Casi todo el mundo, hasta los rostros más conocidos, tiene ídolos o personas por las que sienten cierta admiración que, en la mayoría de los casos, suponen un ejemplo a seguir. La vallisoletana Patricia Conde no es una excepción. 

Hoy es una actriz y presentadora de éxito, convertida en referente para muchas personas, entre las que también se encuentran compañeros de profesión. Sin embargo, hubo un día en el que una jovencísima Patricia Conde también tuvo sus propios ídolos. 

Y es que, tal y como ella misma ha confesado en una entrevista con Carlos Alsina en el programa Más de Uno de Onda Cero, en su caso, uno de sus grandes ídolos de la infancia fue Josema Yuste. 

Si bien, lejos de querer quedarse ahí, la vallisoletana ha aprovechado la ocasión para narrar, con todo detalle, la primera vez que le vio, así como lo perpleja que se siente al pensar en que años más tarde, no solo ha terminado conociéndole en distancias cortas, sino también trabajando con él. 

Josema Yuste, humorista integrante de Martes y Trece

Todo ocurrió en un pueblo de Valladolid, con el que Patricia apenas tenía relación, y cuando era pequeña. En aquellos tiempos, ella "soñaba con conocer a Josema Yuste" y, por la fuerza del destino, este deseo se hizo realidad el día y en el escenario más inesperado. 

Fue en la localidad de Boecillo, donde, al parecer, vivían unos amigos de la familia. "Fuimos al pueblo y estábamos con las bicicletas por allí. De repente, nos dijeron que en la iglesia de la plaza se estaba casando Josema el alto, entonces fuimos todos con las bicicletas a la plaza en plan Verano Azul y allí pude mirar a uno de mis ídolos de la infancia", ha revelado la presentadora.

Recordando aquel momento con cierto anhelo y emoción, Patricia ha continuado abriéndose en canal, confesando que esa fue, sin duda, "una de las cosas que más me han sorprendido en mi vida". 

Pero no solo el hecho de encontrarse con él en el momento y en el lugar más inesperado despierta su asombro cada vez que recuerda aquel suceso, sino también el hecho de que su ídolo terminaría formando parte de su día a día. "Quién me iba a decir a mí que años más tarde iba a trabajar con él", ha concluido.