Esta mañana se conocía que las instrucciones dadas desde el Ministerio de Sanidad a las comunidades autónomas para efectuar las estadísticas relativas a la expansión del coronavirus en sus territorios solo requiere computar en el caso de los fallecidos aquellos que tienen la confirmación de estar infectados por COVID-19, y no los casos sospechosos.
Sin embargo, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha anunciado que la Junta de Castilla y León seguirá haciendo públicos el número de casos detectados por los profesionales de Atención Primaria, que recogen, a través del sistema Medora, los positivos confirmados y los casos sospechosos, que en un 90% son seguidos por los médicos de familia y que se recuperan en sus casas sin complicaciones.
"Una de nuestras máximas inquietudes, y así se lo transmitimos al Ministerio de Sanidad, es la necesidad de tener un sistema de información lo más compato, lo más fiable y riguroso que se acerque lo máximo a la realidad, en prevalencia y en fallecimientos, porque es lo único que nos puede dar herramientas para una correcta planificación", ha explicado Casado, quien insiste en la necesidad de tener una foto "lo más real" posible. "Evidentemente la foto de los hositales es buena, y de los datos confirmados, pero nos interesa saber lo que ocurre a nivel comunitario, y también en residencias y en el ámbito privado", asegura, "y para nosotros es muy importante para homogeneizar registros y que todos lo hagamos de la misma forma".