La Junta informa a todos los ciudadanos de que, en el caso de observar un ejemplar de oso pardo en zonas urbanas o periurbanas, den aviso inmediato al teléfono de emergencias 112 para dar traslado al personal especializado de la Consejería de Medio Ambiente que, a la mayor brevedad, atenderá la situación para monitorizar y, en su caso, aplicar medidas aversivas.
Estas medidas aversivas o de condicionamiento negativo se enmarcan en el protocolo de intervención con osos en la Cordillera Cantábrica, aprobado en 2019. Desde hace ya algunos años, se repiten de forma "más o menos recurrente" episodios en los que los osos pardos se aproximan a los entornos urbanos o periurbanos para alimentarse.
Estos hechos coinciden con la recuperación de la población osera, pero no son exclusivos de las zonas de mayor densidad osera, sino que en estos episodios tiene una gran influencia, por un lado, la posibilidad de acceder a la comida, y por otro, el carácter de cada uno de los ejemplares.
Es decir, puede haber animales con un carácter menos huidizo y con una buena posibilidad de acceder a las fuentes de alimentación, mientras que otros son más tímidos aunque tengan una buena posibilidad de acercamiento a los bienes.
Todos los episodios registrados de osos son monitorizados por parte de agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y Patrullas Oso de la Fundación del Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, de forma coordinada con la Guardia Civil, e interviniendo mediante el condicionamiento negativo cuando es requerido, tal y como se ha venido realizando en los últimos años.
La Junta ya en el mes de mayo informó a alcaldes y presidentes de Juntas Vecinales de Omaña, Laciana y Alto Sil que durante el presente verano de 2022 se continuará con los dispositivos especiales de vigilancia y seguimiento en los entornos urbanos, con el objetivo de aplicar, en su caso, las medidas necesarias.
Por ello, la Consejería de Medio Ambiente recuerda a la población "la importancia de dar un aviso temprano", ya que si se tiene conocimiento rápido de estas observaciones y se aplican las medidas adecuadas "los osos no se acostumbran a estos recursos".
Además, la Junta ha aprobado otras medidas preventivas, como las convocatorias de subvenciones para prevenir los daños ocasionados por el oso pardo en Castilla y León destinadas a la adquisición de dispositivos de protección para colmenares, huertos, frutales, comederos de pienso y balas de forraje.
Para esta convocatoria el plazo está abierto hasta el 25 de agosto y consta de 96.000 euros de presupuesto para 2022, precisamente avanza hacia la coexistencia del oso con las actividades humanas ampliando la concesión de subvenciones de pastores eléctricos para asentamientos colmeneros a también otras infraestructuras de explotaciones ganaderas, como comedores de pienso y bolas de forraje, y bienes particulares, como huertos o frutales en entornos urbanos para prevenir daños y comportamientos de habituación de los osos pardos a estos recursos.
Con estas medidas, la Junta considera que se podrá "contribuir a la reducción de conflictos y a compatibilizar la conservación del oso pardo con el resto de actividades sociales y económicas en su área de distribución".