, hay gente a la que le dura más y a otra menos", lo que le hace pensar que lo verdaderamente importante en la vida "es la gente que te quiere".
"Porque lo que tienes a tu alrededor son cosas que van y vienen y que antes o después vas a dejar de tener", ha expresado.
De hecho, tal y como ha revelado, en su caso ha sido su familia la que le ha ayudado siempre "a mantenerme con los pies en el suelo".
"Es una suerte ser conocido y que la gente te reconozca cierta valía por tu trabajo, pero creo que a nadie se le debería ir la cabeza por ser más o menos famoso, que es lo que le ocurre a muchos artistas", ha reflexionado al respecto.
Según ha confesado el actor, parte de todos estos aprendizajes y su manera de ver la vida lo ha extraído de su entorno más cercano, del que, además de su mujer y sus dos hijas, entre otros familiares, también forman parte varias personas con Síndrome de Down con las que lleva años relacionándose.
Porque sí, pese a ser un personaje muy conocido por la sociedad española, son pocos los que realmente saben de la faceta solidaria del artista, quien lleva muchos años implicado con esta enfermedad que afecta a tantas y tantas familias en el mundo.
"La vida me puso en el camino a personas con Síndrome de Down que me han cambiado la vida. He aprendido muchísimo de todas ellas, de cómo ven la vida y me siento muy afortunado de haber tenido la oportunidad de conocerlas. Estoy agradecido", ha reconocido.
"Cansado de grupos polarizados"
Con todo lo vivido, Santi es una persona "que ama la vida y que sigue teniendo confianza en el ser humano, aunque a veces sea difícil confiar en los demás por cómo vamos gestionando este mundo, que nos lo estamos cargando poquito a poco".
Sobre esto ha confesado que para él la única manera de cambiar las cosas y hacer mejorar y progresar a la sociedad es "dando un buen ejemplo". Sin embargo, es de los que piensa que en estos momentos no se está dando.
"Ahora reina la polémica y los grupos polarizados, los cartelitos y las etiquetas, y yo estoy muy cansado de todo eso, me da mucha pereza", ha admitido.
Por todo ello, el actor ha aprovechado la ocasión para realizar su propia reivindicación: "Por favor, dejad ya de enfrentar a unos y a otros".
"Que si unos de izquierdas y otros de derechas, unos del Madrid y otros del Barca, unos de Broncano y otros de Motos... Siempre se busca el enfrentamiento y cansa mucho todo esto. Mientras no hagas daño, escoge lo que quieras", ha añadido.
Un buen momento
Él lo ha hecho siempre y eso es, precisamente, lo que le ayuda actualmente a encontrarse en un buen momento profesional y también personal.
Desde hace un tiempo, el actor lleva "una vida muy tranquila", centrada fundamentalmente en su familia y en el teatro, un género al que piensa seguir dedicando su día a día "hasta que me den las fuerzas".
"Mientras el teatro no me deje a mí, yo no voy a dejar el teatro. Disfruto mucho y lo hago más como diversión y como forma de expandirme como persona, que otra cosa. Me encuentro feliz y a gusto y no me supone un esfuerzo subirme a un escenario a actuar", ha concluido.