En un mundo cada vez más competitivo y donde el rendimiento tiene que ser inmediato, la frustración y el estrés están patentes entre la población. Todo ello repercute directamente en el descanso y en una disminución del sueño que cada vez afecta a más personas, las cuales no logran tener un equilibrio para afrontar el día a día a pleno rendimiento. Desde la Comisión Europea han aprobado la incorporación del fármaco Daridorexant, un avance para combatir el insomnio y con una notable reducción de los efectos secundarios con respecto a las pastillas hasta ahora recetadas.
Ana Belén Silguero, vocal del Colegio Oficial de Psicología en Salamanca y doctora desde hace 25 años en la consulta que lleva su nombre, es especialista en el tratamiento del sueño. Desde un punto de vista técnico, el problema es alarmante: "La falta de sueño puede originar diferentes problemas en el aspecto psicológico: ansiedad, irritabilidad, trastornos del estado de ánimo como la depresión, problemas de atención y retención de memoria", ha informado la psicóloga.
Para la doctora, los nuevos hábitos propician el aumento de enfermedades que reducen drásticamente la calidad de vida de la gente: "La falta de sueño, en gran medida, es una consecuencia del estrés que llevan las personas. Cada vez el ritmo de vida es más estresante, incrementamos el número de horas con las pantallas, la tecnología y todo esto repercute en el descanso generando el insomnio".
La Organización Mundial de la Salud, recomienda un mínimo de seis horas de descanso al día, revelando que el 40% de la población mundial tiene problemas de sueño. Con todo, Castilla y León ha encabezado los accidentes de tráfico debido a la somnolencia junto con Castilla la Mancha y Baleares. Todo ello repercute en problemas a largo plazo: "Puede llegar a generar problemas en las relaciones de pareja, problemas en el trabajo debido a la falta de rendimiento al ver alterada su capacidad cognoscitiva: la atención, la percepción y la memoria se pueden ver afectadas. En las relaciones de pareja hay mayor irritabilidad y menor tolerancia a la frustración. Con respecto al estado de ánimo, la persona se siente menos segura y tiene más ganas de llorar. Aguanta menos las situaciones del día a día".
Uno de los problemas derivados de la pandemia ha sido el sueño. Según informó la Organización Colegial de Enfermería de Castilla y León, los sanitarios han sufrido cuatro veces más insomnio con respecto al resto de la población. "Muchos trabajadores que tienen turnos diferentes -pilotos, policías, enfermeros, médicos, etc- son muy conscientes de los problemas que puede generar el no dormir adecuadamente. Una de las causas extremas ante la falta de sueño pueden ser las ideas 'autolíticas' e incluso de atentar contra la vida".
"Principalmente lo sufren personas en un rango de edad media de la vida adulta. Entre los 30 años y los 60. Quizás por el tipo de vida y el estrés laboral, donde puede haber un incremento mayor. Es verdad que, a medida que todas las personas se van haciendo mayores, el sueño es más frágil y se duermen menos horas. Puede alterar nuestro sistema inmunológico y provocar problemas de sobrepeso", ha informado Ana Belén Silguero.
Daridorexant: un nuevo avance para los somnolientos
Recientemente la Comisión Europea ha aprobado el uso del Daridorexant, un fármaco para tratar el insomnio crónico. El medicamento bloquea la sustancia natural del cerebro que provoca la vigilia. "No genera dependencia y consigue que las personas no se despierten a lo largo de la noche y no tengan esa sensación de ‘embotamiento’", ha celebrado la doctora Silguero.
El avance, notorio, supone una mejora en cuanto a los efectos secundarios se refiere de las pastillas hasta ahora recomendadas: "Se recetaban otro tipo de fármacos que se utilizaban para controlar los problemas de ansiedad como la Benzodiazepina que generaban otro tipo de efectos secundarios. Una persona necesita dormir entre seis y ocho horas para poder rendir, tener un equilibrio y una salud mental adecuada. Muchas veces lo que haría falta es modificar, cambiar ciertos hábitos y que la persona aprenda a regularse emocionalmente".