Iturmendi recuerda que cuando se abre la media veda en la Comunidad son cerca de 100.000 cazadores los que practican la caza en los cotos de Castilla y León, cuyos propietarios, ayuntamientos y juntas vecinales, subsisten por el aprovechamiento de esta especie.
El Gobierno de España estaría decidido a declarar la codorniz como especie en extinción y prohibir su caza en el Comité de Flora y Fauna del que se celebrará el próximo 22 de abril en base a la solicitud de la asociación SEO-BirdLife. Esta catalogación implicaría acabar con la caza de la especie.
El sector cinegético considera inadmisible la inclusión de esta votación en el orden del día sin contar con informes que lo avalen, cuando los datos científicos recabados a través del proyecto ‘Coturnix’ contradicen la decisión del Ministerio de declarar la especie en peligro de extinción, y pide a las comunidades autónomas que no cedan ante unas presiones que solo buscan acabar con la caza.
Iturmendi resaltó al respecto que Seo Bird Life estima que en España hay 225.000 codornices, un dato “falso” teniendo en cuanta que anualmente se cazan 1,2 millones de ejemplares.
Asimismo, recordó que el proyecto ‘Coturnix’ con el que se ha realizado un seguimiento, anillamiento de codornices y registro de capturas en toda España y que está dirigido por catedráticos ha determinado que la población de codornices en España ronda los tres millones de ejemplares, por lo que la especie, agregó, “no está para nada en peligro de extinción”.
En su opinión, el aviso de la ministra del departamento, Teresa Ribera, de prohibir la caza de codornices responde a su deseo de acabar con los toros y la caza, tal y como ya dijo cuando tomó posesión de su cargo.
“Lo dijo y se ha puesto a hacer la tarea con esmero. Ya se prohibió la caza del lobo, de la tórtola europea y ahora toca a la codorniz. No creo que en una Comunidad autónoma como la nuestra se pueda asumir que se prohíba el aprovechamiento porque sería una ruina para el medio rural y para la España vaciada. Hay muchos cotos de la zona norte de la Comunidad que, prácticamente quitando cuatro corzos que tienen, viven del aprovechamiento de la codorniz”, detalló.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León aseguró que es la media veda, donde la codorniz es la protagonista, y reiteró que la práctica de la caza de la codorniz genera un dinero muy importante, por lo que “sería un caos económico para esos pequeños ayuntamientos y juntas vecinales su prohibición”.
De igual manera, también consideró “muy grave” que desde el Ministerio se “falseen” datos para conseguir objetivos ideológicos y dar respuesta a los “intereses radicales y sectarios de minorías”, que únicamente se representan a sí mismos. "Detrás de esas prohibiciones y de esas actuaciones del Ministerio que son muy pocos deseables hay subvenciones de las que se aprovechan minorías de asociaciones anticaza, porque ecologistas somos nosotros y lo demostramos día a día”, defendió.
Iturmendi aseguró que cuando se abre la media veda en Castilla y León son muchos los cazadores que llegan desde Francia e Italia, y agregó que es la caza de codorniz la modalidad más adecuada para los cazadores noveles.
Por último, lamentó que la ministra del ramo no haya querido mantener ni un solo encuentro con el colectivo de cazadores, lo que demuestra el poco respeto que tiene a las personas que no piensan como ella.
"El hecho de que no nos reciba es un ejercicio y una actitud poco tolerante, poco liberal y antidemocrático en el siglo XXI. No se puede estar en un Gobierno con esa actitud de no diálogo y sin contacto y tomar decisiones de ese calado”, dijo.
La Federación Española de Caza avanza que ya está movilizándose para hacer llegar a través de las federaciones autonómicas de caza toda la información necesaria a los responsables de las distintas comunidades autónomas para que puedan tomar una decisión teniendo en cuenta todos los datos, así como las graves consecuencias que tendría la prohibición de la gestión cinegética de la codorniz para la propia especie.
Igualmente, critican que el Ministerio de Transición Ecológica haya admitido esta votación sin tener en cuenta al Ministerio de Agricultura, al sector cinegético ni a la comunidad científica, demostrando una vez más que se trata de una decisión ideológica que nada tiene que ver con criterios técnicos o científico.