Castilla y León se encuentra inmersa en su ‘annus horribilis’ con el fuego al registrar en solo siete meses y medio la mayor superficie arbolada arrasada por los incendios desde que existen registros. Y es que las 45.621,05 hectáreas de arbolado que hasta el momento han calcinado los distintos incendios declarados en 2022 suponen más del doble que la mayor cifra registrada hasta hoy: las 20.173 hectáreas de superficie arbolada afectadas por el fuego en 1978.
De hecho, la cifra de 45.621,05 hectáreas de arbolado calcinado hasta el 18 de agosto, facilitada a Ical por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y que es aún “estimativa y muy provisional” ya que “cambia a cada instante porque se van actualizando cifras, se revisan los perímetros para mejorarlos y está habiendo incendios continuamente”, es once veces superior a las 4.117,6 hectáreas de ese tipo de superficie que el fuego arrasó en todo el 2021.
De igual manera, el terreno de matorral quemado se multiplicó un 152 por ciento desde las 9.174,92 hectáreas calcinadas el pasado año a las 23.174,16 que se quemaron hasta el 18 de agosto de 2022. No obstante, el pasto quemado fue menor: 12.184,02 hectáreas este año por las 13.926,06 del pasado 2021. Estos datos exponen que si el año pasado el terreno arbolado calcinado en Castilla y León supuso el 0,15 por ciento del total de superficie arbolada con la que cuenta la Comunidad, durante lo que va de 2022 se quemaron ya el 1,7 por ciento de las hectáreas de este tipo de terreno.
En el cómputo global, Castilla y León perdió en los primeros siete meses y medio del año el 1,68 por ciento del total de su terreno forestal, frente al 0,56 por ciento que arrasó el fuego durante todo el 2021, como consecuencia de los 1.222 incendios forestales registrados en Castilla y León desde el 1 de enero de 2022 hasta este pasado jueves, dado que la superficie forestal arrasada hasta el momento por las llamas asciende a 80.979,23 hectáreas, casi el triple (197,5 por ciento más) que las 27.218,14 hectáreas que se llevó el fuego durante todo el año 2021.
De hecho, para encontrar un número de hectáreas calcinadas en Castilla y León mayor que las que llevan quemadas los fuegos en el presente año hay que remontarse hasta 1985, un año nefasto en cuanto a incendios en el conjunto del país, y que en la Comunidad castellana y leonesa dejó 2.101 siniestros con una superficie forestal total calcinada de 105.676,3 hectáreas, si bien la mayor parte correspondió a matorral y monte bajo (67.342,1 hectáreas) y pastos (20.867), ascendiendo el terreno arbolado quemado a 17.467,2 hectáreas, lejos de las 45.621,05 de lo que va de 2022.
Repunte más suave en el número de incendios
En cuanto al número de fuegos considerados forestales, según los datos consultados por Ical de los avances informativos sobre incendios realizados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), su número también es mayor hasta el 18 de agosto en relación al conjunto del año 2021, si bien los parámetros de crecimiento no alcanzan las magnitudes de la superficie forestal quemada, debido a la proliferación de grandes incendios durante este último verano.
Así, y frente a los 1.052 fuegos forestales que se registraron en el cómputo global del 2021 en territorio de Castilla y León, los primeros siete meses y medio del presente año contabilizaron un total de 1.222 incendios considerados forestales, lo que arroja un aumento del 16,16 por ciento.
El año más cercano de la serie histórica en que hubo en Castilla y León un número de incendios mayor a lo que va de este 2022, fue 2019, cuando se produjeron un total de 1.711 incendios, si bien se contabilizaron durante todo el año y la gran mayoría de ellos, un 69,5 por ciento, fueron conatos de menos de una hectárea de extensión.
Además, en aquella ocasión Castilla y León solo contó con un gran incendio forestal, que es como se denominan a los fuegos que alcanzan una extensión superior a las 500 hectáreas, en el término municipal abulense de Gavilanes, afectando a 1.414,86 hectáreas del total de 10.473,35 que calcinaron los fuegos aquel año en la Comunidad, lejos de las 80.979,23 de lo que va del presente año.