La consejera de Sanidad, Verónica Casado, confirmó este miércoles lo que ya había anunciado anteriormente su compañero en el Gobierno regional, el vicepresidente, Francisco Igea, y la propuesta de Castilla y León para pasar a la siguiente fase serán 26 zonas básicas de salud y ninguna capital de provincia. Se tratan de aquellas que no llevaban ningún caso, ni siquiera en Atención Primaria, durante los últimos siete días al pasado lunes, incluso aunque hayan sufrido algún caso en estos dos pasados días. 

Así, esta propuesta castellana y leonesa solo afecta a 53.509 habitantes de los 2,4 millones que representa todo el territorio. Se trata de Muñico, en Ávila; Sedano, Valle de Losa, Pampliega, Espinosa de los Monteros, Valle de Mena y Quintanar de la Sierra, en Burgos; Truchas, Matallana de Torío y Riaño, en León; Torquemada, en Palencia; Robleda, Lumbrales, Aldeadávila de la Ribera y Miranda del Castañar, en Salamanca; San Pedro Manrique, en Soria; Alaejos, Mayorga y Esguevillas, en Valladolid; y Alta Sanabria, Carbajales de Alba, Tábara, Corrales del Vino, Villalpando, Santibáñez de Vidriales y Alcañices, en Zamora.

Esta propuesta ha llamado la atención entre el atrevimiento desmedido de la mayoría de comunidades autónomas. De hecho, solo Cataluña ha tomado una consideración similar a Castilla y León, dividiendo la región por zonas y pidiendo que pasen a la fase uno tres de ellas. Territorios, eso sí, mucho más amplios que en Castilla y León. 

En el resto, peticiones sin muchos miramientos aunque con apuntes de llegar aún más lejos. Todas piden entrar en fase uno desde este lunes, incluido Madrid y Castilla-La Mancha, dos de las regiones más afectadas por la crisis que, de hecho, este mismo miércoles sufrieron 46 y 31 fallecidos, solo superadas por Cataluña. Castilla y León, para que se hagan a la idea, registró 15 en los datos de Sanidad, correspondientes al día anterior. 

Y es que Andalucía solo mantiene a tres zonas con ciertas condiciones para pasar a fase uno; Asturias ha pedido entrar en fase dos en trece concejos; Galicia, que se pueda mover cualquiera entre las cuatro provincias de la región; la Comunidad Valenciana, poder mover las horas de los paseos; Aragón, pasar algunas zonas a fase dos; Castilla-La Mancha aúna la libre circulación por la comunidad, el cambio de horarios de los paseos y pasar a la fase tres los actos y espectáculos; Extremadura, eliminar las franjas horarias; Madrid, pasar aunque con mucha precaución y la obligación de mascarilla en espacios cerrados; o La Rioja, Canarias, Baleares y Ceuta y Melilla, el pase sin más condiciones. 

Entre todos ellos destaca, de esta manera, Castilla y León, que evidentemente ha optado por la prudencia de evitar cualquier repunte en el virus entre la sociedad. La salud por encima de una economía ya maltrecha que parece que le va ganando la batalla en el discurso a los miles de muertos y el peligro demostrado por el coronavirus. Y es que la propia Verónica Casado lo ha repetido varias veces aunque con otras palabras: un paso en falso puede suponer cinco atrás y una vuelta a empezar indeseable.