El colectivo nace en los años 60, como auxiliares de clínica, por la necesidad de personal en los hospitales, que se hicieron en los 60. En ese momento, no se requería formación académica alguna, solo vocación de cuidar a los demás, junto con las directrices de las ATS. En 1973 se crea el Estatuto del personal sanitario no facultativo de la seguridad social, guión dónde se desarrollan las funciones de los hoy en día TCE y las prohibiciones, recalcando la necesidad de hoy día, de elaborar otro estatuto del personal sanitario no facultativo para dicho colectivo, por quedarse obsoletas las funciones que datan del año 1973, pasado el tiempo, concretamente dos años después, en 1975, se inicia la formación profesional, en 1984 comienza a exigirse la titulación a todos aquellos profesionales que quieren ejercer la profesión como auxiliares de clínica, en 1986 se crea la categoría profesional de Técnico Auxiliar de Enfermería, dentro de la rama sanitaria FP1, sustituyendo a los Auxiliares de Clínica, salto importante para el colectivo, por encuadrarse en un nivel académico y formar parte de enfermería como equipo multidisciplinar dentro de la salud, pasado nueves años, en 1995, se vuelve a desarrollar la profesión, con la denominación: Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería, en este caso, como un ciclo formativo de grado medio, dejando atrás a la fp1, y con la expedición del título como TÉCNICO, recogido en los Reales Decretos 546/94 de título y enseñanzas mínimas y RD 588/95 currículo.
Hoy en día, está de nuevo en revisión la titulación de los TCE, por las competencias adquiridas durante todo este tiempo, en los puestos de trabajo, como por ejemplo: cambios posturales, movilizaciones, recogidas de muestras/urocultivos, coprocultivos, básicos, parásitos, recogida y registro de datos termométricos, balances hídricos, esterilización, manejo de datos clínicos, monitorización de pacientes/técnicas no invasivas, control y reparto de dietas terapéuticas, ayuda al paciente en la alimentación oral, vía naso-gástricas, gastrostomía, higiene del paciente encamado, vigilancia del estado del paciente como de la integridad de la piel, actuando en upp de primer y segundo grado , cambio de colostomías como de algunos otros drenajes, administración de medicación por vía oral, tópica, inhalatoria, rectal, apoyo psicológico al paciente, educación sanitaria, soporte vital básico, avanzado, técnicas de ayuda bucodentales, técnicas hidrotermales… En realidad un sinfín de funciones, tanto en hospitales, centros de salud, clínicas dentales , centros socio-sanitarios… realizando las funciones de forma autónoma, por eso, la justa reivindicación de este colectivo de pasar de un CFGM a un CFGS, se debería de dar LUZ VERDE, por saber adaptarse a los cambios que día a día se exigen a estos profesionales en los centros de trabajo, para dar una sanidad de calidad.
Autores: EDU y JORGE
TÉCNICOS EN CUIDADOS DE ENFERMERÍA