El Sindicato de Enfermería (Satse) trabajará "indefinidamente" por la jubilación anticipada voluntaria para la profesión, a la que considera que tienen derecho por cumplir los requisitos de excepcionalidad establecidos por ley para aplicar el coeficiente reductor de la edad de jubilación.
Así lo ha expresado en rueda de prensa en Valladolid el presidente del Sindicato, Manuel Cascos, acompañado por la secretaria regional de Satse, Raquel Gago, y su responsable en Valladolid, Inmaculada Izquierdo.
En este contexto, Cascos ha asegurado que, al igual que se trabajó hasta lograr la carrera profesional o la prescripción enfermera, lo harán ahora para reclamar la jubilación anticipada, algo que considera que es "de justicia" y una "deuda" con la profesión.
Para ello, llevarán a cabo en toda España una campaña que consistirá en carteles y dípticos en centros sanitarios para informar y sensibilizar sobre esta cuestión; la realización de una encuesta; recogida de firmas; jornadas informativas y debates en todos los hospitales; y reclamarán la mediación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de los ministerios implicados (Trabajo, Función Pública y Sanidad).
Cascos ha señalado que, al tener las transferencias transferidas, también las comunidades tendrán "algo que decir" dado que tendrá incidencias presupuestarias.
El presidente de Satse ha recordado que la ley establece que la edad mínima exigida para tener derecho a la pensión de jubilación pueda ser rebajada en aquellos grupos o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre y acusen elevados índices de morbilidad y mortalidad.
Así, según ha explicado Cascos, los profesionales de la enfermería se ven sometidos a numerosos riesgos específicos por su desarrollo profesional como su exposición a riesgos biológicos como el contagio del VIH, la hepatitis o la tuberculosis; riesgos químicos, por estar en contacto permanente con gases anestésicos; riesgos físicos, derivados del ruido, la ventilación y la iluminación insuficiente; riesgos psicosociales, como el estrés, la violencia laboral, el trabajo a turnos y la nocturnidad; además de la sobrecarga laboral que supone el contacto permanente con el dolor, el sufrimiento y la muerte.
En este sentido, ha señalado que diversos estudios reflejan que el 59 por ciento de los enfermeros manifiestan cansancio emocional; el 60 por ciento informan de despersonalización por motivos laborales; el 65 por ciento registran escasa realización personal, y el 66,6 se sienten "quemados" como consecuencia de su trabajo.
Además, "hay una serie de patologías que tienen interacción directa con el turno laboral de noche, como trastornos digestivos, trastornos cardiovasculares, diabetes, psíquicas, trastornos del sueño y cáncer de mama", ha añadido.
En este sentido, ha destacado que los enfermeros son los profesionales sanitarios que sufren más bajas por enfermedad, por lo que "esta es una reivindicación necesaria y una deuda que hay que saldar", ha afirmado el presidente.
El modelo que proponen para alcanzar la jubilación anticipada y voluntaria es la de un coeficiente reductor donde se establezca la posibilidad de un mínimo de 15 años en la actividad profesional para acceder a ella, estableciendo una cotización adicional por parte de la empresa y también por parte del trabajador. Así, según este modelo, un enfermero que haya cotizado 35 años podrá jubilarse a los 60, y otro que lo haya hecho durante 39 años, a los 59.
Además, otra razón que ha señalado para justificar esta reivindicación pasa por la necesidad de rejuvenecer las plantillas, ya que la profesión exige "una alerta y una vigilancia permanente en su trabajo, lo que requiere un criterio físico que va mermando con la edad".
En el plano económico, a partir de que entrase en vigor la norma, 180.000 enfermeros se incorporarían al incremento a las cuotas de la Seguridad Social. Así, ha explicado que la caja de las pensiones van a recibir dinero adicional, porque los enfermeros que se jubilen cada año percibirán una pensión inferior al salario que recibían cuando estaban en activo.
Por otro lado, Cascos ha informado de que esta norma ya se ha aplicado a otros profesionales como los bomberos, la policía o la minería, entre otros. "La mayoría de las profesiones reconocidas son de hombres y con un componente de esfuerzo físico, no se contemplan otros aspectos como los mencionados de la enfermería".
Como ha explicado, a su juicio "hay un componente femenino en que a fecha de hoy a los enfermeros no se les haya concedido la posibilidad de la jubilación anticipada, ya que el 85 por ciento de los profesionales de la enfermería son mujeres", ha afirmado. "Un reciente estudio de la Universidad de Oxford revela que a las enfermeras se las valora menos por ser mujeres, algo que a su vez guarda relación con la visión anticuada de que cuidar a los demás es una característica femenina", ha concluido.