Como si de un fenómeno mágico se tratara, los cielos de Castilla y León se han teñido esta noche de colores más propios del Polo Norte: sí, la aurora boreal ha sido visible con sus tonos morados y verdes desde las provincias castellanas y leonesas, en un acontecimiento único que es un sueño para los amantes de la fotografía y de los fenómenos atmosféricos y la astronomía.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha confirmado esta madrugada que "se están observando auroras polares a latitudes muy bajas del hemisferio norte, incluida España" y que "hay multitud de fotografías que así lo atestiguan".
Según informa Eltiempo, este fin de semana se espera que el cielo nocturno se ilumine con espectaculares auroras boreales, debido a la aparición durante estos días de una de las manchas solares más grandes y activas observadas en décadas, laAR3664 (aproximadamente 15 veces más ancha que la Tierra).
Las auroras aparecen por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra, según la Aemet. "El viento solar es más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años", ha explicado. Meteorología ha informado que actualmente estamos cerca del máximo de actividad solar: las manchas solares indican las zonas de actividad magnética solar asociada con erupciones solares atmosféricas y eyecciones de masa coronal.
El fenómeno electromagnético, propio de las regiones polares, ha sido captado a lo largo y ancho de Castilla y León, convirtiéndose en el acontecimiento estrella de esta primavera.
En la red social X, la Agencia Estatal de Meteorología ha explicado esta madrugada que según la Organización Meteorológica Mundial (WMO según sus siglas en inglés) es un electrometeoro consistente en un fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmósfera en forma de arcos, bandas, cortinas, etc.
Por lo tanto, al contrario que los fenómenos meteorológicos habituales, se forman mucho más arriba de la troposfera, normalmente, a una altitud de entre 90 y 150 kilómetros.
¿Por qué ocurre este fenómeno?
Las auroras polares se deben a la presencia de partículas cargadas eléctricamente y eyectadas desde el sol (el viento solar), que actúan sobre los gases enrarecidos de las capas superiores de la atmósfera, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial.
El campo magnético de la Tierra canaliza las partículas, principalmente electrones y protones, que colisionan con los átomos y moléculas de los gases de las capas superiores de la atmósfera (termosfera y exosfera). Esas colisiones provocan que los electrones de los átomos de nitrógeno y de oxígeno asciendan temporalmente a un estado energético superior, "excitado", según la Aemet.
Al recuperarse los niveles de energía normales, se libera energía que se emite en forma de fotones de luz con distintas longitudes de onda. Las auroras polares se observan principalmente en arcos próximos a los polos magnéticos (los óvalos aurorales).
Pero si la actividad solar es muy intensa, como actualmente, las eyecciones de masa coronal o erupciones solares atmosféricas pueden intensificar el viento solar y alcanzar la magnetosfera de la Tierra, desencadenando una tormenta geomagnética.
Durante estos fenómenos, el óvalo auroral se ensancha temporalmente, lo que permite percibir auroras desde latitudes más bajas.
"Eso es lo que está ocurriendo esta noche: las tormentas geomagnéticas severas de las últimas horas permiten observar auroras boreales (así se llaman las auroras polares del hemisferio norte) desde España, algo muy poco habitual", ha informado la Aemet.