El prospecto de un medicamento junto a la imagen de María Engracia Pérez Palomero, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León

El prospecto de un medicamento junto a la imagen de María Engracia Pérez Palomero, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León Cedida

Sociedad

Adiós al prospecto en papel de los medicamentos: los farmacéuticos de Castilla y León lo tienen claro

El famoso papelito podría tener los días contados si España ejecuta un marco regulador que llega desde Europa y que afectaría en especial a las personas vulnerables.

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Dicen que hay cosas en la vida que no las echas de menos hasta que las pierdes. Y en este caso, el prospecto en papel que llevan todos los medicamentos podría ser un claro ejemplo. De fastidiar porque no se puede doblar y no entra en la caja, a mandarlo siempre a la papelera y quedarte solo con el blíster. Sin embargo, ahora que parece que tiene los días contado, las voces críticas se elevan contra ello.

Como suele ocurrir en estas cosas, esta decisión ilógica para muchas personas, en especial las mayores, llega también desde Europa. Allí hay una estrategia farmacéutica europea que pretende crear un marco regulador, y uno de sus objetivos, dentro de muchos como por ejemplo en suministro, competitividad, innovación, está también la sostenibilidad de la industria farmacéutica.

En este sentido la reforma de la legislación farmacéutica europea, que está actualmente en trámite, incluye la posibilidad de que, de aquí a cinco años, hasta que entre en vigor, desaparezcan los prospectos en papel de los medicamentos y que se sustituyan todos por códigos QR. Esta opción queda a criterio de cada Estado. Algo que no ha sentado bien en España entre sus profesionales ni entre los usuarios.

Así, en este sentido el Consejo de Colegios Farmacéuticos de España, junto con la Organización Médica Colegial, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, la OCU y la Plataforma de Mayores y Pensionistas, se han juntado porque realmente “estamos preocupados de que exista la posibilidad de que se pueda llegar a eliminar el prospecto en papel de los medicamentos”, así lo afirma María Engracia Pérez, presidenta del colegio de farmacéuticos de Castilla y León desde el pasado verano.

“Para España es un problema, pero para Castilla y León todavía más acentuado, pues creemos que esta medida lo que va a llevar es aumentar las desigualdades del acceso a la información”, argumenta. Y es que esto se debe a una población que es muy mayor, “nos encontramos ante una población que es vulnerable y que efectivamente la brecha digital va mucho más allá de cinco años”, explica.

Es decir, Pérez insiste en que de aquí a cinco años todas las personas, y en especial las que son las más habituales de ese gasto de medicamentos, no van a tener los recursos o la educación suficiente para poder leer los prospectos a través de un código QR.

Reconoce que ahora como profesión farmacéutica, “tenemos ya herramientas de nuevas tecnologías para poder acceder a los datos de los medicamentos, pero no es suficiente”.

Así recuerda que cuentan con una aplicación que se llama Medicamento Accesible Plus, que se realizó en colaboración con la ONCE, en el que se pueden consultar la información actualizada de todos los medicamentos de manera accesible. Más recientemente también se lanzó por parte del Consejo Nuestro, Plus Linked, que va dirigida ya a la población general, que viene pues toda la información de los medicamentos y además para contribuir a su uso racional.

Convivir juntas

“Nosotros no nos negamos a que se avance tecnológicamente, pero creemos que no se debería de suprimir la obligación de que los envases contengan el prospecto en papel, sino que sea complementario, o sea, que la digitalización sea complementaria al papel”, afirma la presidenta.

Esta graduada en Farmacia por la Universidad de Salamanca recuerda que ahora mismo sí hay generaciones que dominan técnicas digitales como la del QR, pero otros muchos que no. “Y en Castilla y León, teniendo en cuenta la población mayor que tenemos, pues con todavía más razón que a lo mejor en otras comunidades”.

Asimismo, creen que esta decisión europea puede afectar “negativamente” a la salud de los pacientes, porque cuando necesitas “echar mano” del prospecto es cuando “te encuentras mal, y seguramente que no estés para coger un móvil y meterte en una app, una persona que digitalmente no está preparada”, lamenta.

Como contábamos al comienzo, el prospecto “a veces hasta lo ves como un fastidio, pero luego a la hora de la verdad, cualquier síntoma, cualquier cosilla, hostil. Si estás tomando a lo mejor un antibiótico, que una de las reacciones adversas o de los efectos adversos muy común es, por ejemplo, náuseas, pues tú a lo mejor dices, voy a ver, y cuando lees que es algo común, pues te quedas tranquilo”.

María Engracia Pérez Palomero, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León

María Engracia Pérez Palomero, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León

Según un informe de la Comisión Europea, de julio de 2024, solo el 55,6% de la población de la Unión Europea posee, al menos, competencias digitales básicas. La OCU, en 2022, reveló que el 78% de los españoles preferían disponer del prospecto en formato papel. “Con estos datos es importante que antes de tomar la decisión se fomenten estudios para evaluar el impacto real que tengan sobre estos pacientes y, en especial, sobre los vulnerables”, explica.

Actualidad y ecología

Dentro de los argumentos que llegan desde Europa se encuentra el de la actualización rápida en caso de que un medicamento se modifique en algunos de sus aspectos.

“Yo creo que esto lleva pasando toda la vida y tampoco ha habido ningún problema. Cuando hay que hacer algún cambio en el prospecto no ha habido grandes problemas”, justifica María Engracia Pérez, que aunque reconoce que el QR es “más inmediato”, sigue apostando porque se mantengan los dos aspectos.

De momento reconoce que se trata de un tema ajeno para los usuarios y que no han ido preguntando por ello a las farmacias. “La gente está tranquila porque lo ve a largo plazo, pero como pase el tiempo y se imponga, va a ser un problema para ellos. Lo echarán de menos”.

Hasta ese momento, la mejor opción sigue siendo el papel y la opinión de un profesional como es el farmacéutico.